La estrafalaria

¿Por qué cree que la escogieron como personaje del año? “¡Por estrafalaria!”, dice Brigitte Baptiste, directora del Instituto Humboldt, con una carcajada corta, y continúa: “ . Es el trabajo más divertido y el más importante para mí como bióloga, pero también como persona transgénero que tiene una posición pública con una responsabilidad pública”.

Brigitte Luis Guillermo Baptiste se vinculó al Instituto Humboldt en 1995, como parte del equipo que elaboró los documentos que servirían para diseñar las funciones y la orientación del instituto en sus inicios. En ese entonces fue elegida coordinadora del programa de Uso y Valoración de la Biodiversidad. En el 2008 se vinculó de nuevo, esta vez en calidad de subdirectora científica, y a finales del 2010 fue nombrada directora.

Para Brigitte el discurso sobre la diversidad biológica es muy cercano al discurso de la diversidad de género. Ambos tienen que ver con la capacidad de los seres vivos de cambiar, de innovar y de ser multidimensionales. “Yo no soy una persona particularmente conservacionista, o un ambientalista radical que hable de preservar la naturaleza. Creo que hay que cuidar y proteger, no preservar, y que el mundo es maleable y tiene muchas posibilidades que hay que explorar, conocer y disfrutar”. Y sobre la diversidad de género añade: “Quiero romper los cuellos de botella y esos lazos que no permiten que la sociedad cambie. El machismo, por ejemplo, es probablemente uno de los bloqueos más grandes que tiene el mundo para evolucionar, y los transgénero somos, de cierta forma, una reacción a ese mundo hermético que impuso el machismo”.

Con Brigitte al mando, el Instituto Humboldt ha asumido la responsabilidad de apoyar al Gobierno para la toma de decisiones en el manejo ambiental de la minería y la agricultura. “La investigación clásica ha tenido que acercarse muchísimo a los tomadores de decisiones, porque eran dos mundos aparte. Los políticos tomaban decisiones con base en información incompleta y los investigadores no presentaban respuestas apropiadas, ni en el plazo en que los políticos lo requerían”, dice Brigitte, y continúa: “el tema de buen manejo ambiental del país es un asunto de seguridad nacional, porque un desastre ambiental regional implica desplazamiento y pobreza, y esto es una crisis de seguridad interna”.

Brigitte afirma que los estudios sobre la biodiversidad son importantes para no tener una concepción simplista de la riqueza ambiental. Esta concepción simplista se observa en que, por ejemplo, los colombianos crean que la función de los parques naturales es turística, cuando son ecosistemas donde se protege la seguridad biológica del país. Por supuesto, la biodiversidad no se encuentra sólo en los parques: cada vivencia o memoria del país está mediada por esa biodiversidad que va desde los microorganismos hasta el paisaje.

Los estudios ambientales son también urgentes para aprender a adaptarnos al cambio climático, de manera que éste no provoque los estragos que hoy paralizan al país. “Hay que hacer innovación en las formas de vida, hay que adaptarse, hay que aprender a vivir en Colombia, porque no podemos cambiar el clima, no podemos cambiar las cordilleras; lo único que podemos cambiar es la vulnerabilidad de lo que hemos construido. Ese cambio no lo puede hacer un gobierno lo tiene que hacer toda una generación”. Una generación que, para Brigitte Baptiste, debe asumir que entender y conocer la biodiversidad del país es construir nuestra identidad como colombianos.