Sesenta años viendo ir y venir a millones de personas de todo el mundo, décadas enteras siendo el punto de partida y llegada, de sueños por cumplir y de cambios que vinieron con el tiempo. El aeropuerto internacional El Dorado, primero en Latinoamérica en volumen de carga y tercero en volumen de pasajeros, celebra sus seis décadas de existencia con el libro Plataforma de sueños: 6 décadas”, que a través del talento del fotógrafo colombiano Ruvén Afanador hace un recorrido gráfico desde sus inicios hasta la actualidad.
Afanador captó imágenes únicas de la terminal aérea y la comunidad aeroportuaria, evidenciando el rasgo más humano a partir de las historias que suceden en el día a día de su operación interna. Para el fotógrafo fue una grata sorpresa ser parte de este proyecto, con el que, según afirma, hizo “clic automático”. “La primera vez que escuché sobre el libro fue gracias a la diseñadora Danielle Lafaurie. Me contó sobre la idea y me preguntó cómo lo imaginaba a través de mi lente. Apenas me lo mencionó para mí fue un sí inmediato”, revela el fotógrafo, quien además dice que para él el aeropuerto tiene muchos significados y simbolismos.
“Sentí que se me podía dar de manera natural porque no hay nada que me emocione más en mis viajes a Colombia que la llegada al aeropuerto El Dorado. Mi primer vuelo en la vida lo tomé para llegar a esta terminal aérea y en mis múltiples venidas a Colombia vi nacer el nuevo aeropuerto alrededor de la antigua terminal”, cuenta Afanador.Y es que El Dorado tiene una historia que va más allá de viajes, aviones y pasajeros… la terminal aérea ha sido testigo de su evolución interna y externa, todos los días alberga en su interior a miles de personas que hacen que todo funcione de la manera adecuada. Inaugurado el 10 de diciembre de 1959, el aeropuerto fue diseñado durante el régimen militar de Gustavo Rojas Pinilla con el objetivo de reemplazar al aeropuerto de Techo, y aunque su construcción se inició en 1955, empezó a funcionar cuatro años después.
Muchos fueron testigos del cambio que tuvo el aeropuerto en su infraestructura y fachada, cuando en el año 2007 fue entregado a Opaín para empezar con el proyecto de remodelación, que buscaba inicialmente demoler el lugar entero y hacerlo de nuevo, pero el Gobierno rechazó la propuesta por cuestiones legales y de presupuesto.
Finalmente, y después de atravesar por una década de cambios, en 2017 El Dorado fue entregado en su totalidad con todos los cambios, un proceso que recuerda muy bien Afanador, y que también quiso ilustrar en Plataforma de sueños: 6 décadas. “Recuerdo haber vivido la transición de la terminal antigua a esta obra de arte. Particularmente tengo presente un momento en el que estaba por regresar a Nueva York y el taxista que me llevaba al aeropuerto me dijo emocionado que ese día se inauguraba la nueva terminal. El libro ha tenido mucho significado para mí por este tipo de detalles”, comenta el fotógrafo.
Más allá de los cambios y las remodelaciones físicas, Afanador reveló que cuando se sentó a planear cómo sería este libro, pensó en algo que lo impresionó desde el primer día: todas las profesiones que convergen en el aeropuerto. “Mi propósito era documentar a todas esas personas que se encuentran en el aeropuerto trabajando diariamente. En cada foto se puede ver la dignidad de cada trabajador y el amor que le tienen a sus trabajos”, agrega.
Aunque fue un proyecto que lo emocionó desde el primer momento, Afanador también aseguró que es uno de los más complejos en los que ha trabajado hasta el momento, no solo porque el aeropuerto es rico en historia, sino también porque tenía la responsabilidad de mostrar a los lectores lo que hay detrás del funcionamiento de una terminal aérea tan importante como esta, y de cada persona que viaja a través de ella.
“Siempre he visto con dignidad todas las profesiones que se encuentran en El Dorado, pero nunca me imaginé la complejidad que existe detrás del funcionamiento de una terminal. Es un lugar donde operan compañías tras compañías y donde confluyen cientos de personas y profesiones que uno no termina de comprender. Tal vez lo más complejo que recuerdo fue el ingreso a la sección donde se transportan las maletas y todo el sistema de seguridad que se tiene allí. Para mí fue un reto plasmar la labor de estas personas”, sentencia Afanador, que además de la fotografía siente una gran pasión por la arquitectura de este lugar y la define como el reflejo de los cielos nublados de la sabana de Bogotá.
“En el libro buscamos recoger historias reales de trabajadores, lugares a los que muy pocos tienen acceso y la vida cotidiana de todos aquellos que a diario trabajan en la terminal. Siempre estábamos buscando que la estética cuadrada con esa perspectiva y en algunas ocasiones nos demorábamos horas para tomar una foto porque esperábamos a que el cielo tuviera las nubes correctas para hacer cada toma”, cuenta el fotógrafo.
Aunque fue un año largo marcado por la pandemia, el aeropuerto El Dorado celebra sus seis décadas de funcionamiento, en las que ha conseguido tener dos terminales de pasajeros y tres de carga distribuidas en más de 224.000 metros cuadrados y se ha convertido en el punto de partida para crear nuevas conexiones en torno a las emociones, la economía y los viajeros. Plataforma de sueños: 6 décadas, es una forma gráfica de mostrarle al mundo entero lo que hay detrás de un lugar que está lleno de personas, pero sobre todo de historias, y que Ruvén Afanador quiso plasmar desde la fotografía, que él define como su pasión y su lenguaje visual.