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¿De qué manera se sentirán identificados los colombianos con la trama de ‘La suegra’?
Mientras grababa, percibí que La suegra tenía un acierto importante: que los personajes se refieren a gente de verdad, con conflictos reales, que podrían encontrarse en cualquier casa y en cualquier familia del país. Y si a eso le sumas que es una novela hecha con mucho sentido del humor y una gran pasión, pienso que tiene muchas posibilidades de conectar con el público.
¿Qué tiene Jacqueline Arenal de Victoria?
El amor por la familia.
¿Cuál fue el reto actoral de interpretar el papel protagónico?
Primero, apropiarme de Victoria de un modo verdadero y cercano. Segundo, encontrar el equilibrio entre la Victoria que trabaja en un show de televisión y la mujer con problemas más reales.
¿Qué la cautivó de este proyecto?
Tiene muchos atractivos. Me encantó el apasionamiento de mi personaje. Me dio mucha confianza la dirección de Lucho Orjuela y Chemo Calvo. Y me motivó mucho el elenco: Christian Tappan, Andrés Parra, Paula Barreto, Laura Perico y María C. Botero, sólo por mencionar algunos.
¿De qué manera ‘La suegra’ constituye una propuesta innovadora en la televisión de Colombia?
No sé si sea una innovación, pero me gusta que combine conflictos de fuerza dramática con situaciones propias de la comedia.
Lleva casi 10 años en la televisión colombiana. ¿Qué percepción tiene de ella?
La admiro mucho. Creo que tiene un excelente nivel.
¿Qué diferencia el formato de la televisión cubana de la colombiana?
En cuanto a formato, no hay ninguna diferencia, porque, al igual que aquí, allí hay buenos dramaturgos, actores y directores.
¿Qué la enamoró de la actuación?
Está muy relacionada con mi vida desde pequeña. Mi madre (Marta Farré) era actriz de uno de los más importantes grupos de teatro de Cuba, Teatro Estudio; mi padre (Humberto Arenal) era escritor y director de teatro, y mi hermana (RiRi ), actriz y directora de teatro para niños. Crecí en una casa que muchas veces se convirtió en salón de ensayos y hasta en teatro.
¿Qué es la actuación para usted?
Es una manera de entender la vida, de vivirla.
¿Qué caracteriza a un buen actor?
Creo mucho en el trabajo, el estudio y el esfuerzo permanente.
¿Qué la hizo dejar Cuba?
Por el contrario, siento que tengo la suerte de tener dos países igual de cálidos conmigo. Algo que agradezco mucho.
¿Qué la cautiva de Colombia?
Es un lugar especial y querido para mí. Es un país que me ha dado muchas oportunidades de trabajo. Aquí encontré buenos amigos y, sin lugar a dudas, Colombia es mi casa, mi segunda patria.
¿Su papel más querido?
Soy una actriz que necesita preparar mucho sus personajes, les dedico el mismo entusiasmo y por ello los quiero a todos.
¿Qué prefiere: el cine o la televisión?
Me siento muy a gusto en ambos medios. Cada uno me ha enseñado cosas y en los ds disfruto mucho. En la televisión he aprendido a establecer una comunicación con el público y en el cine disfruto el proceso de realización.
Aparte de la actuación, ¿a qué dedica su día a día?
A buscar espacios con mi familia y desde hace un tiempo estoy empeñada en sacar adelante la creación de una escuela de actuación donde los jóvenes tengan herramientas para desarrollar su trabajo y los actores profesionales encuentren el espacio para debatir los diseños de sus personajes.
¿Qué la apasiona?
Investigar sobre la actuación.
¿Un ‘hobby’?
Bailar.
¿Cuál fue el mayor legado que le dejó su padre, el escritor cubano Humberto Arenal?
Su amor. Recuerdo los maravillosos cuentos que me inventaba cada noche antes de dormir y su incansable talento para trabajar y crear.
¿Cada cuánto viaja a Cuba?
Cada vez que tengo la oportunidad.
¿Ha contemplado la posibilidad de volver al cine o la televisión cubanos?
Sería un placer, siempre y cuando mis proyectos en Colombia me lo permitan.