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Es cáustico con las adhesiones de Carlos Rodado y los hijos simbólicos del conservatismo a la U, pero le abre las puertas al ex ministro Arias. Habla de Mockus como un “fenómeno de rebeldía urbana” y a Santos le recomienda “no desesperarse”.
Cecilia Orozco Tascón.- Antes de las elecciones del 14 de marzo, se daba por seguro que la consulta conservadora sería ganada por Andrés Felipe Arias. ¿A qué le atribuye el éxito de Noemí Sanín, que tomó por sorpresa hasta al propio Arias?
Juan Gabriel Uribe.- Una parte, al trabajo que se hizo en las bases conservadoras. La otra, al hecho de que Noemí tiene carisma, es mujer, tiene sus propios votos y representa el ala social del partido. Ganamos el premio de montaña en ese momento. Ahora seguimos luchando en la general.
C.O.T.- ¿No cree que hubo muchas personas que votaron por Noemí, sin ser conservadoras, simplemente para castigar a Arias por los escándalos de Agro Ingreso Seguro y otros?
J.G.U.- No creo. El grueso del Partido Conservador votó por Noemí, como puede comprobarse con los resultados electorales de los congresistas que la respaldaron.
C.O.T.- ¿Entonces cuánta votación espera en la primera vuelta?
J.G.U.- Siempre me ha parecido de mal agüero hacer pronósticos electorales. Pero, por supuesto, debe darse un volumen de votos tan respetable como los que ha conseguido el Partido en los últimos años.
C.O.T.- La votación más sorprendente de Noemí fue la del Valle del Cauca. Acaban de destituir al gobernador, precisamente por hacer proselitismo para Arias. ¿Cómo rompieron la presión contra ustedes en ese departamento?
J.G.U.- Noemí hizo diez viajes al Valle del Cauca y eso dio resultados, aun contra el gobernador. También le atribuimos el buen resultado a su tesis de que los subsidios agrícolas deben ir sólo a los campesinos, mientras que los agricultores más pudientes pueden acceder a créditos blandos o a subvenciones similares, pero con retorno al fisco. Eso le demostró a la gente que Noemí tiene sensibilidad social y generó una solidaridad popular con ella que todavía persiste.
C.O.T.- Segundo: ¿La destitución —en primera instancia— del gobernador Abadía es un triunfo poselectoral de Noemí y otra derrota para Arias?
J.G.U.- Yo no lo pondría en esos términos. Con esa decisión, la Procuraduría está mandando una señal generalizada de que hay que actuar con limpieza en política. Por eso también es necesario que se investigue la utilización para efectos electorales de programas estatales exitosos como Familias en Acción. Es nefasto que, de acuerdo con la denuncia de algunos medios, alguna campaña se vea favorecida con la manipulación de las subvenciones oficiales.
C.O.T.- El ex ministro Arias se comprometió a acatar los resultados de la consulta conservadora. ¿Ha cumplido su palabra?
J.G.U.- En la campaña están todos los que reconocieron la legitimidad conservadora, que es la grandísima mayoría del Partido, incluido Arias.
C.O.T.- Me parece increíble que diga eso. Toda la gente de Arias está hoy trabajando al lado de Santos y las declaraciones del ex ministro indican que él mismo está con la U.
J.G.U.- Así la gente de la campaña de Arias se haya deslizado hacia Santos, él no lo ha hecho y no puedo meterme en su conciencia para decir hasta dónde ha cumplido su palabra.
C.O.T.- ¿Cuánto participan en la campaña los otros precandidatos conservadores: Marta Lucía Ramírez, Leyva y Galat?
J.G.U.- Participan todo el tiempo. Hacen parte de un comité político coordinado por Carlos Holguín, en consonancia con la jefatura de debate.
C.O.T.- Ellos son más afirmativos que usted con respecto a la actitud de Arias. En sus discursos de la Convención Conservadora fueron durísimos. ¿Por qué admiten ellos esa realidad y usted no?
J.G.U.- Cada quien tiene derecho a su opinión. Lo que sí puedo decirle es que Arias es bienvenido al comité político en las mismas condiciones que los otros precandidatos. De mi parte tiene las puertas abiertas para su ingreso.
C.O.T.- ¿La foto de Santos con los hijos de tres personajes históricos del Partido Conservador debilitó la campaña de Noemí Sanín?
J.G.U.- La foto de moda no es esa, sino la de J.J. Rendón y los nuevos directivos de la campaña de Juan Manuel.
C.O.T.- De moda nunca fue, por la edad de los recién ingresados. Pero sí parecía un golpe simbólico: lo más tradicional del Partido Conservador no está con Noemí…
J.G.U.- No estoy de acuerdo con usted. Lo más tradicional del Partido Conservador son sus estatutos, sus 160 años de historia y la vocería de sus directivas parlamentarias y de sus ex jefes de Estado.
C.O.T.- ¿Tampoco se lesionó la campaña conservadora por el hecho de que Carlos Rodado aceptara ocupar un alto cargo en la campaña de la U?
J.G.U.- No afectó la campaña de Noemí o la de Santos, ni para bien ni para mal. Hoy los problemas no son de nombres, sino de estrategias. La política fundada en personalismos se quedó rezagada frente a los nuevos anhelos nacionales.
C.O.T.- ¿Quiere decir que el modelo Uribe se agotó o que Carlos Rodado no es una figura que atrae votos?
J.G.U.- El modelo Uribe no se agotó, sino que fue la respuesta a un momento preciso de la historia del país. Como él mismo dijo, no tenía ánimo de perpetuación y por eso están apareciendo otras alternativas.
C.O.T.- ¿Y de Carlos Rodado qué me dice?
J.G.U. - Que sólo está prestado.
C.O.T.- ¿Es cierto que varios congresistas conservadores están apoyando a Santos aunque lo hagan soterradamente?
J.G.U.- Para nada. Salga usted a cualquiera de las tantas ciudades o poblaciones que visita Noemí y verá, sin sectarismos, el fervor conservador y también el apoyo entre los independientes. En ella ven a una candidata valiente, que representa a la mujer colombiana y que no se arredra ante las dificultades.
C.O.T.- ¿Cuál es la explicación que la campaña conservadora le encuentra al descenso en las encuestas de la candidata conservadora?
J.G.U.- De los tres principales candidatos, sólo hay, en varias de las encuestas, uno verdaderamente en punta que ascendió a costa de los otros dos y en las mismas proporciones. Hay un fenómeno de rebeldía urbana canalizado por él y por su equipo. Las ciudades, en sus diversos y complejos componentes, quieren tener vocería, un puesto importante en la agenda y más influjo en la delineación social y cultural del país, lo que no está mal. Aún así, todavía está pendiente el propósito nacional, que debería ser el de un Estado fuerte y legítimo en una sociedad solidaria, de forma equilibrada e incluyente entre los intereses del campo, las ciudades y el mundo. En tal sentido, y en consonancia con la modernidad, Noemí Sanín es la indicada para conducir ese propósito.
C.O.T. - Juan Manuel Santos anunció un ‘relanzamiento’ de la campaña para enfrentar el fenómeno Mockus. ¿Ustedes han pensado en alguna modificación dramática de la suya?
J.G.U.- El peor enemigo de la política, como del manejo del Gobierno, es la desesperación. Y esa fue la sensación que quedó en cuanto a la campaña de Juan Manuel. Nosotros tenemos plena fe en nuestra candidata y estamos ampliando la campaña para que le sirva de mayor soporte.
C.O.T.- ¿Qué opina de los cambios de la campaña de la U?
J.G.U.- Los cambios diferentes a los de sus asesores se refieren, concretamente, al hecho de que habían marginado al presidente Uribe de la campaña publicitaria, lo que era incomprensible tratándose de la U. Santos reconoció ese error, tal vez tardíamente, porque la pregunta obvia que se estaba haciendo la opinión era que si eso pasaba en campaña, cómo sería durante el Gobierno.
C.O.T.- ¿Cree que si alguien contrata a una persona que está precedida de tan mala fama como el publicista J.J. Rendón, es porque se pretende que él haga el trabajo sucio?
J.G.U.- Han dicho que no, y yo parto de la buena fe de la gente. Si se demuestra que era para ese tipo de trabajo, y esa es su oferta de servicios, lo que quedaría en evidencia sería la mentalidad de quien lo contrató. El país está ahíto de chuzadas, espionajes y persecuciones insólitas, de manera que cualquier maridaje con esas conductas es la peor propuesta.
C.O.T.- Con el ascenso de Mockus, ¿cree que la coalición uribista, y aun parte de la oposición, se unirá antes de la primera vuelta a la campaña de Santos?
J.G.U.- Si eso pasara, subirían más las preferencias por Mockus. Mejor que Santos se una a Noemí, porque una mujer haría la diferencia, verdaderamente.
C.O.T.- La intención de voto sigue siendo más alta para Mockus; Santos permanece en el mismo nivel y aunque Noemí oscila entre el 8 y el 11%, ¿no es hora de ser realistas y admitir que no va a entrar a la segunda vuelta?
J.G.U.- El Partido Conservador, después de las ambivalencias producidas por los resultados de la consulta, ahora está comenzando a reaccionar. De su trabajo y empuje dependerá el paso a la segunda vuelta, y no de las encuestas. Si el Partido vuelve a prender motores, como lo hizo para la consulta, la clasificación a la segunda vuelta es posible.
C.O.T.- En todo caso, la votación del 11% que tendría asegurada Sanín, será definitiva para la segunda vuelta. ¿Es posible que ella se quede indiferente y neutral teniendo en sus manos el poder de inclinar la balanza?
J.G.U.- La indiferencia no ha sido característica de Noemí Sanín. Por el contrario, ha sido una líder activa. Hoy es la mujer con mayor liderazgo en el país. Ya se verá cuál es su acción política en ese hipotético caso.
Relaciones con Uribe: buenas, pero…
C.O.T.- Usted sigue siendo el director y socio principal de El Nuevo Siglo aunque esté en licencia. ¿Ejerce influencia en el contenido de su medio en esta campaña?
J.G.U.- Existe una línea editorial trazada desde hace tiempo. A veces me consultan, pero siempre les digo que tomen sus propias decisiones.
C.O.T.- ¿Qué hará usted si Noemí no pasa a la segunda vuelta? ¿Volverá al periódico?
J.G.U.- Siempre vivo enamorado del periodismo.
C.O.T.- Con su participación en esta campaña pareciera quedar claro que El Nuevo Siglo, a pesar de la buena calidad informativa y editorial que tiene, sigue siendo un medio de representación política, más que periodística. ¿Es así?
J.G.U.- Es un periódico de referencia y de análisis político.
C.O.T. Hablando de referencia: ¿los ex presidentes Betancur y Pastrana desempeñan un papel en la campaña o se limitaron a acompañar a Sanín en el lanzamiento de su candidatura?
J.G.U.- Ellos son más consultores que activistas. Desde cuando asistieron a la Convención no ha sido mucha su participación por sus ocupaciones internacionales.
C.O.T.- ¿Cómo son las relaciones de Noemí con Álvaro Uribe?
J.G.U.- Buenas, pero no está dedicada a hacer de ello una política.
“El país le creyó a Noemí”
C.O.T.- ¿En qué quedó la denuncia de Sanín sobre la maniobra de Santos para impedir que el director del Sena aceptara ser fórmula vicepresidencial de ella?
J.G.U.- Quedó en que pudimos encontrar al mejor vicepresidente posible. Hay consenso en que Luis Ernesto Mejía interpreta el núcleo económico y social del presidente Uribe y que brilla con luz propia.
C.O.T.- No contesta mi pregunta. El director del Sena desmintió a Noemí. ¿Ella entendió mal lo que Darío Montoya le dijo o él acomodó la versión para no quedar mal con Santos?
J.G.U.- Montoya desmintió que le habían ofrecido el Ministerio de Defensa. Pero a pesar del desmentido, el país terminó creyéndole a Noemí.