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Los verdaderos secretos de Viena

Para la periodista, la sensualidad se aleja de los escotes y las minifaldas. “Nada supera un buen perfume y un labial”.

El Espectador
15 de diciembre de 2011 - 03:44 p. m.

¿Qué la motivó a publicar un libro bajo su propio sello editorial y sobre este tema?

Hace muchos años quería elaborar una guía de maquillaje y en mayo del año pasado comencé con el proyecto. Decidí ser independiente, porque buscaba un libro en el que me sintiera libre de decir y recomendar lo que pienso. Hablo de las marcas que a mí me gustan, sin necesidad de comprometerme con nadie.

¿Qué reúnen esas páginas?

Resumo mis 20 años de experiencia en el mundo del modelaje y en el periodismo. Esta es una guía práctica y quiero que las mujeres la guarden como su amiga.

Hablando de secretos, ¿confesará cómo logró tener las piernas más admiradas de Colombia?

Es genético, una labor 100% de mi mamá y mi papá (risas), pero hago cinco minutos diarios de cuclillas, salto a lazo un minuto y listo.

El principio para que una mujer quede bien maquillada.

Menos es más. En nuestra cultura las mujeres equivocadamente creen que la exageración en el maquillaje va a ocultar los granitos y te va a hacer ver divina, y eso no es cierto. Poca base, con pestañina, labial y rubor quedas bien.

¿Cuál debe ser el fin del maquillaje?

Realzar las facciones en lugar de destacar los colores. Los excesos distraen la atención. Es verse bonita y no empayasarse.

Un consejo para enfrentarse al clóset.

Lo que uno no ve no se lo pone. Hay que organizar y mantenerlas prendas visibles. No deben faltar un jean, una camisa blanca, unos tacones negros y un vestido negro corto.

¿Aunque la mona se vista de seda mona se queda?

Aplica en la medida en que uno sea inseguro y busque imitar a alguien, porque no te vas a ver cómoda con lo que elijas y eso se nota. Debemos ser fieles al estilo propio, la ropa transmite tu personalidad.

¿En qué se rajan las colombianas al elegir qué ponerse?

En jurar que la talla 8 es la medida perfecta. Si estás arriba, te dicen gorda; si estás por debajo, estás muy flaca. Entonces algunas acostumbran ponerse pantalones 8, que hacen que se le salgan todos los gorditos deformando el cuerpo. Si sufren tanto por la talla, córtenle la tirita, es hora de acabar con esos ideales de belleza.

¿Qué lugar siente propio de su Medellín?

Me gusta pararme en la montaña y ver de frente la ciudad. Siento mío cualquier punto en el que pise tierra y pueda respirarla.

¿A qué es aficionada?

A leer, a besar a mis hijos y a abrazarlos cuando están dormidos en la noche. Mi lujo más grande es acostarme en la noche en mi cama a ver televisión junto a ellos.

¿Cómo hace para lidiar con tres adolescentes?

Estoy aprendiendo… Quiero confiar en mi intuición.

¿Qué le trajo Viena Ruiz a las secciones de entretenimiento de la televisión nacional?

Las traje. Aunque hay una gran diferencia, porque cuando comencé con Yamid (Amat) en CM& mi sección era 90% política y 10% farándula, ahora sólo se habla de entretenimiento.

¿Cómo recuerda su protagónico en la telenovela ‘Solo una mujer’?

¡Hay Dios mío!… No tengo la vocación para ser actriz, no sirvo para eso. En lugar de mi vida, vivía la del personaje, no veía a mi familia, y los besos y las lloradas eran terribles… Ahora sé que lo hice porque era joven y pagaban muy bien.

¿Dónde habita la sensualidad?

En la mente y luego en un buen perfume y en un buen labial.

Por El Espectador

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