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Ha clasificado para los Olímpicos de Río 2016 al ganar en Toronto, Canadá. ¿Cómo es su plan de entrenamiento de aquí a la competencia?
Lo iniciaremos el otro año; por ahora vamos a descansar. El otro año haremos carreras bastantes rápidas para mejorar la participación en los Olímpicos.
¿Y continuará entrenando con Juan Carlos Cardona, quien es atleta olímpico?
Sí, claro que sí. Él es el entrenador que ha llevado todo mi proceso pensando en la clasificación, y por supuesto a mí me gustaría estar con él hasta que se nos den las cosas.
¿Qué se siente al saber que estará presente en unos Olímpicos, máximo sueño de cualquier deportista?
Es como el premio mayor a todos los años de entrenamiento. Corro desde los trece años y cuando empecé a entenderlo fue mi sueño, y terminar de séptima en Toronto hizo realidad el sueño.
¿El hecho de clasificar a los Olímpicos ya es un premio para usted o sueña con subir al podio?
Sinceramente, el estar en un podio en los Juegos Olímpicos es realmente difícil. El atletismo en Colombia está mejorando, pero es un trabajo que se tiene que ver reflejado con constancia, no creo que pudiera dar para el podio. Por ahora quiero disfrutar los Juegos Olímpicos. Todo es ganancia.
Ha dicho que empezó corriendo a los trece años. ¿Cómo descubrió que esta sería su profesión?
La verdad, cuando empecé sólo jugaba, no lo veía como una profesión. Era una niña; simplemente íbamos a la pista del estadio Metropolitano de Barranquilla y jugábamos. Luego empecé a correr y fui la mejor en mi categoría, y de ahí en adelante me enamoré de esta profesión. Siempre entrenaba para que las otras niñas no me ganaran. Se hizo algo muy personal, era un objetivo, así que siempre quería ser la mejor. Luego me retiré, duré tres años por fuera y regresé.
Es sobrina de Iglandini González, representante olímpica en Atlanta 1996 y Sídney 2000. ¿Ella influyó en su gusto por el atletismo?
Sí. Empecé a entrenar con ella y ver que era la mejor del país en atletismo hizo que la viera como un ídolo. Ella siempre me decía que yo tenía mucho talento. Me apoyó mucho, me llevaba a entrenar con ella en Bogotá, en el Centro de Alto Rendimiento. Eso me hizo conocer la vida de un deportista de alto rendimiento desde que se levanta hasta que se acuesta.
¿Y en qué momento decidió estudiar asesoría comercial y operaciones en entidades financieras y trabajar para el Banco de Bogotá?
Después de que estuve con Iglandini en Bogotá, regresé a Barranquilla con mis papás. Tenía 15 años. Allí terminé mi bachillerato y apenas me gradué viajé a Bucaramanga, a entrenar con Pedro Elías Ortiz, también campeón olímpico, pero para ese entonces ya había cambiado de categoría y no estaba dando el mismo rendimiento. Vi la necesidad de entrar a estudiar y buscar un trabajo. Estuve en el Banco de Bogotá durante tres años, como cajera, asesora comercial y supernumeraria. Luego me encontré con Álvaro Forero, quien fue el que me convenció de regresar.
En su regreso a la pista también influyó la corredora olímpica Érika Abril. ¿Qué le dijo ella?
Justo cuando salí a vacaciones visité a Álvaro y a Erika. Para ese tiempo ella había sido seleccionada para participar en los Olímpicos, así que estuve entrenando todo el tiempo con ella y pude llegar al nivel de atleta élite.
En la pista, ¿cómo maneja la ansiedad?
He aprendido bastante, era una atleta muy ansiosa. No era capaz de controlarme en una carrera, quería estar adelante, quería correr más rápido, y las fuerzas no me alcanzaban para el final. Ahora soy más calmada e inteligente para correr.
¿Cuál es su referente o modelo a seguir en el atletismo?
Mi entrenador, Juan Carlos Cardona, que a pesar de la edad pudo clasificarse a tres olimpiadas y está pensando en la cuarta clasificación. Puedes llegar hasta una edad avanzada en el atletismo si te sabes llevar.
En 2014 fue la mejor colombiana del Cuarto de Maratón de Bucaramanga, la Media Maratón de Medellín, la Media Maratón de Palmira y la Media Maratón de La Ceja, además ganó la Energizer Night 10K. ¿Cuál es el triunfo que más ha disfrutado?
La Carrera de la Mujer, en Barranquilla, porque fue la primera carrera que gané como atleta élite, además de ser la ciudad donde está toda mi familia, e iban a estar allí para verme correr después de mi regreso.
¿Qué tan difícil es ser atleta en Colombia?
Es bastante difícil cuando vienes de abajo. En el atletismo sólo te apoyan cuando ya te ven ganar, así lo he entendido con el tiempo. Afortunadamente ya hay en Colombia algo que se llama Talentos Atletismo Colombia, que se dedica a apoyar a jóvenes talentos. Cuando empecé, ese tipo de ayudas no existían.
¿Ha recibido apoyo de la Federación para la construcción de su carrera?
No. Apenas este año empecé a trabajar con ellos, porque hago parte del equipo Atletas con Porvenir.
¿El papel de Caterine Ibargüen en el atletismo mundial ha sido importante para este deporte en Colombia?
Claro que sí. Ella ha cambiado la mentalidad de muchos. Caterine Ibargüen nos ubicó donde nos tenían que ubicar a los atletas. Ella ha motivado a muchos atletas jóvenes a continuar en la profesión.
¿Cree que el tema de dopaje es un asunto de nunca acabar?
Es un tema bastante difícil. He leído mucho sobre el tema y parece que es complicado que acabe. Cada vez que los comités crean nuevas reglas, nacen otras formas de incumplirlas.
¿La figura de Usain Bolt engrandece el atletismo?
Sí, le da un estatus grandísimo al atletismo. Cualquier persona que escuche de Usain Bolt sabe quién es. Caterine Ibargüen también ha logrado ese reconocimiento, ahora que estuvo en el Mundial.
Finalmente, ¿por qué la maratón y no otra especialidad del atletismo?
Siempre he querido correr maratones. Por la edad no lo pude hacer desde pequeña, pero ahora hemos venido trabajando con mi entrenador, Juan Carlos Cardona, y con el equipo para lograr ese objetivo: correr maratón y clasificar a las olimpiadas. Todo salió como lo planificamos.