Si yo no fuera de Cúcuta me atrevería a decir que la ciudad pertenece a un territorio del país vecino, porque así lo han vendido las noticias desde que tengo uso de razón. No hablan de Cúcuta sin mencionar a Venezuela. Y no está mal. En las calles de la ciudad fronteriza es común oír el lindo y contagioso acento venezolano, también en los colegios y en las universidades. Distintas generaciones de cucuteños crecieron reconociendo la hermandad con Venezuela.
Sin embargo, el municipio de Cúcuta, capital del departamento de Norte de Santander, hoy tiene un mensaje diferente para ofrecerles a los colombianos y tiene que ver con la celebración de la tercera edición de la Feria de Cúcuta, que este año busca rescatar tradiciones. María Teresa Gelves, subsecretaria de cultura y turismo de la ciudad, cuenta con qué objetivo nació el evento, las sorpresas que habrá este año y los planes para los visitantes.
Un poco de contexto…
Antes de hablar de la Feria, me gustaría hablarles de Cúcuta, que es la razón de ser del evento. La ciudad es un destino multicultural que desde la época de la colonia ha tenido influencia europea y de otros países que ha llevado a que muchos cucuteños desconozcan sus raíces autóctonas y propias de la región.
Por ejemplo, el primer aeropuerto que tuvo Colombia fue el Aeropuerto Internacional Camilo Daza, esta fue la primera ciudad del país desde donde se exportó carbón. Cúcuta tuvo el primer sistema ferroviario a nivel nacional. Aquí se firmó la primera Constitución y el primer presidente de Colombia fue Francisco de Paula Santander, un cucuteño.
¿El propósito de la Feria de Cúcuta es rescatar esa historia?
Realmente, son varios los propósitos. Uno de ellos es que los cucuteños conozcan y reconozcan sus raíces y costumbres, que se sientan orgullosos de haber nacido en una de las ciudades más históricas del país. Lo segundo es convertir a la ciudad en un destino turístico, no solo porque tiene todo el potencial, gracias a su gastronomía, su riqueza natural y a la calidez de la gente, sino porque sería una salida importante a la problemática económica y social que estamos viviendo. Y el tercer propósito es invitar a los colombianos a que vengan y vivan la experiencia cucuteña, la ciudad ha evolucionado muchísimo, no es ni parecida a lo que era hace tantos años.
Esta es la tercera edición de la Feria, ¿qué actividades realizarán?
El primer día de Feria, es decir el miércoles 18, tendremos el Festival del Duende. Cúcuta es conocida como casa de duendes, porque cuenta la historia que a los colonos se les aparecían estos personajes con aspecto de niño para augurarles éxito y prosperidad en sus tierras o en lo que iban a comercializar. En honor a esa tradición se hará un desfile de carrozas donde participan instituciones, universidades y colegios por toda la ruta de la Feria, que concluye en las cascadas del Malecón. Ese día, la actividad termina con una serenata a Cúcuta, en la que participarán 100 mariachis y habrá concierto de Kevin Flórez.
Otras actividades que tendremos son: la Guerra de Minitecas, que se hará el 15 de julio, en el Club Cazadores, la cabalgata; el desfile de autos antiguos, el desfile de los clubes de carros y motos modificados, el Gran Concierto, que será el jueves, donde habrá dos tarimas simultáneas: una de rock y otra para todo el público, en esta participarán Pipe Peláez y el Churo Díaz, entre otros artistas locales.
También tendremos una feria artesanal, ubicada en el Parque Fundadores; la tradicional muestra multicultural llamada Global Village; el encuentro de emprendedores llamado Emprende Fest; la elección y coronación de la Señorita Cúcuta, que será el sábado y, este mismo día, será el partido de los artistas de la farándula nacional con personalidades de la ciudad.
¿Cómo ha ido cambiando la Feria en estos años?
Hemos evolucionado en muchos aspectos. Al comienzo, cuando empezamos a vender la Feria en la ciudad, la tarea era hacer que los empresarios creyeran en la Feria de Cúcuta, que los cucuteños se sintieran identificados. Fue un trabajo superfuerte, porque debíamos convencer a la gente de que creyeran en el evento y ahora toda la ciudad está muy conectada. Este año, muchas instituciones grandes quisieron vincularse, por iniciativa propia, motivados por los buenos resultados en las cifras económicas. En este momento, ya estamos preparados para convertirlo en un evento nacional.
¿Cómo ha sido la asistencia de los cucuteños?
A nosotros nos gusta bastante el folclor, así que la acogida ha sido muy buena, desde el principio. La tarea está más en hacer que se apropien de la historia de la ciudad, porque estamos acostumbrados a un tema multicultural, pero no estamos arraigados a nada. Hoy los cucuteños ya esperan año tras año la Feria, incluso los habitantes de los municipios aledaños.
Más allá de la Feria, ¿qué otros planes les ofrecen a los visitantes?
La Feria genera tres rutas turísticas: para los amantes de la naturaleza, el plan incluye caminatas, una visita a Pozo Azul, a San Pedro y otros lugares del área metropolitana; para los que prefieren la cultura, los llevamos a las quintas, la Casa del General Francisco de Paula Santander, la Biblioteca Pública Julio Pérez Ferrero y a otros monumentos históricos de la ciudad. Y para los más rumberos tenemos la ruta por El Malecón, que incluye una cena, plan de discoteca o, si prefieren más descanso, los llevamos a unos pozos de aguas termales donde se les hace una actividad de relajación.
Adicional, este año estamos implementando el turismo negro, que consiste en un recorrido por el cementerio central en el que hay personas que cuentan historias de la ciudad, otros se disfrazan para contar leyendas. Varios cucuteños ya lo han hecho y ha tenido buena acogida y comentarios positivos.