'Para muchos vale más el 'rating' que la verdad'
Nicolás Samper dice que luego de cumplir un año al aire, el programa se convirtió en una dosis de fútbol, sexo y anécdotas.
El Espectador
¿Qué es ‘En la jugada’?
Es la dinámica de lo impensado, como decía Dante Panzeri. Es milonga con dosis de fútbol, sexo y anécdotas.
¿Qué hace en el programa?
Hablo de fútbol, tengo una sección donde recuerdo que el pasado se repite siempre y me pusieron la misión de leer las cartas que le mandan a la sexóloga del programa, Carmen Larrazábal, así como las consultas sexuales express que envían al aire.
¿Lo que pasó ayer se repite hoy?
Sí, lo malo siempre tiende a ser cíclico. Por lo general repetimos lo malo, lo corrupto.
¿De cuáles Samper es usted?
Según Francisco Santos yo era de “los Samper que trabajan”. Creo que lo engañé.
¿Usted es tan amargo como profesan sus compañeros de programa?
No, yo soy Camargo. Es mi segundo apellido.
Una anécdota del programa.
Entrevisté a Alfredo Di Stéfano y no me colgó. Eso es una hazaña.
Ya había trabajado en RCN, ¿qué tal el regreso?
Volví después de 14 años: hice mis prácticas acá, en Radiosucesos. Para que se olvidaran de mi pobre desempeño allí, dejé pasar década y media. Toda la vida trabajé en medios impresos.
Una frase que lo haya marcado.
“Háganse los normales”. Eso nos decía mi mamá a mi hermana y a mí cuando estaba a punto de llegar visita a la casa.
Lo más raro que le ha pasado por su profesión.
En 2009 acompañé a Juan Guillermo Ríos en el noticiero matutino de la Radio de la Policía. Durante un año una patrulla llegaba a recogerme a diario a las 4:30 a.m. Una vecina mía se preocupó mucho al verme salir de madrugada montado en la parte trasera de la patrulla: pensaba que yo estaba pagando casa por cárcel.
¿Cuál ha sido la conulta sexual express más divertida que le han enviado?
La gente envía muchas y muy buenas. Recuerdo una de un oyente llamado Christian Ayala, que decía: “¿Un parto en la calle es alumbrado público?”.
¿Recuerda la primera carta que recibió para leer al aire?
Era de un hombre que hablaba de que su mujer se iba a separar de él porque era un irrefrenable amante de la rutina y que por culpa de ella su relación se estaba desmoronando. El seudónimo que usó fue Franco De Terioro.
¿Colombia va al Mundial?
Con José Pékerman estamos mucho más cerca. Otros técnicos desaprovecharon los buenos jugadores que tenemos y no nos clasificaban ni para mundial de tornillos.
¿Qué música le gusta?
Toda, salvo la que le gusta a nuestro director Antonio Casale.
¿Por qué se pelea tanto con Carmen Larrazábal en el programa?
Porque lo nuestro es como un matrimonio de 40 años, peleamos por puro amor.
Pero pelear con una mujer no es digno de un Caballero…
El único Caballero de nuestra mesa es Antonio José.
¿Le agregaría alguna sección a ‘En la jugada’?
Una que se llame “Cuchuco con Espinosa”, la haría el poeta Jorge Espinosa y sería una corta entrevista como este chat.
¿Le gusta lo que hace?
Tanto en En la jugada como en FM fútbol mundial trabajo con gente que siempre admiré y respeté. Difícil ser más privilegiado.
¿Cómo ve el periodismo deportivo en Colombia?
En algunos ámbitos lo siguen viendo como un periodismo menor. Me preocupa la obsesión del periodista deportivo por vivir única y exclusivamente pensando en el deporte. Hay un mundo más allá que puede ayudar a complementar y enriquecer el discurso diario.
¿Y no es mejor hacer periodismo político?
Puede ser similar. Los desatinos de los que se sienten poderosos no cambian mucho. De las declaraciones de Juan Manuel Corzo, Eduardo Merlano y Roberto Gerlein a las de Álvaro González Alzate y José Fernando Salazar no existe mucha diferencia, y como a Simón Gaviria, a algunos en el fútbol también les da mucha mamera leer.
¿Qué tan cierto es eso de que la vida es como el fútbol?
Habría que preguntarles eso a los jugadores del Itagüí después de las declaraciones que hizo su presidente.
¿Qué opina del escándalo que se desató tras esas declaraciones?
Me alegra que hubiera ocurrido, porque se volvió a poner sobre la mesa el pacto tácito de algunos presidentes de clubes para no contratar a los futbolistas que se atreven a pelear por sus derechos.
¿Usted también cree que los jugadores son “prostitutas”?
Me preocupa más pensar en aquellos que hacen las veces de proxenetas.
Un consejo para los periodistas deportivos de mañana.
Que piensen más en ser periodistas que en ser deportivos. Les va a servir más.
Un vicio de los periodistas.
No hay autocrítica, pensando que eso resquebraja la credibilidad, y al contrario, eso ayuda a fortalecer el ejercicio periodístico. Para muchos vale más el rating que la verdad.
¿Qué es ‘En la jugada’?
Es la dinámica de lo impensado, como decía Dante Panzeri. Es milonga con dosis de fútbol, sexo y anécdotas.
¿Qué hace en el programa?
Hablo de fútbol, tengo una sección donde recuerdo que el pasado se repite siempre y me pusieron la misión de leer las cartas que le mandan a la sexóloga del programa, Carmen Larrazábal, así como las consultas sexuales express que envían al aire.
¿Lo que pasó ayer se repite hoy?
Sí, lo malo siempre tiende a ser cíclico. Por lo general repetimos lo malo, lo corrupto.
¿De cuáles Samper es usted?
Según Francisco Santos yo era de “los Samper que trabajan”. Creo que lo engañé.
¿Usted es tan amargo como profesan sus compañeros de programa?
No, yo soy Camargo. Es mi segundo apellido.
Una anécdota del programa.
Entrevisté a Alfredo Di Stéfano y no me colgó. Eso es una hazaña.
Ya había trabajado en RCN, ¿qué tal el regreso?
Volví después de 14 años: hice mis prácticas acá, en Radiosucesos. Para que se olvidaran de mi pobre desempeño allí, dejé pasar década y media. Toda la vida trabajé en medios impresos.
Una frase que lo haya marcado.
“Háganse los normales”. Eso nos decía mi mamá a mi hermana y a mí cuando estaba a punto de llegar visita a la casa.
Lo más raro que le ha pasado por su profesión.
En 2009 acompañé a Juan Guillermo Ríos en el noticiero matutino de la Radio de la Policía. Durante un año una patrulla llegaba a recogerme a diario a las 4:30 a.m. Una vecina mía se preocupó mucho al verme salir de madrugada montado en la parte trasera de la patrulla: pensaba que yo estaba pagando casa por cárcel.
¿Cuál ha sido la conulta sexual express más divertida que le han enviado?
La gente envía muchas y muy buenas. Recuerdo una de un oyente llamado Christian Ayala, que decía: “¿Un parto en la calle es alumbrado público?”.
¿Recuerda la primera carta que recibió para leer al aire?
Era de un hombre que hablaba de que su mujer se iba a separar de él porque era un irrefrenable amante de la rutina y que por culpa de ella su relación se estaba desmoronando. El seudónimo que usó fue Franco De Terioro.
¿Colombia va al Mundial?
Con José Pékerman estamos mucho más cerca. Otros técnicos desaprovecharon los buenos jugadores que tenemos y no nos clasificaban ni para mundial de tornillos.
¿Qué música le gusta?
Toda, salvo la que le gusta a nuestro director Antonio Casale.
¿Por qué se pelea tanto con Carmen Larrazábal en el programa?
Porque lo nuestro es como un matrimonio de 40 años, peleamos por puro amor.
Pero pelear con una mujer no es digno de un Caballero…
El único Caballero de nuestra mesa es Antonio José.
¿Le agregaría alguna sección a ‘En la jugada’?
Una que se llame “Cuchuco con Espinosa”, la haría el poeta Jorge Espinosa y sería una corta entrevista como este chat.
¿Le gusta lo que hace?
Tanto en En la jugada como en FM fútbol mundial trabajo con gente que siempre admiré y respeté. Difícil ser más privilegiado.
¿Cómo ve el periodismo deportivo en Colombia?
En algunos ámbitos lo siguen viendo como un periodismo menor. Me preocupa la obsesión del periodista deportivo por vivir única y exclusivamente pensando en el deporte. Hay un mundo más allá que puede ayudar a complementar y enriquecer el discurso diario.
¿Y no es mejor hacer periodismo político?
Puede ser similar. Los desatinos de los que se sienten poderosos no cambian mucho. De las declaraciones de Juan Manuel Corzo, Eduardo Merlano y Roberto Gerlein a las de Álvaro González Alzate y José Fernando Salazar no existe mucha diferencia, y como a Simón Gaviria, a algunos en el fútbol también les da mucha mamera leer.
¿Qué tan cierto es eso de que la vida es como el fútbol?
Habría que preguntarles eso a los jugadores del Itagüí después de las declaraciones que hizo su presidente.
¿Qué opina del escándalo que se desató tras esas declaraciones?
Me alegra que hubiera ocurrido, porque se volvió a poner sobre la mesa el pacto tácito de algunos presidentes de clubes para no contratar a los futbolistas que se atreven a pelear por sus derechos.
¿Usted también cree que los jugadores son “prostitutas”?
Me preocupa más pensar en aquellos que hacen las veces de proxenetas.
Un consejo para los periodistas deportivos de mañana.
Que piensen más en ser periodistas que en ser deportivos. Les va a servir más.
Un vicio de los periodistas.
No hay autocrítica, pensando que eso resquebraja la credibilidad, y al contrario, eso ayuda a fortalecer el ejercicio periodístico. Para muchos vale más el rating que la verdad.