Pablo Jara y su faceta como poeta
El músico y escritor ecuatoriano acaba de lanzar “Todas mis flechas”, un libro de poesía inspirado en las frases que escribió durante dos años en sus publicaciones en Instagram.
Redacción un chat con...
La mayor parte de su vida se ha dedicado a la música. ¿Cómo nació la idea del libro “Todas mis flechas”?
Me enamoré de la poesía hace dos años con el primer libro del escritor rumano Miguel Gane. Sentí una conexión al leer la contraportada que decía: no sé fabricar bombas nucleares y, a fin de cuentas, algo tendré que lanzarte. En ese momento algo dentro de mí dijo que, si esto era poesía, quería hacerlo. Compré la obra, la terminé en dos semanas e hice una publicación, para los que me seguían, y les dije que lo leyeran porque me cambió la vida.
¿A raíz de ese encuentro decidió hacer el libro?
Escribí el libro porque la gente me pidió que lo hiciera. He estado dos años compartiendo frases a diario en Instagram, más de 1.600, y en estos años recibí mensajes diciendo que les habían gustado mis frases, qué dónde podían comprar el libro, y les tuve que decir que no había libro. Estaba trabajando en mi cuarto tema musical, hablé con mi equipo y le dije que debíamos parar porque nos estaban pidiendo algo distinto.
¿“Todas mis flechas” es un libro solo de poesía?
Sería erróneo decir eso, porque tiene magia, no la de trucos, sino la que hace que uno se encuentre a sí mismo. De hecho, escogí ese nombre porque tiene muchos poemas, frases y versos que han calado entre la gente. Es un arsenal que entrego a la gente para que pueda dedicarlos y compartirlos a sus seres más queridos, son pensamientos que están escritos de manera profunda para que cuando el lector los lea, sienta con qué esencia fueron escritos.
Dentro del libro hay cinco videos con calidad de película que están enlazados mediante códigos QR.
Lo que busco es rescatar la poesía, porque ella ha sido una casa y un salvavidas que me ha ayudado mucho, y quiero que la gente tenga esa misma oportunidad. El libro mucho más allá de ofrecer poesía, pretende llevar al lector a un océano lleno de experiencias, estimulando todos sus sentidos.
Tiene la oportunidad de estar en el mundo de la música y la poesía. ¿Con cuál de los dos se siente mejor?
Los dos son lo mismo. En la poesía eres libre en el sentido de que puedes escribir un poema en tu teléfono, guardarlo, y puede que a alguien le sirva eso. Por otro lado, la música tiene un poco más de restricción, porque debes tener la melodía, letra, instrumentos, todo eso.
¿Ha considerado convertir uno de sus poemas en canción?
Este será el segundo tema que saquemos en el año. Creo que si dejamos de un lado que una canción sea comercial o pegajosa, y nos quedamos con la esencia, que es lo que debería importarnos a todos, la letra que tiene la canción o el mensaje que deja es poesía.
Es chef de profesión. ¿En qué momento cambió el rumbo de su vida y se decidió por la música?
No vengo de una familia de músicos. Mi sueño nació a los 11 años, cuando fui a un concierto de Bacilos y percibí lo que la música es capaz de generar en las personas. Soy chef, esta es mi profesión diaria, la música y la poesía las llevo abrazadas conmigo y ambas se combinan muy bien.
¿Cómo se ve en un futuro?
Como músico y poeta.
¿Cuáles serán sus próximos proyectos?
El 2020 viene con mucha música, vamos a continuar con los temas que había pausado por hacer el libro. Tenemos cuatro temas previstos para lanzar y, seguramente, por cómo están yendo las cosas, lo más probable es que venga el segundo libro.
La mayor parte de su vida se ha dedicado a la música. ¿Cómo nació la idea del libro “Todas mis flechas”?
Me enamoré de la poesía hace dos años con el primer libro del escritor rumano Miguel Gane. Sentí una conexión al leer la contraportada que decía: no sé fabricar bombas nucleares y, a fin de cuentas, algo tendré que lanzarte. En ese momento algo dentro de mí dijo que, si esto era poesía, quería hacerlo. Compré la obra, la terminé en dos semanas e hice una publicación, para los que me seguían, y les dije que lo leyeran porque me cambió la vida.
¿A raíz de ese encuentro decidió hacer el libro?
Escribí el libro porque la gente me pidió que lo hiciera. He estado dos años compartiendo frases a diario en Instagram, más de 1.600, y en estos años recibí mensajes diciendo que les habían gustado mis frases, qué dónde podían comprar el libro, y les tuve que decir que no había libro. Estaba trabajando en mi cuarto tema musical, hablé con mi equipo y le dije que debíamos parar porque nos estaban pidiendo algo distinto.
¿“Todas mis flechas” es un libro solo de poesía?
Sería erróneo decir eso, porque tiene magia, no la de trucos, sino la que hace que uno se encuentre a sí mismo. De hecho, escogí ese nombre porque tiene muchos poemas, frases y versos que han calado entre la gente. Es un arsenal que entrego a la gente para que pueda dedicarlos y compartirlos a sus seres más queridos, son pensamientos que están escritos de manera profunda para que cuando el lector los lea, sienta con qué esencia fueron escritos.
Dentro del libro hay cinco videos con calidad de película que están enlazados mediante códigos QR.
Lo que busco es rescatar la poesía, porque ella ha sido una casa y un salvavidas que me ha ayudado mucho, y quiero que la gente tenga esa misma oportunidad. El libro mucho más allá de ofrecer poesía, pretende llevar al lector a un océano lleno de experiencias, estimulando todos sus sentidos.
Tiene la oportunidad de estar en el mundo de la música y la poesía. ¿Con cuál de los dos se siente mejor?
Los dos son lo mismo. En la poesía eres libre en el sentido de que puedes escribir un poema en tu teléfono, guardarlo, y puede que a alguien le sirva eso. Por otro lado, la música tiene un poco más de restricción, porque debes tener la melodía, letra, instrumentos, todo eso.
¿Ha considerado convertir uno de sus poemas en canción?
Este será el segundo tema que saquemos en el año. Creo que si dejamos de un lado que una canción sea comercial o pegajosa, y nos quedamos con la esencia, que es lo que debería importarnos a todos, la letra que tiene la canción o el mensaje que deja es poesía.
Es chef de profesión. ¿En qué momento cambió el rumbo de su vida y se decidió por la música?
No vengo de una familia de músicos. Mi sueño nació a los 11 años, cuando fui a un concierto de Bacilos y percibí lo que la música es capaz de generar en las personas. Soy chef, esta es mi profesión diaria, la música y la poesía las llevo abrazadas conmigo y ambas se combinan muy bien.
¿Cómo se ve en un futuro?
Como músico y poeta.
¿Cuáles serán sus próximos proyectos?
El 2020 viene con mucha música, vamos a continuar con los temas que había pausado por hacer el libro. Tenemos cuatro temas previstos para lanzar y, seguramente, por cómo están yendo las cosas, lo más probable es que venga el segundo libro.