Publicidad

La primera faceta de Ángela Becerra

Fue Modelo del año Cromos y publicista antes de convertirse en una de las escritoras hispanas más reconocidas.

Sigue a El Espectador en Discover: los temas que te gustan, directo y al instante.
Revista Cromos
01 de abril de 2009 - 12:59 a. m.
Resume e infórmame rápido

Escucha este artículo

Audio generado con IA de Google

0:00

/

0:00

Este texto fue publicado en 2005 por la revista Cromos cuando ganó el Premio Azorín en España.

Acaba de ganar el Premio Azorín en España, lleva 18 años viviendo allá y, aunque viaja a Cali con frecuencia, su regreso a casa será este 29 de abril en la Feria del Libro de Bogotá, cuando lanza su novela El penúltimo sueño. Belleza narrativa.

Gloria Valencia de Castaño, vestida de negro cerrado, fue la encargada de anunciar el nombre de la primera modelo Cromos 7 días de la historia. Esa noche del 5 de marzo de 1972, en el Hotel Tequendama de Bogotá, sólo una de las 657 candidatas que participaron en el concurso celebró: Ángela Becerra. La joven caleña, en plena adolescencia, recibió un contrato por 50 mil pesos, un viaje a Miami, una moto, ropa y 10 mil pesos en efectivo.

Ese fue el principio y el final de una carrera de modelaje que brotó espontáneamente del azar, cuando Ángela acompañó a su hermana a una sesión de fotos y ¬¬-por insistencia del fotógrafo- ella también fue retratada e inscrita en el concurso de la revista... 33 años han pasado desde aquella velada de elección y coronación.

Ahora volvió a triunfar. Esta vez no fue por poseer una "belleza fresca, juvenil. Con mucho de ingenuidad y candor". Este fue el veredicto de los jurados de la época: Merceditas Baquero de De Francisco y Guillermo Cortés, entre otros. Más de tres décadas después, la colombiana obtuvo el Premio Azorín de Novela, en España, dotado de 67 mil euros.

Venció a 168 escritores con El penúltimo sueño, obra que debutará en el país en la Feria del Libro de Bogotá con el seudónimo María Tell, "un trozo de cada hija". La modelo de las páginas blanco y negro de Cromos vive en España desde hace 18 años. Allá se volvió a casar y tuvo a su segunda hija, María Lorente. La primera, fruto de un matrimonio previo en Colombia, es la diseñadora gráfica Ángela Téllez.

Aunque la escritora lleva a cuestas un marcado acento español, no ha podido desprenderse de Colombia. De la gente, la familia, la comida, los abrazos. De hecho, viene por lo menos una vez al año. Ese conflicto se refleja en su escrito ganador. "Quería hacer una novela que para los colombiano fuera suya. También que los españoles la sintieran suya. Es un poco lo que yo soy: mitad del corazón aquí y la mitad del corazón allá".

"Aquí" es Barcelona. "Allá", Cali. En España la encontró Cromos unas horas después de enterarse del premio. Ángela narró por teléfono el thriller que fue poner el último punto en El penúltimo sueño. Durante el año y medio que tardó en escribirlo lidió con tristezas y frustraciones: su padre murió, ella se enfermó y el computador donde tenía buena parte de la novela fue robado de su casa. "Creo que este premio ha sido un regalo. El libro (milagro) se lo merecía".

Para ella, se trata de "una novela de amor en mayúscula". Es la historia de un romance pasajero, de un par de adolescentes, que se convierte en un amor eterno. Ya ancianos, después de una vida separados, sus descendientes los encuentran muertos, juntos, vestidos de novios, en el piso de la cocina. Ahí arranca un recorrido por el glamour de Cannes, la sangre del Bogotazo, la Segunda Guerra Mundial...

Sin embargo, junto con el premio, llegó la polémica. El diario español Información, en su sección de cultura, denunció anomalías en el Premio Azorín. Según el periodista Juan Antonio Giménez, Planeta incumplió sus propias reglas al otorgarle el premio a una obra que ya estaba en negociaciones con otra editorial, Villegas Editores de Colombia. Hecho agravado porque el dinero del premio proviene de la Diputación Provincial de Alicante.

Benjamín Villegas desmintió cualquier acusación. "El hecho de que hayamos publicado De los amores negados y que vayamos a publicar en Colombia El penúltimo sueño no significa que haya existido acuerdo previo con Planeta España, anterior a la obtención del Premio Azorín que, por demás imagino, ni Planeta mismo sabía quién iba a ganar". Este es el tercer libro de Becerra. El primero fue el poemario Alma abierta y el segundo la novela De los amores negados, que recibió el Latino Literary Award de Chicago y ya llegó a su sexta edición.

Pero aunque siempre escribió, hasta ahora se convirtió en una pluma disciplinada. Todos los días, de nueve de la mañana a tres de la tarde, como cumpliendo con un horario de oficina o una penitencia, se sienta en el estudio de su casa con o sin la compañía de su inspiración. Al terminar la jornada frente al computador, piensa en lo que escribirá el día siguiente.

El arte de crear es para ella una obligación, hábito que adquirió en sus muchos años dedicados a la publicidad. "No era buena modelo. Pero sí me sirvió para meterme a ese mundo. Quería estar del otro lado". Los espacios lejos del teclado son para su familia. Para hornear la célebre lasaña que prepara desde sus días de modelo, para practicar yoga, para tomar clases de teatro, para leer a los clásicos rusos. Y para preparar su próximo proyecto literario. "Estoy en el esqueleto. Está en los huesos, ahora tengo que empezar a darle de comer".

Su paso por las letras promete ser más largo, sólido y duradero que sus fugaces días en las pasarelas.

Por Revista Cromos

Temas recomendados:

 

Sin comentarios aún. Suscríbete e inicia la conversación
Este portal es propiedad de Comunican S.A. y utiliza cookies. Si continúas navegando, consideramos que aceptas su uso, de acuerdo con esta  política.