"Las generaciones hablan distinto y esta es una bien compleja"

¿Cuál es su balance de este último año para su empresa?

En los últimos años Colombia sigue apostándole al entretenimiento, muy a pesar de las crisis, de los temas financieros, de que el dolar se disparó y que bajó el petroleo, se generó un trauma en el aire con los clientes que no querían invertir, pero el resutlado final del 2016 refleja otra cosa, que la inversión en entretenimiento y marketing se sigue haciendo y que el público en general sigue apostándole a estar en los eventos masivos y de hacer eventos corporativos. La torta publicitaria de la que tanto se habla sigue siendo importante en temas de inversión, por lo que este último tema a pesar de lo que ha pasado a nivel económico,  va a seguir pasando. Creo que no va a afectar tanto la industria del entretenimiento como se esperaba. El balance es bastante positivo en general. 

¿Cuál es su concepto del entretenimiento?

En muchas partes del mundo va desde ir a cine hasta ir a un gran evento o una obra de teatro. Creo que la gran sombrilla del entretenimiento cubre muchas cosas: todo lo que tenga que ver con arte, expresión cultural, música y todas estas expresiones. El deporte está en una línea muy delgada, porque hoy en día es un estilo de vida y eso está entrando a hacer parte del entretenimiento y viene a sacar un poco de la tajada, pero dentro de su oferta hay una gran variedad de eventos en teatros, parques y creo que en este momento el entretenimiento se está convirtiendo en una materia prima para vivir.

Muchos de los realizadores hacen poductos que tal vez les hubiera gustado ver dentro de su infancia ¿Cuando se enfrentó con la industria del entretenimiento evocó eso que quería ver?

No, un no rotundo. Yo soy de otra generación a la actual y han pasado tres generaciones por delante. El mundo ha cambiado mucho y lo que consumen hoy mis hijos no solamente es distinto a lo que vivimos nosotros, sino que además el mundo ha cambiado. Hoy en día hago un concierto y tengo que aprender de lo que le está gustando a la gente. Estoy muy metido en la industria de la música, pero de todas formas me toca sentarme y ver que gusta y porque se prefiere a un artista sobre otro. Yo puedo saber que artista pongo en un evento corporativo, pero no puedo saber que artista pongo en un concierto joven, porque para eso tengo que sentarme con programadores, expertos y mirar que se está escuchando en el momento. Todo es una cadena armonizada por lo tanto yo no puedo hacer un evento pensando en mis gustos de pequeño.

Hoy no solo se tiene que analizar la marca para quien va dirigido el proyecto, sino además el target para meterse en él y ser uno más. Las generaciones hablan distinto y esta es una generación bien compleja. Los gustos de los jóvenes son tan cambiantes que ni yo puedo acordarme de que hubiera quise cuando era chico. 

¿Cuál es la curaduría de un evento como el Jumbo Concierto o los Premios Shock?

Es bien interesante porque lo único que hay que quitarse es la terquedad y el gusto propio, porque a mi me puede parecer desastroso un artista pero es lo que gusta hoy. En el Jumbo concierto han pasado artistas que no puedo oir, pero hemos tenido que tenerlos porque son los que gustan en el momento a los jóvenes de hoy y no hay nada que hacer. Hay que estudiar el target tanto en términos de edad como de nivel socioeconómico, porque cambia contundentemente. 

¿Por región también cambia?

Sí, Medellín es muy urbana, en cambio Bogotá es un poco más diversa. La costa es vallenatera y más que urbana es champetuda y obviamente escuchan pop. Ese análisis es bien interesante porque se hacen descubrimientos que uno no pensaba. 

¿Cómo se piensa el entretenimiento para adulto contemporáneo?

Todo depende de lo que necesiten las marcas y de lo que se mueve hoy. Hace 12 años hicimos un concierto de plancha cuando el género dejara de ser mañé para ser escuchado por los estratos altos. Es un perfecto ejemplo del concepto moda traido de la música. El reggaeton dejó de ser moda y ahora es estable. Se subvaloró el género. Ahora todos los artistas latinos están haciendo música urbana, los Grammy ahora son totalmente urbanos, y ha desplazado otros géneros. 

¿Cómo incluyen los reconocimientos en su trabajo?

Eso es un regalo para el alma y el ego. Es un privilegio gigante pero es una responsabilidad increible. Tenemos una ventaja, pero también una responsabilidad muy grande, porque luego el reto está en no errar en nada.

¿Cuál es su balance de este último año para su empresa?

En los últimos años Colombia sigue apostándole al entretenimiento, muy a pesar de las crisis, de los temas financieros, de que el dolar se disparó y que bajó el petroleo, se generó un trauma en el aire con los clientes que no querían invertir, pero el resutlado final del 2016 refleja otra cosa, que la inversión en entretenimiento y marketing se sigue haciendo y que el público en general sigue apostándole a estar en los eventos masivos y de hacer eventos corporativos. La torta publicitaria de la que tanto se habla sigue siendo importante en temas de inversión, por lo que este último tema a pesar de lo que ha pasado a nivel económico,  va a seguir pasando. Creo que no va a afectar tanto la industria del entretenimiento como se esperaba. El balance es bastante positivo en general. 

¿Cuál es su concepto del entretenimiento?

En muchas partes del mundo va desde ir a cine hasta ir a un gran evento o una obra de teatro. Creo que la gran sombrilla del entretenimiento cubre muchas cosas: todo lo que tenga que ver con arte, expresión cultural, música y todas estas expresiones. El deporte está en una línea muy delgada, porque hoy en día es un estilo de vida y eso está entrando a hacer parte del entretenimiento y viene a sacar un poco de la tajada, pero dentro de su oferta hay una gran variedad de eventos en teatros, parques y creo que en este momento el entretenimiento se está convirtiendo en una materia prima para vivir.

Muchos de los realizadores hacen poductos que tal vez les hubiera gustado ver dentro de su infancia ¿Cuando se enfrentó con la industria del entretenimiento evocó eso que quería ver?

No, un no rotundo. Yo soy de otra generación a la actual y han pasado tres generaciones por delante. El mundo ha cambiado mucho y lo que consumen hoy mis hijos no solamente es distinto a lo que vivimos nosotros, sino que además el mundo ha cambiado. Hoy en día hago un concierto y tengo que aprender de lo que le está gustando a la gente. Estoy muy metido en la industria de la música, pero de todas formas me toca sentarme y ver que gusta y porque se prefiere a un artista sobre otro. Yo puedo saber que artista pongo en un evento corporativo, pero no puedo saber que artista pongo en un concierto joven, porque para eso tengo que sentarme con programadores, expertos y mirar que se está escuchando en el momento. Todo es una cadena armonizada por lo tanto yo no puedo hacer un evento pensando en mis gustos de pequeño.

Hoy no solo se tiene que analizar la marca para quien va dirigido el proyecto, sino además el target para meterse en él y ser uno más. Las generaciones hablan distinto y esta es una generación bien compleja. Los gustos de los jóvenes son tan cambiantes que ni yo puedo acordarme de que hubiera quise cuando era chico. 

¿Cuál es la curaduría de un evento como el Jumbo Concierto o los Premios Shock?

Es bien interesante porque lo único que hay que quitarse es la terquedad y el gusto propio, porque a mi me puede parecer desastroso un artista pero es lo que gusta hoy. En el Jumbo concierto han pasado artistas que no puedo oir, pero hemos tenido que tenerlos porque son los que gustan en el momento a los jóvenes de hoy y no hay nada que hacer. Hay que estudiar el target tanto en términos de edad como de nivel socioeconómico, porque cambia contundentemente. 

¿Por región también cambia?

Sí, Medellín es muy urbana, en cambio Bogotá es un poco más diversa. La costa es vallenatera y más que urbana es champetuda y obviamente escuchan pop. Ese análisis es bien interesante porque se hacen descubrimientos que uno no pensaba. 

¿Cómo se piensa el entretenimiento para adulto contemporáneo?

Todo depende de lo que necesiten las marcas y de lo que se mueve hoy. Hace 12 años hicimos un concierto de plancha cuando el género dejara de ser mañé para ser escuchado por los estratos altos. Es un perfecto ejemplo del concepto moda traido de la música. El reggaeton dejó de ser moda y ahora es estable. Se subvaloró el género. Ahora todos los artistas latinos están haciendo música urbana, los Grammy ahora son totalmente urbanos, y ha desplazado otros géneros. 

¿Cómo incluyen los reconocimientos en su trabajo?

Eso es un regalo para el alma y el ego. Es un privilegio gigante pero es una responsabilidad increible. Tenemos una ventaja, pero también una responsabilidad muy grande, porque luego el reto está en no errar en nada.