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¿Cuál es la clave para que cada año el Carnaval de las Artes converja en medio del jolgorio del Carnaval de Barranquilla y pueda demostrar que Barranquilla es letras, cine, periodismo y no solo fiestas?
Es clave la mezcla de performance con diálogo y el principio fundamental de no aburrirse para no aburrir. Le armamos fiesta al pensamiento, le hacemos feria al análisis.
El evento llega a su edición número XIV, ¿cómo hace para innovar y demostrar que se trata de un espacio cultural en el que cada año hay algo nuevo para mostrar?
No buscamos demostrar nada, sino ofrecer espacios, guiados por la curiosidad y el asombro. Somos una revista anual de conocimiento y opinión.
¿Cuál es el evento que no deberían perderse en esta edición del Carnaval de las Artes?
Como hay para todos los gustos, lo mejor es no excluir.
¿Qué tiene Colombia que no tienen los otros países que usted visitó y vivió?
Para empezar, tiene millones de colombianos, con todo lo bueno y lo malo que eso significa.
¿Qué tiene Barranquilla que no tienen otras ciudades de Colombia?
Mi familia, mis amigos, mi gente.
¿Cómo se imagina a Barranquilla en cinco años hablando de la cultura?
Me la imagino con el más hermoso teatro municipal.
¿Qué valor tiene La Cueva en su vida?
Tiene los recuerdos que me habría gustado vivir.
¿Qué conversación con un autor del Caribe le gustaría volver a tener?
Una imposible con Guillermo Cabrera Infante sobre música y humor. Todas con mi compadre Efraim Medina Reyes.
Una anécdota que pueda contarnos del Grupo de Barranquilla.
Una tarde el fotógrafo Enrique Scopell entró con Germán Vargas a la Lonchería Americana y ahí encontraron a Álvaro Cepeda y a García Márquez conversando en una mesa. -Véanlos, gritó Enrique-. Shakespeare y Vasconcelos… Y dijo en voz baja a Germán:
-Los dos pensarán, por supuesto, que el otro es Vasconcelos.
¿Qué ha sido lo más difícil en la construcción de la cultura a través del arte?
El tener que invertir tanto tiempo en la consecución de recursos.
La crisis del teatro Amira de la Rosa ¿cómo afecta el desarrollo de la cultura?
La crisis del Amira se da por la irresponsabilidad de algunos, la desidia de muchos y la demora de unos cuantos. De todos modos, la cultura busca otros caminos, espacios y formatos.
La política y el arte: ¿qué tienen en común y qué las diferencia?
Las dos apelan a la creatividad. La política estructura, el arte superestructura y no puede ser función, objetivo ni meta. La libertad mueve al arte, mientras todo lo material es, en últimas, prisión.
¿Cuál es el sueño que siempre ha querido cumplir y no ha podido?
Cuando tenía voz soñaba con cantar boleros en una orquesta, lo intenté pero no se pudo.
¿Cómo quiere ser recordado?
Con cariño. Bailando apretado.