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Han pasado 10 años desde que la diseñadora caleña María Elena Villamil empezó a desfilar sus diseños por las pasarelas del Caliexposhow, y ya casi 17 desde que conquistó por primera vez las de Colombiamoda. Su trabajo con las telas y los colores empezó desde muy joven, cuando con una inclinación natural por las artes plásticas tradujo sus dibujos en telas plegadas y agujas que creaban esculturas para llevarlas puestas en la calle.
Como si su vida encarnara el guión de muchos grandes de las pasarelas, su talento fue heredado de una madre costurera que hacía masivamente vestidos para vender por todo el país. A los 20 años, María Elena desplegó sus primeros 10 vestidos en su cuarto, como si fuera un showroom. Sus amigas agotaron en minutos la colección y ese fue el empujón suficiente para creer definitivamente que lo que ella diseñaba les gustaba a las mujeres reales.
Emprendió así el trabajo de diseñadora con pequeñas colecciones y “maletió” con su hermana, que le servía de modelo, por todo el país ofreciendo de almacén en almacén sus diseños. Fueron aquellos tradicionales almacenes Zas los que en principio reconocieron el talento que palpitaba en su ropa que apelaba por una mujer clásica con ganas de distinguirse de la típica elegancia.
Cortes muy femeninos y acordes siempre con el caluroso clima caleño marcaron por años su producción, que con el tiempo empezó a venderse en dos almacenes que abrió en Cali y Bogotá. Sin embargo, desde 2007 una nueva apuesta más vanguardista empezó a colarse en sus bocetos.
“Me aburrí de complacer el mercado y de pensar siempre en lo que era más comercial para la mujer latina”, asegura Villamil, que como si se tratara de una confesión empezó a vestirse con faldas a su máxima longitud, luego puso volúmenes en lugares diferentes a los que las mujeres suelen querer resaltar y mezcló lo urbano con telas elegantes propias para ceremonias nocturnas.
Era más que una cuestión de rebeldía, María Elena quería ser honesta con las mujeres que vestía, quería crear otra cultura de moda que le permitiera desbordar la idea de una sensualidad que sólo sabe de figuras apretujadas y piernas inmóviles entre minifaldas. Y quería empezar por ella misma.
Su colección del año pasado fue celebrada por toda la prensa y vendida hasta agotarse en sus tiendas. Ese trabajo vanguardista, esa exquisita experimentación en el moldeaje que emerge por entre las costuras visibles, se perpetúa en la colección que presentará este martes 19 de octubre como pasarela inaugural del Caliexposhow.
Es la bohemia y el paswork, es una mezcla atrevida entre lanas de verano, propias de los sacos masculinos, y tafetas plisadas muy femeninas. Son los plisados, repujados y las capas sobre capas los que marcan esta colección inspirada en las estructuras de la naturaleza. Diez años de trabajo y exploración se notan en esta colecicón de María Elena, que depurando los riesgos y poniendo a hablar el mercado con el diseño se posiciona como una de las creadoras más visibles de la vanguardia colombana.