“No soy de lujos, sí de gustos”
El técnico Francisco Maturana dice que un goleador memorable en Colombia es Valenciano.
El Espectador
¿Qué extraña del Chocó?
He aprendido a no extrañar las cosas que se pueden llevar en el alma.
¿Por qué dejó la odontología?
Por respeto a ella y al fútbol, que merecen una dedicación total.
El mejor recuerdo del Mundial 1990.
Haber logrado ir después de 28 años y ser protagonistas.
El mejor equipo con el que ha trabajado.
En el fútbol hay que dosificar las comparaciones, siempre queda una sensación de injusticia.
¿Y el mejor equipo que tiene actualmente el país?
América, un legítimo campeón.
¿El peor?
No lo sé, siempre acostumbro a mirar para arriba.
Un goleador colombiano memorable.
Iván René Valenciano, las estadísticas lo dicen.
¿Qué tiene el fútbol que otros deportes no tienen?
Es el fenómeno social, político, económico, cultural y deportivo más importante que tiene la humanidad.
Su mayor logro.
Seguramente no lo he conseguido.
Su mejor defensa.
Higuita y cuatro más adelantito.
Un gol inolvidable.
El de Freddy Rincón en Italia y el de Iván Ramiro en la Copa América. Fueron la firma de lo más importante que ha hecho el fútbol colombiano en toda su historia.
¿Algunos de sus pupilos han ido a que les saque las muelas?
No, además esa no es la principal misión del odontólogo, es evitar que eso suceda.
¿A qué futbolista le arreglaría los dientes?
Estoy en uso de buen retiro.
¿Qué tan uribista es?
Como un 150%.
¿Volvería a meterse en política?
Hoy no me lo planteo.
¿Y a la selección de Colombia?
No, mi tiempo ya pasó.
Su más grande lujo.
No soy de lujos, sí de gustos.
Lo que hace antes de sentarse a dirigir.
Nada en especial… de pronto, mirar dónde.
¿Cree en la suerte?
Sí, pero la llamo destino.
El mejor técnico de Colombia.
Unos escalones por encima el doctor Gabriel Ochoa Uribe... en la actualidad, Bolillo.
El mejor estadio del mundo.
A mí me gusta el San Denis, de Francia.
¿Qué le dejó 2008?
Conservé mis amistades e incorporé unas cuantas, además creo que aprendí de todo lo que me pasó.
¿Qué le saca la piedra?
El irrespeto.
Un momento feliz.
Muchos: trabajando, con mis amigos, con mi familia, con niños de cualquier parte del mundo.
¿Cuándo llora?
Eso nunca se sabe, llega solo.
¿Qué le ha dejado el fútbol?
Muchas cosas, pero lo importante es que ha sido para mí un vehículo de refinamiento cultural excepcional.
El amor de su vida.
Mi madre y mis hijos.
La persona que más admira.
A doña Hilda García de Maturana.
Su comida favorita.
Los mariscos.
Un libro de cabecera.
Toda la obra de Benedetti.
¿Cómo se divierte?
Viviendo.
¿Sigue pensando que perder es ganar?
Sí. Me encontré esto en Miradas. de Pablo Coelho: “Todas las batallas en la vida sirven para enseñarnos algo, incluso aquellas que perdemos”.
Un ejemplo en su vida donde perder es ganar.
Me da como una tristeza ese tema y un poco de pena con tanto ignorante suelto.
Su caballo favorito.
Lo estoy buscando, imaginando, diseñando, todos los días, juego con pedigrí, me encanta la genética, los cruces, ya lo encontraré.
Un lugar que lo descreste.
San Sebastián, en España, tiene magia y es hermoso.
Un personaje admirable.
Simón Bolívar.
¿Qué extraña del Chocó?
He aprendido a no extrañar las cosas que se pueden llevar en el alma.
¿Por qué dejó la odontología?
Por respeto a ella y al fútbol, que merecen una dedicación total.
El mejor recuerdo del Mundial 1990.
Haber logrado ir después de 28 años y ser protagonistas.
El mejor equipo con el que ha trabajado.
En el fútbol hay que dosificar las comparaciones, siempre queda una sensación de injusticia.
¿Y el mejor equipo que tiene actualmente el país?
América, un legítimo campeón.
¿El peor?
No lo sé, siempre acostumbro a mirar para arriba.
Un goleador colombiano memorable.
Iván René Valenciano, las estadísticas lo dicen.
¿Qué tiene el fútbol que otros deportes no tienen?
Es el fenómeno social, político, económico, cultural y deportivo más importante que tiene la humanidad.
Su mayor logro.
Seguramente no lo he conseguido.
Su mejor defensa.
Higuita y cuatro más adelantito.
Un gol inolvidable.
El de Freddy Rincón en Italia y el de Iván Ramiro en la Copa América. Fueron la firma de lo más importante que ha hecho el fútbol colombiano en toda su historia.
¿Algunos de sus pupilos han ido a que les saque las muelas?
No, además esa no es la principal misión del odontólogo, es evitar que eso suceda.
¿A qué futbolista le arreglaría los dientes?
Estoy en uso de buen retiro.
¿Qué tan uribista es?
Como un 150%.
¿Volvería a meterse en política?
Hoy no me lo planteo.
¿Y a la selección de Colombia?
No, mi tiempo ya pasó.
Su más grande lujo.
No soy de lujos, sí de gustos.
Lo que hace antes de sentarse a dirigir.
Nada en especial… de pronto, mirar dónde.
¿Cree en la suerte?
Sí, pero la llamo destino.
El mejor técnico de Colombia.
Unos escalones por encima el doctor Gabriel Ochoa Uribe... en la actualidad, Bolillo.
El mejor estadio del mundo.
A mí me gusta el San Denis, de Francia.
¿Qué le dejó 2008?
Conservé mis amistades e incorporé unas cuantas, además creo que aprendí de todo lo que me pasó.
¿Qué le saca la piedra?
El irrespeto.
Un momento feliz.
Muchos: trabajando, con mis amigos, con mi familia, con niños de cualquier parte del mundo.
¿Cuándo llora?
Eso nunca se sabe, llega solo.
¿Qué le ha dejado el fútbol?
Muchas cosas, pero lo importante es que ha sido para mí un vehículo de refinamiento cultural excepcional.
El amor de su vida.
Mi madre y mis hijos.
La persona que más admira.
A doña Hilda García de Maturana.
Su comida favorita.
Los mariscos.
Un libro de cabecera.
Toda la obra de Benedetti.
¿Cómo se divierte?
Viviendo.
¿Sigue pensando que perder es ganar?
Sí. Me encontré esto en Miradas. de Pablo Coelho: “Todas las batallas en la vida sirven para enseñarnos algo, incluso aquellas que perdemos”.
Un ejemplo en su vida donde perder es ganar.
Me da como una tristeza ese tema y un poco de pena con tanto ignorante suelto.
Su caballo favorito.
Lo estoy buscando, imaginando, diseñando, todos los días, juego con pedigrí, me encanta la genética, los cruces, ya lo encontraré.
Un lugar que lo descreste.
San Sebastián, en España, tiene magia y es hermoso.
Un personaje admirable.
Simón Bolívar.