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Jorge Cao: “Martín Acevedo es el abuelo de varias generaciones”

El actor cubano asegura que su personaje en “Pasión de gavilanes”, famoso por su humor y personalidad, le permitió abordar temas tan sensibles y necesarios como el ser anciano.

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13 de agosto de 2020 - 02:00 a. m.
Jorge Cao en el papel de Martín Acevedo, un militar retirado de 73 años.
Jorge Cao en el papel de Martín Acevedo, un militar retirado de 73 años.
Foto: Cortesía Caracol Televisión
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¿Cuál fue su reacción al saber que Caracol Televisión iba a retransmitir “Pasión de gavilanes”?

Fue una alegría inmensa, porque creo que es un momento muy difícil para el ser humano y Pasión es, y seguirá siendo, uno de los productos más importantes que se haya realizado en la televisión colombiana en los últimos 25 años. Es un producto visualizado, pensado, estructurado y realizado para conquistar el mundo, y lo conquistó. La telenovela, en estos 17 años, nunca ha desaparecido y se ha visto en una cantidad de países inimaginables, fue creada para eso y lo logró.

¿Qué representó el personaje de Martín Acevedo en la vida de Jorge Cao?

Fue algo muy importante para mí, y uno de mis trabajos más bendecidos. Nunca pensé en interpretar a Martín porque venía de realizar un papel antagónico en La venganza y había sido muy exitosa internacionalmente, estuvimos en varios sitios, ganamos muchos premios y, de un momento a otro, me convertí en el villano de Latinoamérica. Entonces, al tener ese título, las personas no me sacaban de ese estereotipo y por eso no me querían en el rol de Martín porque era alguien diferente. Pero fui muy insistente y pedí que me hicieran el casting y al final quedé aquí. Recuerdo que nosotros (todo el elenco) estuvimos ensayando como 35 días antes de comenzar las grabaciones, y cuando se dijo acción realmente los Elizondo eran una familia completa y real.

Después de 17 años, ¿cómo definiría a su personaje?

Martín es un personaje de una humanidad extraordinaria y de una contemporaneidad inmensa. Lo vislumbré y supe que esto me iba a dar una oportunidad de comunicación muy especial, porque podía abordar temas que partían desde la familia y de los relacionados con la tercera edad. En las familias, desgraciadamente, los abuelos han ido desapareciendo o en algunos casos los tienen metidos en un rincón de la casa, y los que tienen más dinero, pues los mandan para otro lugar y los demás que se mueran porque no sirven para nada. Resultó que en la confrontación con el público nos dimos cuenta de que este personaje era esa figura de la familia que llega a convertirse en alguien imprescindible porque tiene la experiencia de vida, es una persona que amplió su capacidad de observación del mundo que lo rodea, es un hombre que no tiene prejuicios, logra el equilibrio, que no se asombra por nada porque ya todo lo vivió y es alguien que siempre está ahí para proteger a sus nietas, pero también para decirles cuando están equivocadas.

¿Qué elementos le prestó a Martín Acevedo para que se convirtiera en uno de los personajes más queridos de la televisión?

Le creé una historia a Martín. Todos saben que él está en sillas de ruedas, pero nadie sabe la razón, así que dije que él estaba así porque había tenido un accidente que le generó un problema en la columna vertebral. Además, quise darle más vida y convertí la silla de ruedas en un caballo. Entonces, empecé a manejar la silla de ruedas y esa limitación para que él no fuera un limitado real en su proyección de vida, sino que fuera alguien diferente. Traté de crear este personaje a partir de mi propia humanidad y de la visión que tengo del concepto de familia.

¿Si tuviera la oportunidad le cambiaría algo al personaje de Martín Acevedo?

Creo que me dio la posibilidad de hacer un niño, un joven eterno y un hombre de carácter que sabe ordenar y mandar. Martín es alguien que te puede hacer reír a carcajadas y te hace llorar al mismo tiempo. Muy pocas veces los actores tenemos la posibilidad de interpretar un personaje en televisión con tantas aristas histriónicas y, la verdad, es que me gustó como quedó este personaje.

¿Cuál es el éxito detrás de “Pasión de gavilanes”?

Es un producto que parte de un maestro extraordinario, que para mí es el mejor escritor de telenovelas que tiene América Latina, es decir, Julio Jiménez. Él escribe de tal manera que no hay un solo personaje de la serie que no tenga una historia, que no tenga relación y que no guarde un secreto. Entonces, maneja todos los momentos del folletín del melodrama de una manera extraordinaria. Además, es un profesional que no solo produce, sino que está pendiente de sus actores y de cómo evolucionan en la historia.

¿Qué recuerdos le quedaron de esta producción?

Muchísimas experiencias de vida. Por ejemplo, una vez estaba en un avión y una señora se me acercó y me dijo: “Usted me ha salvado la vida”, y quedé muy impresionado porque tal vez me estaba confundiendo con alguien más y ella me dijo que no, que gracias al abuelo Martín y su manera de conducirse, ella abandonó al marido que la maltrataba y la tenía secuestrada en su casa en República Dominicana y se había venido para Colombia. También hay personas que te hablan y te dicen de cómo se recuperaron de un cáncer viendo “Pasión” y miles de cosas más. En cuanto al aspecto personal, la relación afectiva del núcleo del elenco fue mucho más allá del set, en el sentido de que somos una familia y siempre estamos en contacto con el otro.

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