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"El humor sirve para conquistar"

Habla Nelson Polanía, ‘Polilla’, uno de los comediantes más destacados del país. Reconocido por su trabajo en ‘Sábados felices’ y en el programa de Caracol Radio ‘La Luciérnaga’.

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El Espectador
11 de septiembre de 2013 - 10:00 p. m.
Nelson Polanía, más conocido como Polilla.  / Cortesía Caracol
Nelson Polanía, más conocido como Polilla. / Cortesía Caracol
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¿Por qué el humor?

El humor y las comedias siempre me han llamado la atención. Desde que era un niño creo que tenía la vena y simplemente la fui desarrollando.

¿Para qué sirve el humor?

Te hace una vida más llevadera. Sirve para conquistar. A las mujeres les fascinan los hombres que las hacen reír. Sirve para relajarse y llevar la tragedia de una forma más amable.

¿Cuál es el mejor humorista que ha tenido Colombia?

Ha habido muchos. Me encantaba Montecristo. Actualmente, el señor Carlos Mario Aguirre, del Águila descalza. Es un excelente intérprete y creador.

¿Y el peor?

No me atrevería a juzgar a alguien. Pienso que cada quien tiene su estilo y es válido.

¿Qué no debe hacer un humorista?

Copiar a otro. En su estilo, en su forma. Hay temas que son universales, sin embargo, cada comediante o humorista debe descubrir y desarrollar su propio estilo. Y la segunda cosa que no debe hacer es tomar como burla los defectos físicos de las personas y hacerlo de manera sosa y sin humor. No es una tarea fácil.

¿Cómo es el mejor y peor público?

El público colombiano es muy bueno en general. No me gusta aquel público irrespetuoso o desatento. Se entiende que si uno va a un show de humor, va a eso y no a distraerse con el teléfono, hablando o comiendo. Y es que el humor requiere los cinco sentidos.

¿Cuál es su técnica para sacar la chispa de risa cuando el público es difícil?

No tengo un lineamiento o una rutina específica. Lo que hago es detectar el ambiente en el que se encuentra la gente, qué le causa gracia, qué no, qué ritmo tiene.

¿Qué es lo peor que le puede pasar a un comediante en el escenario?

Que pasen tres minutos sin una risa. Eso ya empieza a generar pánico en el comediante. La risa es la respuesta del siguiente apunte y así se construye el relato humorístico, por eso esa respuesta es vital.

En la comedia colombiana, ¿cree que todo tiempo pasado fue mejor?

Creo que sí, pero en el sentido de que anteriormente en Colombia se le apostaba más a la comedia de situación, a la que nos identifica por las situaciones cotidianas que vive un personaje. Como Vuelo secreto, Don Chinche, los que identificaban plenamente nuestra idiosincrasia. Por eso, cuando traen humor de otros países y lo adaptan acá, no tiene tanto éxito, pues no se genera una identificación.

El personaje que más disfruta imitar.

Los políticos. Sólo tomo lo que ellos dicen y no hay que hacer libretos.

El que más le ha costado trabajo interpretar.

En general, los que no tienen cómo caracterizarlos físicamente, que son sin barba, sin lentes, poco pelo. En ese momento hay que usar recursos de interpretación que ayuden a identificar bien a un personaje.

Cuando se le arma la gorda en la casa, ¿la desarma con humor?

Con humor y con amor.

¿El comediante nace o se hace?

Las dos. A pesar de que un humorista debe trabajar y prepararse muy duro, con esfuerzo y dedicación, el talento no se compra ni llega de la nada, se tiene o no se tiene.

Por El Espectador

 

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