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¿De dónde nace la idea de la película “No estaba muerto, andaba de parranda”?
La película nace de un reportaje argentino en donde entrevistaban a varios personajes preguntándoles qué harían si les quedaran seis meses de vida. Las repuestas fueron muy diferentes y divertidas, pero en general se enfocaban en la cantidad de aventuras que a todos nos gustaría realizar y que nunca hacemos por motivos económicos, de tiempo o de salud.
¿Se basó en esos testimonios para hacer la película? ¿Cómo realizó el casting?
La mayoría de los testimonios se basaban en el amor, pero hubo uno que hablaba de la amistad, por lo que decidí contar una historia de amigos, y quién mejor para hacerla divertida que Ricardo Quevedo y Polilla. Luego aparece un personaje femenino interpretado por Liss Pereira.
¿Por qué es un buen plan ver esta cinta?
Es una comedia familiar perfecta para iniciar el año, ya que, aparte de divertir y hacer reír a sus espectadores de principio a fin, nos ayudará a reflexionar un poco sobre la manera como estamos viviendo. Tal vez muchos sentirán la necesidad de hacer cambios en su diario vivir.
Luego de 16 películas, ¿qué trae esta película de nuevo?
Creo que no solo es una de las películas más divertidas que he realizado sino que la aventura de sus personajes por el mundo nos llevará de paseo por los mejores paisajes de Europa. Es una historia en la que los espectadores acompañarán a Juan Pablo (Ricardo Quevedo) y Javier (Polilla) en el viaje de sus sueños a España, Francia e Italia.
¿Por qué siempre graba fuera de Colombia?
Emigré de Colombia cuando tenía 18 años y gracias a Dios tuve la oportunidad de regresar 16 años después. Durante el tiempo por fuera nunca perdí mi esencia como colombiano, siempre vi el mundo desde nuestra perspectiva alegre y rebuscadora. Creo que por eso viví muchas anécdotas e historias como inmigrante que siempre me han parecido interesantes de contar en largometrajes.
¿Cómo es el proceso para construir un guion?
Es un proceso creativo muy bonito, porque no lo hago solo. Varios de los actores que trabajan conmigo son comediantes muy apasionados por el cine que me acompañan y ayudan a desarrollar las historias completas. Yo me encargo de hacer el primer corte del guion, armando la estructura de la historia, pero el libreto final es el resultado del trabajo de todos.
¿Por qué hacer cine en Colombia y por qué ir a ver cine colombiano?
Lo mejor de hacer cine es contar tus historias para que sean vistas por el público que se divierte y se identifica con ellas. En Colombia, la mayoría de espectadores disfrutan nuestro cine, por lo que para mí es muy gratificante poder trabajar para ese público e intentar en cada largometraje que se cumplan las expectativas. Yo creo que no hay que ir a ver cine colombiano simplemente porque es colombiano. Creo que hay que ver el género que nos gusta y el cine con el que nos identificamos, independientemente de si es o no colombiano. Si queremos tener una industria cinematográfica aquí tenemos que realizar producciones de diferentes géneros.
¿Cuál es su película colombiana favorita y cuál es su libro colombiano favorito?
El Embajador de la India y Cien años de soledad.