“Mis condolencias a Julián Román”: Reacciones a la muerte del actor Edgardo Román
El reconocido actor de cine, televisión y teatro falleció en Bogotá el viernes 7 de enero, a los 71 años. Participó en más de 80 producciones, entre las que se destacan “Amar y Vivir”, “Bolívar: El Héroe”, “La Estrategia del Caracol” y “La Gloria de Lucho”. Edgardo Román también era profesor en su escuela, la fundación Actuemos, que fundó en 1993.
El gran actor colombiano, Edgardo Román falleció este viernes 7 de enero, a los 71 años. El actor recordado por una gran carrera en la televisión en algunas telenovelas como “Pura sangre”, “Amar y vivir” o “La gloria de Lucho”, partió luego de algunos años de lucha contra un cáncer. Su padecimiento lo habría dado a conocer su hijo, el también actor, Julián Román.
Sus apariciones en teatro, cine y televisión son innumerables y fue galardonado con los premios India Catalina y Simón Bolívar como actor protagónico en el especial “Maten al León”, en 1990, y homenajeado por el Senado de la República por las películas El embajador de la India y La estrategia del caracol.
Sin embargo, para Edgardo Román el mayor premio era que lo creyeran actor y llegar con diversos mensajes a la gente.
Dicen que todos nacemos con alguna vocación que se manifiesta en la infancia, indicándonos el camino a seguir, y la del maestro, como lo llaman sus alumnos en Actuemos, definitivamente es la actuación. Se dio cuenta de ello muy pequeño, cuando se dejó encantar por el artificio, los trucos y la realidad simulada que veía en algunas obras de teatro presentadas en su colegio.
Actores, políticos y grandes celebridades de la industria del entretenimiento se despidieron del actor a través de redes sociales, expresando sus condolencias a Julián Román, su hijo, y a toda su familia.
Su pasión por el teatro lo llevó a actuar no solo en las tablas colombianas, sino también en imponentes escenarios como el Teatro Odín de Dinamarca y en el Teatro San Martín de Buenos Aires.
El cine no se escapó y en 1979 participo en “Colombia conection” de Gustavo Nieto Roa. Luego continuarn otras como “Padre por accidente” (1981) de Manuel Busquets Emiliani, “Cóndores no entierran todos los días” (1984) de Francisco Norden, “La estrategia del caracol” (1993). Durante los años 2000 destacaron “El héroe” (2003) de Guillermo Rincón, “La historia del baúl rosado” (2005) y “Retratos en un mar de mentiras” (2010) de Carlos Gaviria, entre muchas otras.
El gran actor colombiano, Edgardo Román falleció este viernes 7 de enero, a los 71 años. El actor recordado por una gran carrera en la televisión en algunas telenovelas como “Pura sangre”, “Amar y vivir” o “La gloria de Lucho”, partió luego de algunos años de lucha contra un cáncer. Su padecimiento lo habría dado a conocer su hijo, el también actor, Julián Román.
Sus apariciones en teatro, cine y televisión son innumerables y fue galardonado con los premios India Catalina y Simón Bolívar como actor protagónico en el especial “Maten al León”, en 1990, y homenajeado por el Senado de la República por las películas El embajador de la India y La estrategia del caracol.
Sin embargo, para Edgardo Román el mayor premio era que lo creyeran actor y llegar con diversos mensajes a la gente.
Dicen que todos nacemos con alguna vocación que se manifiesta en la infancia, indicándonos el camino a seguir, y la del maestro, como lo llaman sus alumnos en Actuemos, definitivamente es la actuación. Se dio cuenta de ello muy pequeño, cuando se dejó encantar por el artificio, los trucos y la realidad simulada que veía en algunas obras de teatro presentadas en su colegio.
Actores, políticos y grandes celebridades de la industria del entretenimiento se despidieron del actor a través de redes sociales, expresando sus condolencias a Julián Román, su hijo, y a toda su familia.
Su pasión por el teatro lo llevó a actuar no solo en las tablas colombianas, sino también en imponentes escenarios como el Teatro Odín de Dinamarca y en el Teatro San Martín de Buenos Aires.
El cine no se escapó y en 1979 participo en “Colombia conection” de Gustavo Nieto Roa. Luego continuarn otras como “Padre por accidente” (1981) de Manuel Busquets Emiliani, “Cóndores no entierran todos los días” (1984) de Francisco Norden, “La estrategia del caracol” (1993). Durante los años 2000 destacaron “El héroe” (2003) de Guillermo Rincón, “La historia del baúl rosado” (2005) y “Retratos en un mar de mentiras” (2010) de Carlos Gaviria, entre muchas otras.