El fotógrafo de la “Megalomanía”

Es finalista del concurso Sony World Photography Awards, con el proyecto “Megalomanía”. ¿Cuáles son las imágenes que componen esta serie?

Había visitado algunas veces el parque Jaime Duque y siempre me pareció un espacio muy sorprendente, sobre todo por el concepto, porque tú no sabes si estás en el Taj Mahal de la India o estás en Rusia. Quise mostrar la singularidad de este parque en el proyecto, su identidad única.

¿Por qué llamarlo “Megalomanía”?

Encontré que esa palabra significaba exceso de poder. Cuando hice la investigación sobre quién había estado detrás de la construcción del parque me enteré de que era un expiloto de Avianca llamado Jaime Duque Grisales, un hombre al que le gustaba el arte y que, a mi parecer, quiso construir un sueño bastante ambicioso.

¿Qué comentarios ha recibido sobre las imágenes del parque Jaime Duque?

Tuve la oportunidad de hablar con una polaca, un griego y un indio. A este último le pareció muy curioso por la similitud de una de las estructuras con el Taj Mahal. Digamos que es un cliché fotográfico, porque a través de las imágenes logras que el espectador se confunda.

Si tuviese la oportunidad de exponer la serie en Colombia, ¿qué lugar escogería?

El parque Jaime Duque. Sería muy bonito sentarme a hablar con los hijos de Jaime Duque Grisales para saber cómo era, qué pensaba, con el propósito de darle más sentido a Megalomanía.

¿Cuál fue la primera fotografía que tomó?

Una foto desenfocada de mis papás en Santa Marta hace más o menos 20 años. Ellos me dijeron que me había quedado fea. Desde ese momento quise estudiar fotografía para comprender que la composición y el mensaje son dos cosas distintas y que sobre todo debe primar el mensaje. Estoy haciendo un diario fotográfico que se llama Gone Forever Project, en el que todos los días tomo una foto de mi vida.

¿Y cómo se encontraron la música y la fotografía?

En 2010 expuse en el Salón Regional de Artistas en Cali. Allí presenté tres fotografías sobre las experiencias que vivían los niños de Niquitao, Medellín, alrededor de los inquilinatos y la ciudad imaginaria, pero además coloqué unos audífonos para que los visitantes escucharan música y se involucraran con las historias de estas tres imágenes. Esa música fue el resultado de una mezcla que había hecho de manera experimental.

¿Qué fotografía le hubiese gustado tomar?

La transformación que sufrió Medellín con la desaparición del ferrocarril.

¿Cuál será la próxima imagen que va a tomar?

Dentro de unos meses voy a estar en Costa de Marfil, donde está la catedral más grande del mundo en medio de la nada, Nuestra Señora de la Paz.