Usted ha escrito que existen en la sociedad muchos ídolos de cartón. ¿Considera que estos también existen en el periodismo?
Sí. Es tal la manera en la que las nuevas tecnologías han impactado el periodismo, que lo han involucrado dentro de la actividad comercial, generando que quien se informa empiece a identificar únicamente a ídolos de cartón y se está desviando la verdadera información.
¿Pero se debe acusar solo a las nuevas tecnologías?
El problema no es que las publicaciones en papel vayan en declive o el gran auge de los medios electrónicos. El verdadero asunto es darse cuenta de que se requiere una información verdadera. La gente necesita conocer la verdad y es el periodismo real el encargado de entregársela. Yo considero que si los medios valoran que ante todo el periodismo es contenido y calidad informativa, el resurgimiento informativo puede girar positivamente y se dejarán de publicar avisos publicitarios de una empresa disfrazados de información.
Estamos en una coyuntura política como ninguna otra. ¿Cuál considera debe ser el papel del periodismo en este ámbito?
Hay que estar muy atentos en que a medida que nos involucramos en la política, nos convertimos en víctimas de la misma. Albert Camus dijo: “El periodista es, ante todo, un ser humano dotado de ideas y sentimientos y comprometido con los hombres, es la voz de la humanidad que no puede hablar en voz alta”. En esa medida es que hablo de un compromiso político, con la realidad y la comunidad, pero ese mismo compromiso no debe ser partidista. En esta época en la que muchos medios de internet se asumen como periodísticos y no lo son, la labor del periodista es aún más importante.
¿Y hay quienes se toman el papel de periodistas?
Por supuesto. Para no ir más lejos, hace poco en un foro transmitido por televisión el país vio cómo un dirigente de la Federación de Ganaderos se desempeñaba como periodista, avalado en que escribe una columna en un medio de comunicación de la Costa, afiliado a un partido político. Entonces en este caso no hay producción de información, lo que se produce es propaganda. Esa es la trampa en la que estamos.
¿Les falta preparación a los nuevos estudiantes en las aulas?
Creo que el caso es de entrega de ese estudiante. Debe saber leer y escribir muy bien. Eso requiere dedicación. De allí en adelante las facultades deben estar abiertas a la vocación de ese universitario.