“Espero vivir 100 años”: Alberto Plaza
El cantante chileno asegura que a través de la cienciología recuperó la fuerza para poner en marcha sus propios sueños. Habla de la vejez, de la ropa y de su nuevo trabajo discográfico, en el que recopiló sus treinta canciones más sonadas.
Un chat con...
Su nuevo disco, “30 años”, el decimoquinto de su carrera, contiene sus 30 canciones más sonadas y un “bonus track” titulado “Yo puedo”. ¿De qué se trata este último?
Fue incorporado al disco fuera de tiempo y es un homenaje a las personas con síndrome de Down. Uno de mis más cercanos colaboradores tiene una hija con síndrome de Down y a través de ella he conocido una realidad desconocida. Ellos tienen una condición diferente, no una enfermedad, tienen muchas capacidades y hacen grandes aportes a la sociedad. Hice una canción para abrir los ojos sobre esa realidad y para que la gente abra su corazón y los acepte.
¿Cuál considera que es el tema musical que lo universalizó?
Me cuesta saber cuál fue, es difícil porque las canciones que están en este cd son las que se ubicaron en el primer lugar del ranquin en alguna radio del continente. Todas tuvieron gran alcance. Ahora, por ejemplo, alcanzó el primer lugar en Brasil.
¿En qué momento nació Alberto Plaza, el artista?
En el Festival de Viña del Mar, donde participé en el 85 y obtuve el tercer lugar con la canción Que cante la vida. Esa fue la marca del inicio de mi carrera profesional, porque empecé a cantar antes de hablar y en el colegio cantaba en festivales.
Si pudiera cambiar algo de estas tres décadas de vida artística, ¿qué sería?
No sé, tal vez lo que me hubiera gustado cambiar es no haber cambiado cosas. A veces hice cosas bien y las cambié y no debí hacerlo.
¿Qué canción describe más acertadamente un momento de su vida?
He escrito más de 100 y menos de 200 canciones y todas describen un momento de mi vida. Una fue hecha por un dolor de amor, otra para festejar el nacimiento de mi hijo y una más para celebrar el tratado de paz entre Chile y Argentina. Todas mis canciones tienen mi ADN.
¿A qué persona seguiría toda la vida?
A mí mismo.
¿Le han pedido algo que no pueda dar?
Muchas veces, desde una muestra de amor hasta presencia física en algunos lugares. Las mujeres son de mucho contacto, del abrazo. Seguramente esa canción de No me pidas más de lo que pueda dar la escribí cuando estaba siendo afectado por ese hecho.
¿Cuáles son sus defectos?
No seré yo quien los diga.
Usted creó una fundación contra el maltrato infantil, con sede en Santiago y Colombia. ¿Cómo marcha ese proyecto?
Es una fundación que trabaja para crear un mundo mejor para los niños. Comenzamos en Chile y en Colombia estamos en Bogotá, Pereira y Cartago. Ahora, abrimos sede en Costa Rica.
Su trayectoria incluye más de 1.500 conciertos en América Latina. Una anécdota que recuerde de esas presentaciones.
Recuerdo una vez que en Chile detuvieron el concierto porque una mujer estaba dando a luz en el público, prendieron las luces y era una cosa de locos. Resultó ser una broma universitaria, en ese país los estudiantes que ingresan a las universidades tienen la costumbre de competir por hacer la mejor broma. Gana más puntos el que hace la broma más espectacular y la que sale en los diarios. Y lo consiguieron, ganaron.
Usted está dedicado también a estudiar la cienciología. ¿Cómo le ha cambiado la vida esto?
Estoy justo en eso, haciendo cursos. Lo que hace la cienciología es que toma tus propósitos originales y los recupera, porque en la vida cada uno de nosotros va olvidando lo que quiere hacer. He recuperado la fuerza para poner en marcha mis propios sueños y eso es muy valioso. No es que me cambió la visión de la vida, me rehabilita la visión de la vida.
¿Siempre viste de camisa negra y jeans?
Jeans he usado toda mi vida, es lo más cómodo, y uso el mismo modelo de camisas negras. El tema de la ropa me aburre mucho, no me gusta distraer mi atención pensando en qué voy a ponerme, porque eso quita energía que podríamos usar en otra cosa.
Usted ha dicho que vivirá 100 años, ¿cómo se imagina su vejez?
Es probable que a esa edad ya no esté cantando, pero sí disfrutando de ayudar a los demás a cumplir sus sueños. Espero lograrlo llevando una vida sana, buena alimentación, no tomo alcohol, no consumo drogas, tomo vitaminas y voy al gimnasio todos los días. Si las condiciones cambian y hay que vivir 100 años más, viviremos. Recuerda que con el avance de la tecnología, en 30 años podríamos ir a la farmacia a comprar un hígado.
Su nuevo disco, “30 años”, el decimoquinto de su carrera, contiene sus 30 canciones más sonadas y un “bonus track” titulado “Yo puedo”. ¿De qué se trata este último?
Fue incorporado al disco fuera de tiempo y es un homenaje a las personas con síndrome de Down. Uno de mis más cercanos colaboradores tiene una hija con síndrome de Down y a través de ella he conocido una realidad desconocida. Ellos tienen una condición diferente, no una enfermedad, tienen muchas capacidades y hacen grandes aportes a la sociedad. Hice una canción para abrir los ojos sobre esa realidad y para que la gente abra su corazón y los acepte.
¿Cuál considera que es el tema musical que lo universalizó?
Me cuesta saber cuál fue, es difícil porque las canciones que están en este cd son las que se ubicaron en el primer lugar del ranquin en alguna radio del continente. Todas tuvieron gran alcance. Ahora, por ejemplo, alcanzó el primer lugar en Brasil.
¿En qué momento nació Alberto Plaza, el artista?
En el Festival de Viña del Mar, donde participé en el 85 y obtuve el tercer lugar con la canción Que cante la vida. Esa fue la marca del inicio de mi carrera profesional, porque empecé a cantar antes de hablar y en el colegio cantaba en festivales.
Si pudiera cambiar algo de estas tres décadas de vida artística, ¿qué sería?
No sé, tal vez lo que me hubiera gustado cambiar es no haber cambiado cosas. A veces hice cosas bien y las cambié y no debí hacerlo.
¿Qué canción describe más acertadamente un momento de su vida?
He escrito más de 100 y menos de 200 canciones y todas describen un momento de mi vida. Una fue hecha por un dolor de amor, otra para festejar el nacimiento de mi hijo y una más para celebrar el tratado de paz entre Chile y Argentina. Todas mis canciones tienen mi ADN.
¿A qué persona seguiría toda la vida?
A mí mismo.
¿Le han pedido algo que no pueda dar?
Muchas veces, desde una muestra de amor hasta presencia física en algunos lugares. Las mujeres son de mucho contacto, del abrazo. Seguramente esa canción de No me pidas más de lo que pueda dar la escribí cuando estaba siendo afectado por ese hecho.
¿Cuáles son sus defectos?
No seré yo quien los diga.
Usted creó una fundación contra el maltrato infantil, con sede en Santiago y Colombia. ¿Cómo marcha ese proyecto?
Es una fundación que trabaja para crear un mundo mejor para los niños. Comenzamos en Chile y en Colombia estamos en Bogotá, Pereira y Cartago. Ahora, abrimos sede en Costa Rica.
Su trayectoria incluye más de 1.500 conciertos en América Latina. Una anécdota que recuerde de esas presentaciones.
Recuerdo una vez que en Chile detuvieron el concierto porque una mujer estaba dando a luz en el público, prendieron las luces y era una cosa de locos. Resultó ser una broma universitaria, en ese país los estudiantes que ingresan a las universidades tienen la costumbre de competir por hacer la mejor broma. Gana más puntos el que hace la broma más espectacular y la que sale en los diarios. Y lo consiguieron, ganaron.
Usted está dedicado también a estudiar la cienciología. ¿Cómo le ha cambiado la vida esto?
Estoy justo en eso, haciendo cursos. Lo que hace la cienciología es que toma tus propósitos originales y los recupera, porque en la vida cada uno de nosotros va olvidando lo que quiere hacer. He recuperado la fuerza para poner en marcha mis propios sueños y eso es muy valioso. No es que me cambió la visión de la vida, me rehabilita la visión de la vida.
¿Siempre viste de camisa negra y jeans?
Jeans he usado toda mi vida, es lo más cómodo, y uso el mismo modelo de camisas negras. El tema de la ropa me aburre mucho, no me gusta distraer mi atención pensando en qué voy a ponerme, porque eso quita energía que podríamos usar en otra cosa.
Usted ha dicho que vivirá 100 años, ¿cómo se imagina su vejez?
Es probable que a esa edad ya no esté cantando, pero sí disfrutando de ayudar a los demás a cumplir sus sueños. Espero lograrlo llevando una vida sana, buena alimentación, no tomo alcohol, no consumo drogas, tomo vitaminas y voy al gimnasio todos los días. Si las condiciones cambian y hay que vivir 100 años más, viviremos. Recuerda que con el avance de la tecnología, en 30 años podríamos ir a la farmacia a comprar un hígado.