La mujer que trabaja por los policías
Cristina Botero es la directora de la Fundación Corazón Verde, que organiza el Festival Alimentarte con el fin de recaudar fondos para los programas de apoyo a los agentes que tiene la organización.
El Espectador
¿Cómo llegó a la Fundación Corazón Verde?
Siempre quise trabajar en responsabilidad social. Mi familia y mis conocidos lo sabían, y cuando la directora y creadora de Corazón Verde se retiró, me ofrecieron participar en el proceso. Desde antes conocía el Festival Alimentarte, y me encantaba el concepto que tenían, buscando idear proyectos que permitan tener dinero para el día a día de la organización.
¿Por qué le gusta la responsabilidad social?
Me es imposible ser indiferente a la realidad social. Me encanta vivir con los pies sobre la tierra y siento un compromiso con las personas. Me gusta estar en contacto con la gente y ayudar porque, más que un placer, es una obligación que tenemos en la sociedad. Creo que no me equivoco al decir que lo que hago da sentido a mi vida y me hace sentir una persona útil para la sociedad.
¿Cuál es el objetivo?
Cambiar la vida de las personas. En este tipo de trabajo, la meta no es sólo un balance económico, sino impactar a la gente, tener a más familias que estén tranquilas. No es ayudar, es mi trabajo.
¿Cómo nació el festival ?
Uno de los fundadores de Corazón Verde se propuso que la organización no viviera del recaudo de donaciones y escogió dos sectores del mundo del entretenimiento para trabajar que fueran generadores de utilidad. Uno de esos es la gastronomía; el otro es el arte.
¿Qué es Alimentarte?
Vivir Bogotá de una forma diferente, sentados en un parque durante un fin se semana. Ahora no es sólo un espacio para recaudar fondos para la Fundación Corazón Verde, sino un evento de ciudad que está en la programación de la Alcaldía. Una vitrina de promoción turística y gastronómica y un espacio que genera mensajes importantes en los locales.
¿Qué mensajes?
Hace dos años nació un mercado a través del cual queremos comunicar que la gastronomía no se puede concebir sin agro y sin identidad. El mensaje es exaltar la labor de quienes trabajan en el campo, dar a conocer nuestros productos y sentirnos orgullosos de ellos a través del mercado campesino.
¿Qué diferencia a este festival de otros de la ciudad?
Lo más importante es la causa que está detrás, porque se ha convertido en un caballito de cambio social muy importante y ha permitido que ahora el evento cumpla quince años. La gente asiste desprevenidamente para entretenerse, y al hacerlo nos ayuda a cambiar vidas.
¿Qué trae Alimentarte este año?
El evento será dos fines de semana. El primero, del 19 al 21 de agosto, en el que el país invitado será Francia, con reconocidos restaurantes como Rausch Patissier, Grazia, Balzac, Golden Bite, Eric Kayser, La Boucherie y Entrecote, entre otros.
El segundo fin de semana, 26 y 27 de agosto, tendremos al altiplano cundiboyacense, que llegará para deleitar con El Tambor, Vórtice Culinario, Endulza tu Paseo, 60 Nativas, Mi Gran Parrilla Boyacense, entre otros, en la franja Colombia Sí Sabe.
¿Cómo se benefician los policías con el dinero recaudado?
La fundación trabaja entregando viviendas a policías que han sido víctimas del conflicto armado o a sus familiares, con Bajo Techo, proyecto con el que hemos entregado 350 casas. A los hijos huérfanos de policías les pagamos el colegio para que puedan educarse, y tenemos un programa de acompañamiento psicológico para que las familias puedan retomar su vida. Hemos donado más de $12.000 millones.
¿Cómo llegó a la Fundación Corazón Verde?
Siempre quise trabajar en responsabilidad social. Mi familia y mis conocidos lo sabían, y cuando la directora y creadora de Corazón Verde se retiró, me ofrecieron participar en el proceso. Desde antes conocía el Festival Alimentarte, y me encantaba el concepto que tenían, buscando idear proyectos que permitan tener dinero para el día a día de la organización.
¿Por qué le gusta la responsabilidad social?
Me es imposible ser indiferente a la realidad social. Me encanta vivir con los pies sobre la tierra y siento un compromiso con las personas. Me gusta estar en contacto con la gente y ayudar porque, más que un placer, es una obligación que tenemos en la sociedad. Creo que no me equivoco al decir que lo que hago da sentido a mi vida y me hace sentir una persona útil para la sociedad.
¿Cuál es el objetivo?
Cambiar la vida de las personas. En este tipo de trabajo, la meta no es sólo un balance económico, sino impactar a la gente, tener a más familias que estén tranquilas. No es ayudar, es mi trabajo.
¿Cómo nació el festival ?
Uno de los fundadores de Corazón Verde se propuso que la organización no viviera del recaudo de donaciones y escogió dos sectores del mundo del entretenimiento para trabajar que fueran generadores de utilidad. Uno de esos es la gastronomía; el otro es el arte.
¿Qué es Alimentarte?
Vivir Bogotá de una forma diferente, sentados en un parque durante un fin se semana. Ahora no es sólo un espacio para recaudar fondos para la Fundación Corazón Verde, sino un evento de ciudad que está en la programación de la Alcaldía. Una vitrina de promoción turística y gastronómica y un espacio que genera mensajes importantes en los locales.
¿Qué mensajes?
Hace dos años nació un mercado a través del cual queremos comunicar que la gastronomía no se puede concebir sin agro y sin identidad. El mensaje es exaltar la labor de quienes trabajan en el campo, dar a conocer nuestros productos y sentirnos orgullosos de ellos a través del mercado campesino.
¿Qué diferencia a este festival de otros de la ciudad?
Lo más importante es la causa que está detrás, porque se ha convertido en un caballito de cambio social muy importante y ha permitido que ahora el evento cumpla quince años. La gente asiste desprevenidamente para entretenerse, y al hacerlo nos ayuda a cambiar vidas.
¿Qué trae Alimentarte este año?
El evento será dos fines de semana. El primero, del 19 al 21 de agosto, en el que el país invitado será Francia, con reconocidos restaurantes como Rausch Patissier, Grazia, Balzac, Golden Bite, Eric Kayser, La Boucherie y Entrecote, entre otros.
El segundo fin de semana, 26 y 27 de agosto, tendremos al altiplano cundiboyacense, que llegará para deleitar con El Tambor, Vórtice Culinario, Endulza tu Paseo, 60 Nativas, Mi Gran Parrilla Boyacense, entre otros, en la franja Colombia Sí Sabe.
¿Cómo se benefician los policías con el dinero recaudado?
La fundación trabaja entregando viviendas a policías que han sido víctimas del conflicto armado o a sus familiares, con Bajo Techo, proyecto con el que hemos entregado 350 casas. A los hijos huérfanos de policías les pagamos el colegio para que puedan educarse, y tenemos un programa de acompañamiento psicológico para que las familias puedan retomar su vida. Hemos donado más de $12.000 millones.