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Admite que varias veces actuó “como cuando se destapa una olla a presión” y contesta preguntas sobre la grabación subrepticia que le hizo a un asistente del alto tribunal.
Cecilia Orozco Tascón.- La Corte Suprema ha iniciado una segunda investigación contra usted por haber recibido una información del DAS considerada ilegal, que afectaba a una adversaria política suya y del gobierno: Piedad Córdoba ¿Por qué pidió esa información?
Ex senadora Nancy Patricia Gutiérrez.- Primera observación: no me entregaron ni recibí información ilegal. Recibí y solicité datos legales. Segunda: en febrero de 2008 hubo sesiones extraordinarias en el Congreso. Hubo quejas porque la senadora Córdoba no había asistido. En la primera plenaria ordinaria, el 25 de marzo, le hice un llamado de atención como presidenta del Congreso, que terminó siendo una discusión política de fondo. Se planteó entonces la realización de un debate para la semana siguiente y para poderlo sustentar, visité a la directora del DAS y le pedí que me diera las fechas de salida del país de la senadora. Me dijo que mandara por escrito la petición. Así obtuve lo requerido. Ese nuevo debate nunca se llevó a cabo.
C.O.T.- ¿Significa que la fuerte discusión entre ustedes dos en la plenaria, que fue transmitida por televisión, fue previa a su petición formal al DAS para solicitar datos de salida e ingreso al país de Córdoba?
N.P.G.- Sí. En la plenaria donde la recriminé, la senadora Córdoba se molestó muchísimo conmigo y aseguró que yo tenía que ver con los paramilitares. Entre otras cosas, ahí nacieron mis problemas con la Corte Suprema. Después le pedí la información al DAS. Finalmente la Procuraduría solicitó que se le entregara la documentación y por eso se le mandó.
C.O.T.- Por el contenido de su reclamo a Piedad Córdoba en la plenaria de marzo, usted ya tenía la información que le solicitó posteriormente al DAS: le criticó los viajes y preguntó quién se los pagaba ¿Cómo hizo para saber sobre esos temas que eran investigados sin orden judicial por la entidad de inteligencia?
N.P.G.- Lo que dije fue producto de información pública que estaba en los medios y era una inquietud de mucha gente que se había comunicado con el Congreso mediante correos electrónicos y otros mensajes.
C.O.T.- Debido a las confesiones de los ex funcionarios del DAS, hoy se sabe que a Córdoba la estaban siguiendo sin orden judicial, incluso en el exterior. En la Casa de Nariño se discutieron sus viajes y si constituía delito que se los pagaran ¿Tuvo algún contacto con Presidencia antes de la plenaria?
N.P.G.- Tengo el amparo de la reserva de la investigación preliminar. Sin embargo, reitero que llamé la atención de la senadora porque no estaba asistiendo a las plenarias sin cumplir con los trámites de los permisos que se requieren para poderse ausentar. Nunca supe si esos temas fueron tratados por personas del Gobierno.
C.O.T.- La subdirectora de operaciones de Inteligencia del DAS Martha Leal fue quien confesó que le entregó a usted los datos de los seguimientos a Córdoba ¿No cree que está pagando un alto costo solo por hacerle un debate a una opositora del gobierno?
N.P.G.- No. Lo que se entiende de las declaraciones de los ex funcionarios del DAS es que ellos estaban adelantando investigaciones sobre la filtración del gobierno de Venezuela en Colombia. También que investigaban a las FARC. En el curso de esos trabajos se encontraron con datos de la senadora Córdoba pero no hubo un seguimiento contra ella como tal. De otro lado, estaba el interés por el desempeño de ella como congresista. Y sus entradas y salidas del país terminaron siendo un tema del Congreso, de los medios, del gobierno, de Venezuela.
C.O.T.- ¿Por cuál razón le planteó a la ex senadora la discusión sobre su asistencia al Congreso en aquel preciso momento y no en otro?
N.P.G.- Había un antecedente: la semana anterior ella había dado unas declaraciones en Venezuela en contra del Estado colombiano. Me llamaron de un medio para que reaccionara. Dije que debía definir si estaba del lado de las instituciones o del lado de las FARC. Entonces en la plenaria siguiente recordé el tema.
C.O.T.- La Ley Quinta reglamenta el funcionamiento del Congreso y allí se faculta al presidente del Senado a garantizar el cumplimiento del trabajo legislativo pero no lo autoriza a investigar a otro congresista. ¿No se preguntó si su petición al DAS podría entregarse solo por orden de juez?
N.P.G.- Los parlamentarios están facultados para pedir información a cualquier entidad del Estado y los funcionarios están obligados a responder porque uno de los objetivos del Congreso es ejercer control político. Si un senador solicita información, salvo que sea reservada por ley, debe ser entregada.
C.O.T.- En consecuencia ¿No considera que los datos sobre la ex senadora pertenecieran a su intimidad?
N.P.G.- No, porque se buscaba establecer si ella había cumplido con los trámites de los congresistas. En segundo lugar, le consulté a la directora del DAS y ella me contestó que le enviara la solicitud por escrito. El DAS me entregó la información también por escrito. No hubo nada oculto en ese trámite.
C.O.T.- Entonces ¿Por qué se le abre investigación preliminar en la Corte?
N.P.G.- Creo que es cuestión de trámite. Después de dos años y nueve meses de sufrir otro proceso muy doloroso para mí en todo sentido, entiendo que hay trámites que se deben cumplir. Como yo, en el momento al que se referían los ex funcionarios del DAS era senadora, el fiscal remitió las declaraciones a la Corte. Y ésta debía abrir investigación. Estoy muy tranquila y entiendo que tengo la obligación de dar las explicaciones del caso porque era servidora pública.
C.O.T.- ¿Cuál es su opinión sobre el espionaje DAS?
N.P.G.- Que fue vergonzoso. Uno no se imagina que una entidad del Estado pueda estar al servicio de intereses diferentes a los propios de la función pública.
C.O.T.- ¿Y qué piensa del asilo de María del Pilar Hurtado?
N.P.G.- Esa es una situación personal tan compleja que no me atrevo a calificarla.
C.O.T.- ¿Consideraría para usted la posibilidad del exilio?
N.P.G.- Discutí ese tema en varias oportunidades con mi familia y lo descarté totalmente. Creo que no va con mi personalidad y con mi manera de ser.
C.O.T.- Usted lloró y protestó fuertemente contra la Corte por un allanamiento que la Sala Penal ordenó hacerles a sus colegas congresistas Alirio Villamizar y Juan Manuel Corzo. La semana pasada la Procuraduría destituyó e inhabilitó por quince años a Villamizar y la Corte lo condenó a casi diez años de prisión ¿Cómo califica sus palabras y su reacción de ese momento?
N.P.G.- Actúe emotivamente. Fue como cuando se destapa una olla a presión. En realidad, sentía un estrés muy alto por la investigación preliminar que me habían abierto sobre una acusación que no era cierta. Esos allanamientos y mi queja en el Congreso ocurrieron justamente el día en que se iba a votar el proyecto de la segunda reelección presidencial…
C.O.T.- Así es: usted hizo la referencia explícita a que la Corte quería impedir la votación del Congreso sobre la segunda reelección…
N.P.G.- Como le digo, había una presión muy grande en esos días y se lo digo con toda sinceridad: allá se decía que no se podía votar por la reelección porque nos iban a meter a la cárcel. Yo viví mucho tiempo con la amenaza de que terminaría en una prisión.
C.O.T.- ¿Quién la amenazaba?
N.P.G.- Los rumores eran casi diarios. El día de los allanamientos me desahogué. Eso explica mi reacción, mis palabras y mi llanto.
C.O.T.- Visto el resultado de la investigación penal y disciplinaria a Alirio Villamizar ¿Qué opina de lo que afirmó en es momento?
N.P.G.- Lo que dije no era una defensa de un caso particular sino era un llamado general a que el Congreso no actuara o dejara de actuar bajo presión externa. Antes de entrar a la plenaria alguien me había dicho que iban a allanar mi casa. Casi enseguida nos enteramos de los operativos contra los otros dos senadores. Eran chismes pero eso generó una tensión muy grande.
C.O.T.- ¿Cómo va su investigación de 2008 respecto a su supuesta alianza política con algunos paramilitares en Cundinamarca?
N.P.G.- Ha habido cerca de 45 declaraciones en la Corte sobre este caso. Llevamos dos años y nueve meses en investigación preliminar aun cuando la ley dice que el plazo para tomar decisiones es de seis meses. Nunca hubo un salto electoral grande en mis resultados y siempre tuve fe en que todo saldría bien. Pero ha habido situaciones muy complicadas como por ejemplo, la primera acusación que se me hizo de que dos jefes paramilitares de Cundinamarca me habían ayudado con votos. Ellos fueron a la Corte y negaron que fuera cierto. Apareció después un anónimo; luego llegó un congresista con información en mi contra. También hubo una cantidad de especulaciones que hicieron que se dilatara la investigación.
C.O.T.- Su proceso se caracteriza por algo extraño: hay declaraciones y rectificaciones a las mismas ¿Por qué ha ocurrido ese fenómeno?
N.P.G.- Eso no es exacto. En el expediente no hay ninguna acusación fuera de la primera que se me hizo. Sí hubo mucha especulación y llegaron 43 declaraciones. También hubo personas que pidieron declarar a cambio de que las trasladaran de cárcel. En una oportunidad tres testigos se amenazaron entre ellos mismos pero cuando llegaron, dijeron que no sabían nada. Me han cambiado cuatro veces de magistrado auxiliar. Son funcionarios correctos sobre los que no tengo queja ni duda. Pero la investigación se prolonga más.
C.O.T.- En principio usted también sostuvo que Rocío Arias, Piedad Córdoba y su ex marido estaban complotando para acusarla ¿Se ratifica en esa afirmación?
N.P.G.- No lo dije yo. Ese comentario salió en medios pero lo que sí quedó demostrado en el expediente fue que el reclamo que le hice en la sesión plenaria a la senadora Piedad Córdoba ocurrió el 25 de marzo de 2008 como lo dije antes. Según una certificación del Inpec, el 9 de abril ella fue a la cárcel a hablar con Rocío Arias. La gran incógnita es de qué hablaron y por qué terminó mi nombre involucrado en una investigación.
C.O.T.- ¿Sugiere que hay relación entre esa visita y su proceso?
N.P.G.- Quedó demostrado que hubo, por lo menos cronológicamente, una coincidencia. Pero mire: no quiero incurrir en los errores de los cuales yo misma fui víctima. Es decir, terminar involucrada sin pruebas. Prefiero no hacer señalamientos.
C.O.T.- En su momento se dijo que el entonces comisionado de Paz Luis Carlos Restrepo hizo gestiones para ayudarla a usted por orden del Presidente. Y que había visitado a jefes paramilitares desmovilizados para impedir que hablaran en su contra ¿Qué puede decirnos al respecto?
N.P.G.- Que ése fue otro de los rumores sin fondo. Las personas que supuestamente habían sido visitadas por Luis Carlos Restrepo, llamaron a otros testigos y eso quedó totalmente desmentido en la Corte. Él sí estuvo en la cárcel pero según las declaraciones que quedaron registradas, nunca hubo reuniones privadas sino públicas.
C.O.T.- Es conocido que Rocío Arias era cercana a los paramilitares y entre ellos, principalmente a alias “don Berna” ¿Sabe usted si “don Berna” conocía lo que diría Rocío Arias en su contra y después sus evasivas al mismo caso?
N.P.G.- No lo sé. Una de las grandes incógnitas que me quedaran de por vida es por qué me pasó esto. No he podido encontrar una explicación. Creo que muchas personas usaron a la justicia para diversos intereses.
C.O.T.- Si por algo se ha caracterizado usted es porque ha sido hiperactiva en su defensa ¿Cómo hizo para grabar a un asistente de la Corte que hablaba aparentemente mal de un magistrado investigador?
N.P.G.- Se trató de preconstituir una prueba ante la posibilidad de que se estuviera cometiendo un delito o una injusticia.
C.O.T.- El asistente después se declaró sorprendido por haber sido grabado sin previo aviso y dijo que en realidad admiraba al magistrado que parecía acusar de procedimientos impropios en la grabación.
N.P.G.- La prueba se preconstituyó, luego se dio un informe de policía judicial que no correspondía a la verdad. Y mi abogado y yo presentamos por escrito la queja ante la Corte Suprema. Jamás me salí de las actuaciones jurídicas. Eso seguramente se ha entendido como hiperactividad pero no hay tal cuando uno tiene la razón.
C.O.T.- Pero de ese capítulo quedó una sensación extraña: un procedimiento no muy claro de parte suya ¿Quedó tranquila con el efecto que provocó?
N.P.G.- La Corte lo remitió a los organismos de control mi queja. Quizás eso dilató la investigación pero el que nada debe, nada teme.
C.O.T.- Insisto: ¿No será que no calculó el costo de hacerle favores políticos a su ex presidente amigo? En la dinámica de la política nacional nada de raro tiene que él le dijera que atacara a personajes que molestaban al Gobierno ¿Usted hizo esa tarea?
N.P.G.- A mí no me parece normal que un presidente le haga ese tipo de peticiones a un congresista. Si me hubiera pasado, me habría parecido irrespetuoso. Jamás le habría aceptado una solicitud de ese tipo. Pero él nunca lo hizo. Hay muchos mitos alrededor de Álvaro Uribe y la discusión política se polarizó tanto que llegó a pensarse que todo lo que se decía sobre él era cierto. No era así.
C.O.T.- ¿Por qué no se volvió a presentar al Senado?
N.P.G.- Estuve doce años en el Congreso y cuando terminé mi segundo periodo en la Cámara, creí que ya había cumplido la tarea. Sin embargo en ese momento, cuando me quedé en Cambio Radical, terminé presentando mi nombre al Senado cuando no era mi proyecto. Salí elegida y tuve el honor de presidir el Senado. Pero me cansé de la labor legislativa que es bastante árida.
C.O.T.- ¿En su decisión no influyeron las investigaciones y la polémica sobre su nombre?
N.P.G.- Debo decir que a raíz de la acusación que me hicieron, mi vida política se congeló porque estuve muy disminuida. No me sentía con el ánimo de dar batallas. Entonces consideré que estaba terminada mi gestión en el Congreso. No renuncié antes de que se venciera mi último periodo porque estaba esperando que mi juez natural, la Corte, concluyera la investigación. Y eso hice.
¿Candidata de Cambio Radical?
Cecilia Orozco T.- ¿La decisión de no volver a candidatizarse para el Senado significa que se retira de la vida política para siempre?
Nancy P. Gutiérrez. - Mi familia quisiera que fuera así.
C.O.T.- ¿Y usted?
N.P.G.- Me gusta el trabajo político.
C.O.T.- ¿Se presentará entonces en las elecciones para la gobernación de Cundinamarca, si salen favorables a usted las investigaciones de la Corte?
N.P.G.- Es una de las opciones que estoy considerando pero no tengo afán.
C.O.T.- Me imagino que será candidata de la U o del movimiento que lidere Uribe.
N.P.G.- No. Soy de Cambio Radical y ahí me quedaré.
C.O.T.- ¿Por qué?
N.P.G.- Porque el modelo del presidente Santos ha sido exitoso en el tema de la convergencia política y del consenso. Y si fuera el caso, me gustaría repetir ese modelo regionalmente.
C.O.T.- su relación con Germán Vargas Lleras se enfrío con motivo del intento de Uribe de hacerse reelegir por segunda vez ¿Se reencontrarán?
N.P.G.- Tuvimos diferencias justamente por el tema de la reelección pero no creo que eso nos impida trabajar juntos de nuevo.
Los procesos que enredaron a la ex congresista Gutiérrez
La primera investigación que la Corte inició en contra de la entonces presidenta del Congreso, en abril de 2008, tiene que ver con su presunta alianza política con dos jefes paramilitares: alias “El Pájaro” y alias “El Águila”, ambos cercanos al extraditado “don Berna”. Quien involucró el nombre de Gutiérrez en este caso fue la también ex congresista Rocío Arias que estuvo en el Buen Pastor y que era una amiga de “don Berna”. Arias aseguró que cuando ella solicitó ayuda electoral a los paramilitares de Cundinamarca, un cercano colaborador de ellos le contestó que no era posible porque ya estaban comprometidos con la candidatura de Gutiérrez. Esas denuncias no fueron confirmadas en declaraciones formales ante la Corte por los mencionados delincuentes. Han pasado casi tres años y la Sala Penal está a punto de tomar una decisión pero se desconoce en qué sentido lo hará. El segundo proceso es muy reciente, de septiembre del 2010, y se relaciona con las confesiones que han entregado los agentes de inteligencia del DAS en el caso de las chuzadas ilegales a la oposición política, la Corte y los periodistas. La subdirectora de inteligencia declaró que le entregó documentos la ex senadora Gutiérrez para que atacara a Piedad Córdoba. Ella acepta que recibió la información pero no admite que fuera ilegal.