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Además de por sus habilidades con el balón, los futbolistas son admirados por crear tendencias, y con el Mundial de Fútbol de Sudáfrica se impone la moda de la barba de dos días, según un estudio divulgado.
Cuando no eligen un rasurado perfecto, la barba incipiente es el estilo preferido por un tercio de los futbolistas del mundo, mientras que un 19,5% prefiere lucir la barba clásica, el bigote o la barba debajo del labio interior, según el estudio Philips World Cup 2010.
Por sus atrevidos y peculiares estilos de vello facial, los jugadores del equipo de Costa de Marfil resultan los más creativos. Muy de cerca les siguen los futbolistas de Estados Unidos que adoran jugar con su imagen y combinar el bigote sencillo con la barba.
El 20% de los jugadores españoles muestran mostachos combinados con barbas, mientras que un 32% de los argentinos apuestan por la barba de dos días.
Si el 4% de los brasileños les gusta mostrarse con barbilla y patillas, a los jugadores australianos les vuelve locos lucir la tira de pelo en el mentón, según el estudio.
La selección del Reino Unido prefiere combinar el bigote con la perilla, mientras que la de Francia apuesta por combinar el mostacho con una perilla más poblada.
Mucho más tradicionales, los jugadores alemanes saltan al centro del campo con un afeitado impecable, aunque algunos de ellos se permiten la licencia de lucir una informal barba de dos días.
El estudio Philips World Cup 2010 recoge que al 55 por ciento de los jugadores de la selección de Italia le encanta la barba de varios días, el afeitado apurado y el bigote completo con perilla.
Los daneses, los holandeses y los portugueses, poco amantes de los cambios, optan por lucir un rasurado perfecto y convencional.
"Son muchos los aficionados que se fijan en el estilo que lleva su ídolo en el campo", dice Gonzalo Condés de Bethencourt, director de comunicación de Phillips.
El informe se ha realizado sobre 215 jugadores de fútbol de doce selecciones del mundo que "ofrecen mayores niveles de creatividad en estilo de vello facial", explica Condés de Bethencourt.