La paz a altos decibeles

Con Woodstock, Live 8 y Paz sin Fronteras, el arte sonoro cumple con su función social.

Juan Carlos Piedrahíta B.
19 de septiembre de 2009 - 01:49 a. m.

El poder de la música es inmenso. Sin embargo, con sus notas altas y bajas, con sus melodías y letras bien intencionadas y con sus múltiples estilos que al fin de cuentas terminan reduciéndose en buena o mala música, no logra influenciar el desarrollo normal de la sociedad.

Ella, en sí misma, no tiene la capacidad de gestar iniciativas pacifistas, pero tampoco logra provocar actitudes bélicas. No está en la esencia de la música irradiar paz o conflicto, pero de acuerdo con su utilización puede contribuir a mejorar las condiciones de vida de los seres humanos.

Algunos compositores clásicos fueron utilizados para legitimar regímenes dictatoriales. Ahora, manifestaciones de la música popular como el pop y el rock se han encargado de abogar por la paz y mostrarle al mundo los descontentos por las injusticias sociales, por las desigualdades y por los atentados en contra de los derechos humanos.

 El Festival de Woodstock (1969) fue tal vez la primera manifestación masiva a favor de la paz y el amor. Artistas como Santana, Janis Joplin, Joe Cocker, Crosby, Stills, Nash & Young, Ravi Shankar y Jimi Hendrix, entre muchos otros, se encargaron de inmortalizar aquellos tres días de plena armonía.

En 1971, Ravi Shankar y el ex beatle George Harrison organizaron el Concierto de Bangladesh, innovador por su condición benéfica en favor de la región este de Pakistán. A este memorable encuentro en el Madison Square Garden de Nueva York asistieron, entre otros, Bob Dylan, Eric Clapton, Ringo Starr y Billy Preston.

Desde entonces se han realizado eventos posconflicto como el Concierto para Kampuchea (1979); se han gestado iniciativas para promover la libertad de víctimas de regímenes políticos o de condenados a muerte, como Artists United Against Apartheid (1985), Freedom Festival on Clapham Common (1986) y el Tributo a Nelson Mandela en su cumpleaños número 70 (1988).

De igual manera, los artistas se han unido para crear conciencia de las necesidades de los grupos en condición de marginalidad, como el Live Aid Concert (1985). Sin embargo, el más famoso de estos encuentros particulares fue el denominado Live 8 (2005), una serie de presentaciones en los países miembros del G8 (Alemania, Canadá, Estados Unidos, Francia, Italia, Japón, Reino Unido y Rusia) y un recital adicional en África. En las distintas ciudades brillaron músicos como Coldplay, Dido, Elton John, The Killers, Annie Lennox, Paul McCartney, U2 y Sting.

Los conflictos políticos entre naciones también han motivado la realización de conciertos masivos como la primera versión de Paz sin Frontera, efectuado en el puente que comunica a Colombia con Venezuela. Esta propuesta del paisa Juanes tuvo eco en algunos de sus amigos más cercanos, que asistieron gustosos a una inmensa manifestación en favor de la armonía de los pueblos hermanos.

La música ha tenido una presencia transversal en la historia de la humanidad y con sus decibeles ha intentado unir los corazones de hombres y mujeres. El segundo concierto de Paz sin Fronteras en La Habana es un intento más por apostarle a la hermandad y entender que la música siempre debe estar por encima de la política y de los intereses personales.

Algunos músicos comprometidos

La lista de los personajes de la música que se han sumado a los conciertos en favor de la paz mundial o en contra de las desigualdades podría ser interminable. Sin embargo, los que siempre están dispuestos a gestar o participar en actos humanitarios son: Raví Shankar, músico bengalí famoso por ser un virtuoso en la interpretación del sitar.

En el rock mundial, Bono, Sting, Paul McCartney, Elton John y Peter Gabriel se destacan por su facilidad para convocar públicos en torno a causas sociales.

Y dentro del espectro colombiano, Juanes y César López, el hombre de la ‘escopetarra’, se empeñan en cumplir su función social.

Primera vez de Paz sin Fronteras

Con el propósito de crear mensajes antibelicistas entre pueblos hermanos como Venezuela, Ecuador y Colombia, Juanes creó la primera versión del concierto Paz sin Fronteras, realizado en el Puente Simón Bolívar, el punto que comunica al departamento de Norte de Santander con el estado de Táchira.

Los convocados en aquella oportunidad fueron Juan Fernando Velasco, de Ecuador; Ricardo Montaner, de Venezuela; Alejandro Sanz y Miguel Bosé, por España; el dominicano Juan Luis Guerra y Carlos Vives, también por Colombia.

El respaldo de los artistas y la acogida por parte del público motivaron al artista paisa a realizar otras versiones de esta iniciativa.

Por Juan Carlos Piedrahíta B.

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