Usted nació y creció en Queens, ¿por qué cree que Nueva York es una ciudad tan importante en el mundo de la moda?
Es el estilo de vida, los movimientos, las fiestas, las redes sociales y esa diversidad de culturas que hacen de la Gran Manzana un resumen del mundo. La ciudad en sí misma es una importante influencia para todos los diseñadores y es la fuente primaria de mis inspiraciones. Cuando haces bocetos no puedes desapegarte de esas mujeres que ves por la calle, ataviadas con vestidos increíbles, corriendo detrás de un taxi o tratando de alcanzar el metro. De alguna forma todos los diseñadores estamos enamorados de la idea de Nueva York.
Ha diseñado ropa desde que tiene 13 años, ¿qué sabe un niño de esa edad sobre moda?
Es verdad, desde que tengo 13 años estoy dibujando modelos y cosiéndolos en la máquina Singer de mi abuela. Ahora tengo 22 años, y veo atrás y tengo muchas cosas creadas, muchos vestidos que mostrar; realmente soy profesional hace tan sólo dos años, pero mantenerse consistente de lo que quería desde tan pequeño e insistir con vehemencia en ese capricho es algo que creo tiene que hacer cualquier persona que quiera triunfar. Es más fácil conquistar un mundo como el de la moda cuando a los 22 tienes una densa nueve de ropa para mostrar.
Usted fue rechazado de dos escuelas de diseño, sin embargo consiguió crear su marca y su negocio, ¿cuál cree que es la relación entre la academia y la industria de la moda?
Sólo porque tuve esta oportunidad de crear mi marca siendo autodidacta no significa que impulse a la gente joven a que no vaya a la universidad. A uno le pueden enseñar a coser, cualquier persona después de una semana podría coser una chaqueta, pero casi como en la buena literatura nadie te enseña cómo ser un buen diseñador, nadie te puede enseñar a crear un estilo propio. La moda es acerca de la creatividad y del arte, de hacer relaciones insospechadas y trasladarlas a la ropa y eso no se aprende, eso se desarrolla con trabajo. Ir a una escuela de moda te ayuda a entender el mercado y quizás a entender un poco más quién eres como individuo.
¿Cuáles son los referentes culturales que influyen en los diseños de un creador tan joven?
Estoy muy inspirado en la cultura popular, siempre oigo música y veo videos, series y películas, pienso en personajes del arte y trato de que mis diseños hagan una personificación de la modernidad, de la nueva feminidad. Mi mamá es una gran inspiración, la mujer que es, mis amigos también lo son, y lo son también estos íconos populares con los que he crecido. A toda esta gente tan diferente la pongo junta, la mezclo y creo un estilo propio.
¿Y cómo define ese estilo?
Soy limpio y moderno, estoy inspirado en el diseñador Cristóbal Balenciaga, me inspiran las formas y las líneas limpias, el color y el trabajo en los patrones.
¿Qué prenda cree usted que lo catapultó?
Unos leggins con efecto 3D que saqué en dorado y en negro y que fueron usados por Rihanna en uno de sus videos y luego por Lady Gaga en una gala.
¿Por qué hay tanta alharaca hoy en día con la moda?
La moda es un negocio, no podemos obviar eso, quizá su efecto en la economía no pueda ser menospreciado, pero por otro lado es una forma de expresión, de mostrar quién eres como individuo, puedes leer a alguien en su ropa, puedes hacerle muchas preguntas, históricas, sociales, de género a un vestido o a unos zapatos. Pero además creo que los diseñadores traducen el arte en ropa, en cuerpos reales, en necesidades urbanas. Canalizar la fantasía en la vida real es algo fascinante, ¡que fascina a todos!
¿Es diferente crear ropa para celebridades que para gente del común?
Es diferente y es muy divertido. Para ser sincero diseñar ropa para artistas del pop y para proyectos de televisión es más extremo, es arte puro, es el exceso, el diseño desbocado. La gente real tiene necesidades, así que cuando diseñas para ellos la ropa no puede perder del todo su función de uso. Confieso que también disfruto trayendo esas cosas extremas a un universo más comercial.
A su edad usted parece formar parte más del futuro de la moda que de su presente, ¿hacia dónde va la moda?
Hacia adelante, hacia la tecnología. El poder de internet es una locura y ha afectado la moda, y nuestro trabajo como diseñadores. Si se mira atrás, para no ir muy lejos, si le das un vistazo a los años 90 y la locura creativa de Gianni Versace, es muy evidente que en esos años ellos no tenían la tecnología para jugar. La tecnología nos permite hacer innovaciones en los textiles, en las costuras, en los cortes, que marcan una nueva parada para la forma tradicional que hemos conocido del vestido. Otra cosa que creo que está direccionando la moda es el viaje continuo. Las culturas del mundo tienen un diálogo ahora a través de la moda.
¿Cómo pueden los diseñadores jóvenes sobrevivir en un mundo tan voraz como el de la moda?
Siendo honestos. Uno puede confundirse intentando reproducir lo que está de moda, las tendencias más calientes, y no estoy diciendo que no esté bien ser influenciado por diseñadores, pero lo más importante es saber quién eres como artista y seguir el corazón, que nunca miente.