Los cambios que Meghan Markle genera en la monarquía británica

Markle y el príncipe Enrique se casaron este sábado en Windsor, en un castillo medieval que tiene una capilla, que lleva el nombre del patrón de Inglaterra, san Jorge.

Redacción Gente
19 de mayo de 2018 - 04:30 a. m.
La relación entre el príncipe Enrique y Meghan Markle se hizo pública el 25 de septiembre de 2016.  / EFE
La relación entre el príncipe Enrique y Meghan Markle se hizo pública el 25 de septiembre de 2016. / EFE

La pareja se conoció hace dos años en una cita a ciegas organizada por una amiga común. La relación se hizo pública el 25 de septiembre de 2016 y un año después anunciaron su compromiso de boda. Desde entonces han participado en actos oficiales y han hecho vida conjunta en una casa en los terrenos del palacio londinense de Kensington, donde seguirán residiendo como matrimonio.

En la mesa real sin estar casada

En diciembre pasado, Meghan Markle rompió el estricto protocolo de la realeza británica cuando, por petición del príncipe Enrique, la reina Isabel aceptó que pasara el día de Navidad en la residencia rural de Sandringham, en el este de Inglaterra, junto con miembros de la familia real británica. Hasta entonces, a esta celebración sólo acudían las personas que tienen un vínculo matrimonial. Por ejemplo, Kate Middleton, la duquesa de Cambridge, tuvo que esperar hasta contraer matrimonio, tras un noviazgo de ocho años, con el príncipe Guillermo, para poder tener un lugar en la mesa de celebraciones.

Primera mujer mulata

Meghan Markle es la primera mujer mulata en ingresar a la familia real. Nacida el 4 de agosto de 1981 en Los Ángeles (Estados Unidos), es hija de Thomas Markle, un director de iluminación de televisión que ganó un Emmy por su trabajo en la serie Hospital General, y de Doria Ragland, asistente social y profesora de yoga.

En su árbol genealógico se mezclan esclavos y miembros de la realeza. Por parte de madre desciende de los esclavos de las plantaciones de algodón de Georgia, en el sur de Estados Unidos. Por parte de padre es descendiente del rey Roberto I de Escocia, que reinó entre 1306 y 1329.

¿Sociedad londinense más abierta?

Al ser la primera mulata en la familia real en los tiempos modernos, se espera que Meghan Markle dé un nuevo aire a la sociedad londinense. Por ejemplo, en el mercado del barrio de Brixton, históricamente el centro de la comunidad afrocaribeña británica, se espera que sea una oportunidad de forjar una comunidad más unida y cerrar las heridas que empezaron con la generación Windrush de posguerra, bautizada con el nombre del barco que llevó la primera oleada de inmigrantes jamaicanos a Londres en 1948.

Una mujer del común

Criada en Hollywood, Meghan Markle se licenció en teatro y relaciones internacionales en la Universidad Northwestern estadounidense, cerca de Chicago, y se hizo un nombre como actriz encarnando a la abogada Rachel Zane en la serie de televisión Suits, entre 2011 y 2017.

Para mantenerse entre trabajos, hacía la caligrafía en invitaciones de boda. En noviembre de 2016 lanzó una línea de ropa con la marca canadiense Reitmans y dirigió durante tres años un portal digital de estilo de vida, The Tig, que cerró en abril de 2017.

Estuvo casada dos años, hasta 2013, con el productor de cine Trevor Engelson. Pero no es la primera mujer divorciada que llega a la familia real británica, pues en 1936 Eduardo VIII renunció a la corona para casarse con Wallis Simpson, estadounidense que ya se había divorciado dos veces.

Feminista y filántropa

A los once años, Markle propició que una marca de detergente de Estados Unidos cambiara su publicidad sexista tras escribir una carta a la dirección y a la entonces primera dama, Hillary Clinton.

Recientemente fue embajadora de la organización humanitaria cristiana World Vision Canada, con la que viajó a Ruanda en una campaña por el agua potable.

Además ha sido representante de ONU Mujeres, la entidad de las Naciones Unidas para la igualdad de género y el empoderamiento de las mujeres, y fue consultora de la organización One Young World.

Tras el compromiso con el príncipe Enrique, anunció que abandonará su carrera de actriz para concentrarse en su trabajo humanitario.

Amante de la moda

Meghan Markle trae un viento de cambio al código de vestimenta más bien conservador de la familia real británica, pero también tendrá que decir adiós a una parte de su glamuroso estilo. Por eso cerró sus perfiles en redes sociales, donde a veces aparecía en poses sexis, despeinada, como una mujer normal, pero no como una representante de la casa de Windsor.

Sin embargo, desde su compromiso con el príncipe Enrique, la exactriz ha optado por seguir luciendo ropa de diseñador, pero sin excesos, con vestidos largos, cuellos de cisne, abrigos clásicos y colores neutros.

Por Redacción Gente

Temas recomendados:

 

Sin comentarios aún. Suscribete e inicia la conversación
Este portal es propiedad de Comunican S.A. y utiliza cookies. Si continúas navegando, consideramos que aceptas su uso, de acuerdo con esta política.
Aceptar