Escucha este artículo
Audio generado con IA de Google
0:00
/
0:00
Miguel Ángel Bastenier está encantado de haber sido premiado en la última fase de su carrera con el premio María Moors Cabot, que otorga la Escuela de Periodismo de la Universidad de Columbia, en Nueva York, y el cual destaca a profesionales cuyos reportajes y trabajos editoriales han propiciado un mejor entendimiento dentro del continente americano.
Sin embargo, el periodista, que se encuentra en estos momentos en Cartagena dictando el taller “Cómo se escribe en periodismo”, de la FNPI (Fundación Nuevo Periodismo Iberoamericano), nunca fue muy dado a los reconocimientos ni a los galardones. “Nunca he sido una persona de premios, no me he presentado jamás en mi vida a ninguno. Yo pertenezco a una generación que vivió los últimos años del franquismo y todos los premios que se daban entonces en España eran afectables para la dictadura, por lo tanto no eran dignos de ningún crédito. Por eso los de mi generación despreciábamos e ignorábamos los premios”, advierte.
Desde su creación en 1938, 261 periodistas provenientes del Caribe, América Latina, Canadá y Estados Unidos, entre otros países, han recibido el premio María Moors Cabot. Los otros ganadores de este año son el venezolano Teodoro Petkoff, director del diario Tal Cual; el mexicano David Luhnow, jefe de la mesa para América Latina de The Wall Street Journal, y Juan Forero, corresponsal del Washington Post y la Radio Pública Nacional de estados Unidos.
A la pregunta de cómo ha contribuido a ese fortalecimiento y mostrado un compromiso cubriendo la región, Bastenier asegura que él no se plantea esas cosas. “Es mejor que se las planteen Cristina Fernández, Hugo Chávez, incluso Juan Manuel Santos. Yo no me planteo esas cosas bárbaras. Yo hago lo mejor que sé, una tarea extraordinaria e interesante para el periodista que consiste nada menos que en explicar el mundo al mundo. Con lo cual no he contribuido a nada, simplemente he cumplido con una tarea. Como me intereso mucho en América Latina, esa tarea redundará —ignoro cuánto— en la medida en que se aproxime a un mejor conocimiento entre España y América Latina y de España para América Latina”.
Bastenier trabajó en el diario El País de España por mucho tiempo y desde su jubilación trabaja como colaborador y columnista. Además, sigue vinculado a la escuela de periodismo creada por ese diario, que forma periodistas “tipo País”, a los que define como “profesionales que corroboran, que comprueban, que no creen ni dejan de creer, que se instalan en un cerro de escepticismo en el que chequean todo, que no van a favor de nadie, que no prefieren a nadie, prefieren hacer un buen trabajo”.
Bastenier le debe la conexión latinoamericana a la Fundación Nuevo Periodismo Iberoamericano, fundada por Gabriel García Márquez en 1994. Anteriormente había estado en América Latina, había entrevistado a grandes personalidades y a presidentes, había hecho reportajes sobre los sandinistas, entre otros trabajos, pero el cable que lo conectaría a estas tierras sería la Fundación, institución clave para el periodismo en la región. “Hacen falta escuelas de periodismo preferentemente instaladas dentro de un diario, porque sólo dentro de un periódico se enseña periodismo”, asegura con convicción.