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"Declaro mi consentimiento a un contrato de matrimonio entre mi queridísimo nieto el príncipe Enrique Carlos Alberto David de Gales y Rachel Meghan Markle", escribió la reina el miércoles en una carta al Consejo Privado, que asesora a la monarca. (Imágenes Meghan Markle participa en su primer acto oficial junto a reina Isabel II).
El príncipe Enrique, de 33 años, es el quinto, después de su padre Carlos, su hermano Guillermo y los dos hijos de éste, sus sobrinos. El próximo nacimiento de otro hijo de Guillermo le relegará al sexto puesto.
Enrique y Meghan se casarán el 19 de mayo en el castillo de Windsor, una residencia real cerca de Londres.
En el caso de que la reina no hubiera consentido la unión, el príncipe Enrique podría haber seguido adelante con la boda, pero con la condición de renunciar al trono para sí y todos sus herederos.
Este requerimiento se estipuló en la Ley de Matrimonios Reales de 1772, que ordenaba que todos los descendientes del rey Jorge II, quien reinó entre 1727 y 1760, obtuvieran la aprobación del monarca antes de contraer matrimonio.
La normativa se mantuvo vigente hasta hace apenas cinco años, cuando se estableció la Ley de Sucesión de la Corona, que cambió la preferencia por primogenitura masculina de sucesión al trono por una de primogenitura absoluta o lineal.
Esa misma ley también acabó con el requerimiento de consentimiento real para el matrimonio para todos los descendientes del rey Jorge II y lo limitó a las seis primeras personas en la línea de sucesión a la Corona.