Alfredo Gutíerrez sorprendió con sus malabarismos con el acordeón y Susana Baca y Víctor Víctor ratificaron su condición de leyendas de la música Latinoamericana.
Algo más de 10 mil personas llenaron la Plaza Carabobo, justo en frente del Parque Explora, para ver y corear las canciones de artistas como Los Van Van, Alfredo Gutiérrez, Víctor Víctor, Susana Baca y el grupo colombiano Siguarajazz, durante la realización del Concierto Pacífico-Caribe, del 3er Congreso Iberoamericano de Cultura.
Los encargados de abrir la presentación fueron los antioqueños de Siguarajazz quienes comenzaron a calentar el ambiente con su música que fusiona el jazz con los sonidos del Caribe.
El termómetro se fue calentando cuando apareció en el escenario Víctor Víctor, el músico y poeta dominicano que comenzó a darle a una nueva dimensión a la bachata. Como era de esperarse interpretó las canciones que lo han hecho famoso Te busco y Mesita de noche, donde contó con la colaboración del colombiano Roberto Camargo, en lo que constituyó una auténtica sorpresa para el público.
Acto seguido se subió al escenario la peruana Susana Baca, que demostró su talento y carisma descomunal. La peruana, que hasta ahora era un secreto conocido solo por los melómanos más furibundos, se ganó el corazón de los antioqueños y todos los invitados al Tercer Congreso Iberoamericano de Cultura por la textura impresionante de su voz.
El cuarto en salir a escena fue Alfredo Gutiérrez, quien no dio respiro a la audiencia pues en los 50 minutos que tocó fue de éxito en éxito, lo que incluye canciones Festival en guararé y Anhelos. Su enorme despliegue de talento ratificó que es un dotadísimo intérprete del acordeón y un showman como hay muy pocos en Colombia. Toco algo de rock and roll y culminó su actuación con su recurrente acto de tocar el acordeón apoyado en los dedos de los pies. Su música contagió hasta la propia Susana Baca quien había manifestado su interés por conocer de primera mano el talento del colombiano.
Para el cierre se reservó la actuación de Los Van Van, la legendaria orquesta cubana que terminó por llenar de ritmo y sabor todos los rincones de la plaza. El conjunto, dirigido por Juan Formell, puso todo de su parte para congraciarse con el público, celebrando la belleza de la ciudad. Sus cantantes, en sus improvisaciones soneras, se encargaron de ensalzar la hermandad Iberoamericana, que por estos días contagia a todos los participantes de este Congreso.