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¿De dónde nace la idea de Juan Choconat?
Visitando a mi papá en su finca, que abandonó ocho años por culpa de la guerrilla. Esa finca era recreativa, pasábamos los fines de semana en familia, pero al volver estaba destrozada. Mi papá decidió sembrar cacao y en una de sus cosechas lo visitamos y nos contó que no vendía los bultos porque el precio estaba muy bajo. Nos dijo "Si yo que soy ingeniero sufro con esos precios imagínese al campesino que vive únicamente de esto. ¿Cómo sale de tanta pobreza?". Esa tarde echamos los bultos al carro y nació Juan Choconat. Quisimos crear un chocolate social que hiciera del campesino el protagonista de la historia.
¿Qué significado tiene su movimiento de "Chocolate Responsable?
El Chocolate Responsable es la estrategia con la que creemos que podemos ayudar de manera sostenible al campesino. Es pagarle más por su producción, educarle y motivar a sus hijos para que cojan las riendas de la finca, producir orgánico, proteger y multiplicar el cacao criollo –que es algo cercano al 0,05% de la población mundial de cacao– y entregarle al consumidor productos saludables que valgan lo que cuestan en el supermercado. El movimiento es alinear los precios justos para el campesino con los que está dispuesto a pagar el consumidor según la calidad y que sintamos cerca al campo a pesar de las dificultades que lo hacen parecer muy lejos.
¿Cuáles son los principales retos a los que se han tenido que enfrentar como emprendedores?
Conseguir clientes y aumentar la penetración son grandes desafíos cuando eres una marca nueva y tienes que generar confianza sin evidencia, sobre todo con los clientes más grandes que tienen altos estándares de calidad. Tienes que convencer a las cadenas y tiendas de que tu historia vale la pena y que se va a vender muy bien. Otro desafío grande ha sido crear la fábrica de chocolate, pues son ocho procesos que necesitan diferentes máquinas y empezamos con un crédito pequeño y nada más. Hemos ido creando la marca y la planta con lo que vendemos y ese ha sido un proceso muy bonito pero bastante duro, pues al principio producíamos todo artesanal y nuevos clientes sobrepasaban nuestra capacidad de producción en cada momento.
¿Cómo ve el mercado del cacao en Colombia?
Es pequeño pero el consumidor cada vez se está educando más y quiere experimentar el sabor puro del grano. En nuestro caso hemos sido una marca diferente, que no agrega manteca de cacao al chocolate sino que hace las barras con un porcentaje de cacao proveniente únicamente del grano, y eso le permite al consumidor experimentar el sabor verdadero del cacao de origen. Aún falta mucho pero vamos por buen camino y debemos buscar que el consumo per cápita se triplique en los próximos 2 años.
En 2018 fueron elegidos en el International Chocolate Awards como una de las mejores marcas de chocolate del mundo. ¿Qué significó para ustedes ese premio?
Fue una validación al sabor superior que están produciendo nuestros campesinos. Nuestra mayor preocupación está en hacer un chocolate que lleve prosperidad y desarrollo a estas familias y este premio es un gran impulso para que la gente esté dispuesta a pagar premium por nuestras barras. Al mismo tiempo nos abrió puertas en otros países donde se valora mucho el premio y a quienes les estamos contando las historias de Lucas, Urbey, Leila, nuestros campesinos. Con esto también le demostramos a nuestros campesinos aliados que el trabajo duro en la post-cosecha vale la pena y es un gran diferenciador de calidad.
¿Cuál es la importancia de participar en una feria como "Carulla es café"?
La feria es la mejor vitrina para contarle a los consumidores y a potenciales clientes de la marca sobre lo que hay en el mercado, y en nuestro caso, de contarles que llego el Chocolate Responsable a Carulla. A partir de la feria esperamos seguir buscando ser la mejor marca en traer las historias del campo a la ciudad y durante la feria la gente podrá ver de qué se trata Juan Choconat. Una de las experiencias que tendremos será la de visitar a nuestros campesinos por medio de la realidad aumentada. Tendremos gafas 360 y los visitantes podrán conocer Urbey en su casa o "irse" a San Juan a conocer a Ana Beatriz.
¿Qué novedades lanzarán en la feria?
Lanzaremos nuestros chocolates Sin Tostar, cuyo objetivo es proteger los antioxidantes del cacao que se pierden en el tostado. Estas barras tendrán 100%, 85% y 76% de cacao. También lanzaremos la primer barra de chocolate con Monk Fruit en Colombia, este es uno de los mejores endulzantes del planeta; tendremos nuestros chocolates de mesa para quienes quieren que el chocolate del desayuno sea especial y delicioso, y lanzaremos la primer crema de cacao del mercado con solo 3 ingredientes: avellanas, cacao y panela.
Uno de los lanzamientos que harán en la feria son las barras de cacao sin tostar. ¿Cuál es la diferencia con las otras?
El cacao tiene muchos antioxidantes y se ha demostrado por científicos que tienen beneficios para la salud. Específicamente para la visión, el sistema cardiovascular, el funcionamiento cerebral, el cáncer, entre otros. Sin embargo, estos son sensibles al calor y solo en el proceso de tostado se pueden perder entre el 30% y el 80% de estos. Nuestra barra sin tostar omite este proceso y le entrega al consumidor un chocolate con notas más semejantes al vino que al chocolate, sabiendo a fruta fresca, pulpa de fruta y ciruelas o frambuesas. Además con el beneficio de no perder tantos antioxidantes por el tostado.
También van a participar de las charlas académicas de la feria. ¿Qué podrán esperar los asistentes?
Queremos enseñarles a catar chocolates y que aprendan sobre todo que el chocolate tiene más que sabor y aroma. Que detrás de cada barra está el trabajo del campesino y su ilusión para salir adelante. Muchos de nuestros campesinos no tienen electricidad, agua potable o unidad sanitaria y a través de iniciativas cómo esta logran tener mayores oportunidades, esto es lo que vamos a sensibilizar. También hablaremos un poquito de las variedades e historia del cacao.
¿Cuáles son sus proyectos?
A corto plazo queremos posicionarnos en Carulla, en el país y continuar abriendo más destinos de exportación. Queremos también ayudar a que nuestros campesinos aumenten su área sembrada para que tengan más para vender. Estamos trabajando en mediciones de impacto social pues nuestro objetivo no es simplemente que el campesino gane más. Queremos que sus ganancias generen calidad de vida y se vean bien invertidas. De nada sirve pagar más y que la plata no se vea en su calidad de vida.
La gente le teme al consumo del chocolate por las calorías. ¿Cuáles son los beneficios de consumir cacao?
El cacao tiene muchos antioxidantes pero al mismo tiempo otros compuestos que benefician la salud y que estimulan el sistema nervioso por medio de la serotonina y la theobromina. El miedo de comer chocolates debe estar para productos llenos de azúcar y grasas añadidas. La clave está en consumir más cacao y menos azúcar o grasas. En nuestras charlas en Carulla es café le explicaremos a los asistentes porque no hay que ver el chocolate oscuro como un "pecado" o sentir remordimiento tras comerlo.
¿Con qué acompañaría un chocolate?
Me encanta el chocolate con cafés especiales. Pienso que es el maridaje que nos hace sentir orgullosos como país, que nos recuerda que sobresalimos en el mundo por la calidad que producen nuestros campesinos. También con cervezas artesanales y whisky, siempre chocolates oscuros, sin leche. El maridaje de cacao con café también lo estaremos haciendo en la feria.
¿El chocolate enamora?
Todo lo que tiene especialidad enamora, pero el chocolate a lo largo de la historia se ha posicionado más que otras cosas. El cacao "enamoró" al rey de España luego de que había acusado de traición a Hernán Cortes por no devolverse de la exploración a México –él se quedó a conquistarlo– y luego fue enamorando a toda Europa y al resto del mundo luego de que la hija del rey Felipe 3 se lo llevara a Francia y se extendiera por el continente. En la mayoría de culturas es lo más usado para fechas como San Valentín, amor y amistad o el amigo secreto y eso le da una etiqueta social de encantador y especial para enamorar. Un mensaje final es invitar al consumidor a que nos enamoremos también de los campesinos comprando chocolates sostenibles y responsables, como Juan Choconat.