Paz Morales, comprometida con la moda sostenible
La colombiana se ha unido a Stardog Loungewear para desarrollar cápsulas de ropa a partir del hemp del cannabis, una propuesta innovadora y consciente con el medio ambiente.
La moda consciente y ecológica con el medio ambiente cada día cobra mayor protagonismo. Este es el caso de Stardog Loungewear, marca de moda hecha a partir de hemp, una fibra extraída del cannabis. De la mano de Paz Morales, directora creativa de la marca, han comenzado a crear prendas que mezclan la comodidad con el estilismo, denominado loungewear.
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La moda consciente y ecológica con el medio ambiente cada día cobra mayor protagonismo. Este es el caso de Stardog Loungewear, marca de moda hecha a partir de hemp, una fibra extraída del cannabis. De la mano de Paz Morales, directora creativa de la marca, han comenzado a crear prendas que mezclan la comodidad con el estilismo, denominado loungewear.
“La inspiración para la primera colección fue principalmente en Loungewear. Queríamos que las personas estuvieran cómodas y se sintieran bien. Esa fue la inspiración para la primera cápsula. Entonces era traer las siluetas clásicas que usábamos en la cuarentena como los joggers y siluetas muy frescas. Después de un tiempo, uno quiere verse y sentirse bien. La idea era que estuvieras en tu casa y no tuvieras que cambiarte para salir a hacer una vuelta o ir al mercado”, comenta Paz Morales.
A pesar de que la fibra ha sido vista de forma negativa a lo largo de los años por asociarla al cannabis activo, lo cierto es que el cáñamo no tiene THC, el componente psicoactivo; por esa razón, en muchas regiones dejaron de cultivarlo. Pero China y parte de Asia mantuvieron los cultivos. Hoy día lo han convertido en la tela base de la marca.
“La primera bandera de Estados Unidos se hizo con el cáñamo. Las velas con las que Cristóbal Colón llegó a América eran de este material. Desde que descubrieron que no tiene nada que ver con narcóticos, se levantaron las restricciones y comienza a darse un uso acelerado de esta fibra en los años 80. En estos momentos no hay restricciones de la fibra en términos arancelarios, pero es algo reciente. Hace diez años hubiera tenido muchos problemas, incluso ingresando la fibra a Colombia”. explica Nicolás Vásquez, gerente general de Hemp Textiles y Stardog Loungewear.
La fibra es un yute, el cual pasa por un proceso de algodonización, para suavizarlo. Además, es una tela termorregulatoria y ultrarresistente, similar al nailon. Una tela totalmente orgánica, que no necesita pesticidas ni colorantes y es biodegradable. Requiere solo agua lluvia y el terreno necesitado es la cuarta parte del terreno que se usa para el algodón. Lo que se traduce en menos deforestación. “La tela puede durar toda una vida en el clóset, pero se puede degradar muy rápido cuando se deja en contacto con el sol y el agua, luego de haber sido desechada en el pasto o en la tierra”, comenta Vásquez.
Las cualidades del textil hicieron que Paz llegara a interesarse y querer diseñar basada en el hemp. Dice que no recuerda muy bien cómo la conoció, pero que de una u otra forma la descubrió en una de las actividades de la universidad. Desde entonces visionó el futuro con este textil y las innovaciones que hoy están en el mercado.
Después de haber salido de la cuarentena presenta esta nueva etapa del loungewear, basado en su experiencia personal y la de incontables mujeres, quienes expresaban su necesidad de volver a usar piezas que se adecuaran a su nueva forma de proyectarse, tanto física como emocionalmente, siendo a la vez funcionales y adaptables a su estilo de vida.
Destacan piezas como Flora Sky Jacket, los Olive Cargo Pants, Magnolia Cardigan, Zahara Tank y Willow Long-sleeve, donde la directora creativa empleó una paleta de colores binaria, que combina el blanco y negro con formas que fluyen sobre la silueta femenina y se pueden usar en mezcla con elementos de la colección inaugural.
Paz explica: “Para esta cápsula nos enfocamos en mujeres, porque vimos la necesidad de que pudieran tener piezas que expresaran su naturalidad, su belleza; esa energía única y sin límites, de tal manera que pudiera adecuarse a cualquier tipo de cuerpo y uso, tanto en casa como en la calle. Incursionamos con piezas que complementan y nutren las opciones del loungewear como no se había visto antes”.
La fibra es cultivada con paneles solares y el consumo de agua es menor. Aunque, por el momento, es importado de China, la firma espera poder sembrar en Colombia. Nosotros queremos hacer toda la línea de producción en Colombia, cáñamo colombiano; de hecho, por eso empezó el proyecto. El problema de tener la fibra en Colombia es que el cáñamo crece en los hemisferios, tanto en el norte como en el sur; pero a la altura del Ecuador, donde está ubicado Colombia, país que no tiene fotoperíodos —horas de luz extendida—; por esa razón, no puede crecer tanto para permitir extraer la fibra de tela.
Con la línea de ropa surge una propuesta de calzado para acompañar las cápsulas. El proceso demora unos seis meses de elaboración y está inspirado en las alpargatas colombianas, un clásico del verano que ha tentado a varios famosos como Kate Middleton, que dio el salto a la alta costura con diseñadores como Yves Saint Laurent.
“Los zapatos están hechos con café y goma natural. Es una suela muy liviana, cuando levanto el zapato es como una plumita. La parte de afuera del zapato está hecha completamente en hemp, lo que los hace muy resistentes. Ya sacamos el modelo de alpargatas y acabamos de sacar nuestro modelo de tenis, los cuales sirven para salir en cualquier ocasión”, añade Paz Morales.
Los retos continúan, pero la creación de slow fashion y comprometida con el medio ambiente ya empezó y promete convertirse en las prendas favoritas del street style.