En la última entrevista que le dio a El Espectador había muchos sueños, muchas expectativas para 2014. Ahora, a mediados de ese año lleno de ilusiones, ¿qué se ha cumplido y qué no?
Este año se ha portado mejor de lo que pensaba. Apenas vamos en medio año y se cierra una gran producción en mi vida. Esto marcará mi carrera: un personaje totalmente desprendido de lo que soy, de lo que represento. Darle vida, corazón y sentimientos a una mujer muy alejada de mí es una gran responsabilidad que me llena como mujer y me hace crecer como persona, y como profesional me da unos matices y un aprendizaje muy grande para el resto de la vida.
¿Qué pueden esperar los televidentes de su personaje?
Pueden esperar mucha verdad, realidad, una persona viva con cosas buenas y no tan buenas, con un caparazón muy fuerte por esa realidad que vive, por estar 11 años en la cárcel sin poder ver a su hija. Esperanza es una mujer perdida, oscura, con el corazón destruido.
En términos teatrales, ¿cómo fue el encuentro con Esperanza?
El personaje tomó un tiempo para su creación, no fue de un día para otro. Mucho estudio y muchas entrevistas con mujeres dentro de la cárcel y que han pasado por este proceso también. Me metieron a un cuarto oscuro y fue allí donde encontré la voz de Esperanza, un tanto gruesa y adolorida.
¿Cómo se enteró del ‘casting’ y contra quién compitió por el personaje?
Estaban grandes actrices que llevan años. Este es mi tercer proyecto, la gente se siente muy cercana a mí, pero yo estoy comenzando. Estaban Flora Martínez y María Fernanda Yepes, mujeres que llevan mucho tiempo y que son muy buenas actrices, mujeres que ya habían caracterizado seres muy fuertes y que sabían que podían hacer este personaje.
Sabemos que la serie está grabada en un formato completamente nuevo y nunca antes utilizado en la televisión colombiana. ¿Cuánto influyó esto en la actuación?
Hace florecer la actuación, ayuda. No solamente son las grandes cámaras, es un gran equipo atrás, y su solidez hace que tenga un nivel profesional altísimo. ¡Llegaron de grabar la película Los 33, con Antonio Banderas, a grabar conmigo!
¿Qué es lo más lindo de ser Taliana Vargas y lo más difícil?
Lo más lindo es que la gente me sienta tan cercana y me haga favores que beneficien a los demás. Creen y confían en mí. Por otra parte, soy de alma muy libre y cuando no estoy trabajando estoy en un ambiente muy familiar. Me gustaría comer más perros calientes de lo normal y luego me digo: ¡uy, tengo sesión de fotos en tres días! Aunque realmente disfruto todas las bendiciones que me da la vida.