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¿Cómo fue su infancia en Galicia?
Era un niño normal, de un hogar muy humilde, de un pueblo que se llama Sinisterra y que queda al final de camino a Santiago. Era un lugar muy sencillo, pero mi lema vital es que lo importante no es qué tan humilde es la salida, sino qué tan buena sea la llegada. Lo mismo pasa con las cosas que aprendes. Al crecer me di cuenta de que en mi pueblo no iban a suceder muchas cosas y con 15 años me fui a Estados Unidos, porque los tesoros se encuentran fuera de casa. Ese viaje abrió un mundo nuevo de oportunidades.
¿Cómo hizo para sobrevivir en Estados Unidos?
Para poder estudiar repartía pizzas y cortaba el césped en las entradas de gente adinerada. Un día me di cuenta de que me estaba dejando vencer y llegué a la conclusión de que el enemigo a muerte es el desaprovechamiento, y pensando en lo que podía ganar, hay un principio básico que dice que si has dado 100 para ganar diez, no has ganado, has perdido 90, entonces es la parte que todos perdemos, que desaprovechamos, con la que todos vamos a la tumba.
¿Qué es el éxito?
Para mí es un cúmulo de atreverse. Cuando viví en Virginia, Estados Unidos, me presenté ante el comandante de Policía y le dije: usted me necesita, se rió y le expliqué que necesitaba entenderse con el público de habla hispana. Así comencé a trabajar de intérprete con la Policía, luego con el Tribunal Supremo de Virginia, después con el Senado de Estados Unidos. Con 20 años entré a trabajar con el FBI y, finalmente, como intérprete de Barack Obama.
Además de eso estudió cuatro carreras universitarias y siguió estudiando en Europa. ¿Cuál era su motivación para estudiar tanto?
Siempre digo: “Invierte en algo que no te puedan robar”. Invertir en conocimiento siempre es un acierto. Estudié demasiado, pero ahora le estoy sacando todo el provecho a eso.
¿Qué tan importante es la curiosidad?
Es la semilla del éxito, es la primera semilla de la inteligencia y todas las personas que tienen éxito es porque tienen curiosidad, porque es el comienzo de todo. Querer saber qué es y conseguir respuestas, por lo tanto, es un campo muy importante, y la verdad tenía un amigo que decía que con lo que ganaba siendo intérprete podría utilizarlo para comprar un Porshe, pero eso me haría esclavo del carro, pero sabía que si invertía en conocimiento me podría durar para toda la vida.
¿Cómo apareció su primer libro “Los 88 peldaños del éxito”?
A mí la gente ahora me conoce mucho por los libros, pero antes me conocían por www.8belts.com, que es una plataforma en la que se enseña un método en ocho meses, y soñaba con crear una empresa que enseñara idiomas con base en resultados, y en la página si no aprendías en ocho meses se les devolvía el dinero. Y lo más poderoso fue el boca a boca que se generó y entonces como la gente comprobaba que era cierto crecimos muchísimos y comencé a dar conferencias. En una de ellas me escuchó el editor de mi primer libro y me propuso escribirlo, con tal éxito que a los 55 días después de haberlo lanzado se volvió el más leído de toda España.
¿Cómo le ha ido en Colombia?
El último libro, La inteligencia del éxito, ha sido muy bien acogido por los colombianos. De hecho, son los que más se interesaron por el programa de Ocho belts. Igual creo que es un país que a pesar de haber pasado por tantas penurias, tiene un ideal de superación, que deja atrás un pasado difícil y decide salir adelante.
Su empresa se llama Ocho Vels, el libro tiene 88 peldaños. ¿Tiene alguna cábala con el ocho?
Sí, el motivo por lo que está tan presente es porque al mismo tiempo el número al voltearlo es el símbolo del infinito, la superación personal y el éxito también lo es, y esta es la mejor manera de recordarlos.
¿Cree que el futuro de la educación está en el campo digital?
La educación a distancia está aquí para quedarse. En el siglo XX costaba encontrar la información, en este siglo está a un clic de distancia, por lo tanto, la formación de este siglo va a ser a distancia y es precisamente porque todo ya está en línea, ya todo está a la mano.