Hublot, maestros de la relojería
Lleva más de una década trabajando para la compañía, que estuvo a punto de desaparecer a principios del siglo XXI. Su paso no ha sido en vano: logró reposicionar la marca con la colección Big Bang, una serie que representa el 60 por ciento de sus ventas hasta el día de hoy.
Un chat con...
Lleva once años como presidente de Hublot. ¿Cuáles han sido las innovaciones que ha tenido la compañía a lo largo de su trayectoria?
Una de las más importantes es la creación de la colección Big Bang, porque hemos creado un producto que no existía en el pasado y que representa el arte de la fusión de la tradición con el futuro y lo hace un modelo icónico hoy en día.
¿Cuál ha sido el mayor reto al estar al frente de la compañía?
Cuando comenzamos con Jean-Claude Biver, director ejecutivo, en 2004, la marca estaba muy dormida, hacía pocos relojes, contábamos con 50 empleados. Desde ese momento comenzamos a trabajar en reposicionar la marca con la colección Big Bang, lo que nos hizo crecer en los últimos diez años. Hoy en día somos más de 500 personas, fabricamos 45 mil relojes al año y hacemos parte de las diez marcas más reconocidas de relojería suiza.
¿Se han visto afectados con la llegada de relojes como Apple Watch?
No, para nada. Apple Watch no es un reloj, sino un objeto conectado, que lo colocas sobre la pulsera. Lo que nosotros hacemos son relojes mecánicos con mucha innovación tecnológica en los materiales. Vendemos un objeto por lo que es, por lo que representa, y para nada nos afecta.
¿Cómo competir ante estas nuevas innovaciones en las que se implementan aplicaciones?
Hay que comprender que son mundos diferentes. Hablamos de dos cosas que no van juntas. El teléfono electrónico sobre la pulsera no es un reloj, entonces es un objeto que será obsoleto en dos años o menos y tendrás que tirarlo a la basura para comprar uno nuevo. Nuestros relojes, mecánicos, logran durar mucho más tiempo.
¿Cuál es el reloj más vendido de Hublot?
El Big Bang acero cerámica, creado hace diez años y que hasta el día de hoy representa el 60 por ciento de nuestras ventas.
¿De dónde nace el gusto por la relojería?
Con la vida. Nací en Neuchâtel, Suiza, que es una ciudad donde existe nuestra relojería, y desde niño he estado en ese mundo, así que la pasión creció con el paso del tiempo.
¿Cómo era su vida antes de dirigir Hublot?
He tenido una vida de crecimiento en mi carrera. Siempre he estado en la creación y producción de relojes en Bulgari, una marca de joyería y relojería italiana, allí estuve como jefe de producto y director de ventas, lo que me permitió aprender de este mercado para llegar a Hublot.
¿En algún momento de su vida el tiempo le jugó una mala pasada?
No, en la vida siempre hay momentos buenos y malos o difíciles. He trabajado toda mi vida y he tenido la oportunidad de vivir varias experiencias que me han permitido aprender para mejorar en el futuro.
Aparte de su trabajo, ¿qué otros aspectos de la vida lo apasionan?
El deporte en general. Tengo la suerte de que Hublot está apoyando el fútbol, así que he vivido momentos increíbles con la Copa del Mundo. También, me gusta cuando juega el Paris Saint Germain o el Chelsea, es una suerte vivir ese tipo de eventos. Pero también me apasionan mucho la gastronomía y los vinos. Cuando tengo tiempo, cocino.
¿Un vino y un plato que recomiende?
El vino claro, un Château Haut-Brion, que es un poco caro, pero también puede ser un vino suizo. Cerca de donde vivo, en Lucerna, hay buen vino blanco. En cuanto a comida, un buen pescado del Atlántico al horno.
¿Se considera sicorrígido?
Sí, porque me gusta que las cosas salgan bien. Soy muy apasionado.
¿Qué es lo más extremo que ha hecho en su vida?
He tenido experiencias increíbles buceando, lo que me ha hecho vivir situaciones un tanto peligrosas por el entorno.
Usted siempre se encuentra viajando. ¿Qué es lo primero que hace cuando llega a su casa?
Quitarme el traje elegante y estar un poco más cómodo. Después, estar con mi familia.
¿Un lugar emblemático y que le traiga buenos recuerdos?
Roma, cuando visité la Basílica de San Pedro en el Vaticano. Quedé impresionado por la arquitectura.
Para usted, ¿cuál es la mejor hora del día?, ¿por qué?
La mañana, cuando se levanta el sol. Porque tengo un día delante de mí y sé que voy a vivir cosas interesantes ese día.
¿Un libro que recomiende?
El alquimista, de Paulo Coelho.
¿Cuándo cree que será el mejor momento para retirarse?
Cuando la motivación se acabe. Puede ser a los 80 o 90 años, pero eso no lo he pensado.
Lleva once años como presidente de Hublot. ¿Cuáles han sido las innovaciones que ha tenido la compañía a lo largo de su trayectoria?
Una de las más importantes es la creación de la colección Big Bang, porque hemos creado un producto que no existía en el pasado y que representa el arte de la fusión de la tradición con el futuro y lo hace un modelo icónico hoy en día.
¿Cuál ha sido el mayor reto al estar al frente de la compañía?
Cuando comenzamos con Jean-Claude Biver, director ejecutivo, en 2004, la marca estaba muy dormida, hacía pocos relojes, contábamos con 50 empleados. Desde ese momento comenzamos a trabajar en reposicionar la marca con la colección Big Bang, lo que nos hizo crecer en los últimos diez años. Hoy en día somos más de 500 personas, fabricamos 45 mil relojes al año y hacemos parte de las diez marcas más reconocidas de relojería suiza.
¿Se han visto afectados con la llegada de relojes como Apple Watch?
No, para nada. Apple Watch no es un reloj, sino un objeto conectado, que lo colocas sobre la pulsera. Lo que nosotros hacemos son relojes mecánicos con mucha innovación tecnológica en los materiales. Vendemos un objeto por lo que es, por lo que representa, y para nada nos afecta.
¿Cómo competir ante estas nuevas innovaciones en las que se implementan aplicaciones?
Hay que comprender que son mundos diferentes. Hablamos de dos cosas que no van juntas. El teléfono electrónico sobre la pulsera no es un reloj, entonces es un objeto que será obsoleto en dos años o menos y tendrás que tirarlo a la basura para comprar uno nuevo. Nuestros relojes, mecánicos, logran durar mucho más tiempo.
¿Cuál es el reloj más vendido de Hublot?
El Big Bang acero cerámica, creado hace diez años y que hasta el día de hoy representa el 60 por ciento de nuestras ventas.
¿De dónde nace el gusto por la relojería?
Con la vida. Nací en Neuchâtel, Suiza, que es una ciudad donde existe nuestra relojería, y desde niño he estado en ese mundo, así que la pasión creció con el paso del tiempo.
¿Cómo era su vida antes de dirigir Hublot?
He tenido una vida de crecimiento en mi carrera. Siempre he estado en la creación y producción de relojes en Bulgari, una marca de joyería y relojería italiana, allí estuve como jefe de producto y director de ventas, lo que me permitió aprender de este mercado para llegar a Hublot.
¿En algún momento de su vida el tiempo le jugó una mala pasada?
No, en la vida siempre hay momentos buenos y malos o difíciles. He trabajado toda mi vida y he tenido la oportunidad de vivir varias experiencias que me han permitido aprender para mejorar en el futuro.
Aparte de su trabajo, ¿qué otros aspectos de la vida lo apasionan?
El deporte en general. Tengo la suerte de que Hublot está apoyando el fútbol, así que he vivido momentos increíbles con la Copa del Mundo. También, me gusta cuando juega el Paris Saint Germain o el Chelsea, es una suerte vivir ese tipo de eventos. Pero también me apasionan mucho la gastronomía y los vinos. Cuando tengo tiempo, cocino.
¿Un vino y un plato que recomiende?
El vino claro, un Château Haut-Brion, que es un poco caro, pero también puede ser un vino suizo. Cerca de donde vivo, en Lucerna, hay buen vino blanco. En cuanto a comida, un buen pescado del Atlántico al horno.
¿Se considera sicorrígido?
Sí, porque me gusta que las cosas salgan bien. Soy muy apasionado.
¿Qué es lo más extremo que ha hecho en su vida?
He tenido experiencias increíbles buceando, lo que me ha hecho vivir situaciones un tanto peligrosas por el entorno.
Usted siempre se encuentra viajando. ¿Qué es lo primero que hace cuando llega a su casa?
Quitarme el traje elegante y estar un poco más cómodo. Después, estar con mi familia.
¿Un lugar emblemático y que le traiga buenos recuerdos?
Roma, cuando visité la Basílica de San Pedro en el Vaticano. Quedé impresionado por la arquitectura.
Para usted, ¿cuál es la mejor hora del día?, ¿por qué?
La mañana, cuando se levanta el sol. Porque tengo un día delante de mí y sé que voy a vivir cosas interesantes ese día.
¿Un libro que recomiende?
El alquimista, de Paulo Coelho.
¿Cuándo cree que será el mejor momento para retirarse?
Cuando la motivación se acabe. Puede ser a los 80 o 90 años, pero eso no lo he pensado.