Polémicos bronces chinos cierran la subasta de YSL

Los 28 millones de euros -35,6 millones de dólares- alcanzados en el Grand Palais parisino por dos figuras del siglo XVIII que representan una cabeza de rata y otra de conejo confirmaron a esta venta como la que más recaudó en los últimos doce años.

Con un total de casi 374 millones de euros -457 millones de dólares- recaudados, la espectacular colección que reunieron Saint Laurent y Bergé durante medio siglo quedó dispersa en sólo tres días ante una sala abarrotada por más de 1.200 compradores que, ellos en directo y otros por teléfono, pulverizaron varios récord mundiales.

Y aunque el Gobierno chino intentó recuperar los dos bronces, ambos cayeron adjudicados por la maza del subastador después de que su hasta entonces copropietario, Bergé, dijera que sólo los entregaría a Pekín si las autoridades de ese país respetan los Derechos Humanos.

La "subasta del siglo" dio una idea de hasta qué punto el arte clásico, el antiguo y el moderno ni cede en los gustos de los coleccionistas ni en su consideración como un valor mucho más seguro, consistente y duradero que la inversión en sofisticados instrumentos financieros.

La venta durante tres días de la colección que fuera privada del modisto Saint Laurent -fallecido en junio pasado- y su compañero, el empresario Pierre Bergé, superó las expectativas, marcó nuevos máximos para algunos artistas y hasta asombró cuando un Picasso se quedó sin vender.

Fue una evidente decepción que por la obra del español Pablo Picasso (1881-1973) ‘Instruments de musique sur un guéridon', ‘sólo' se ofrecieran 21 millones de euros -26,6 millones de dólares- cuando la casa de subastas, que la retiró finalmente de la venta, estimaba que podría haber rondado los 30 millones de euros -38 millones de dólares-.

Pero la venta confirmó la seguridad con la que se mueven en el mundo de las subastas de arte pintores como el francés Henri Matisse (1869-1954), cuyo ‘Les coucous, tapis bleu et rose' recaudó el lunes 35 millones de euros (44,5 millones de dólares), o el rumano Constantin Brancusi (1876-1957) que alcanzó los 26 millones -33 millones de dólares- con una escultura en madera: ‘Portrait de madame LR'.

Piet Mondrian y Giorgio de Chirico, entre los modernos; o Théodore Géricault y Jean-Auguste Ingres entre los maestros antiguos arrojaron al mercado nuevos récords mundiales, así como otros artistas menos conocidos para el gran público pero muy valorados por los coleccionistas.

Algunos de los artistas esenciales de la colección inspiraron incluso colecciones de Saint Laurent, que puso en telas sobre modelos humanos los óleos sobre tela de los Mondrian, Picasso o Léger que formaron parte de una selección de piezas cuya homogeneidad y elegancia fue alabada por los expertos.

El martes la subasta de la colección de mobiliario asombró a los asistentes cuando una butaca de la diseñadora de origen irlandés Eileen Gray (1878-1976) llegó a los 21,9 millones de euros -27,8 millones de dólares-, muy por encima de los entre 2 y 3 millones de euros -entre 2,5 y 3,8 millones de dólares- que Christie's estimaba que podría alcanzar.

Aunque para asombro y casi religioso silencio, el que se pudo vivir durante una intensa pugna de pujas entre dos coleccionistas por quedarse con ‘Belle Haleine-Eau de voilette', un frasco de perfume de 16 centímetros de altura creado en 1921 por Marcel Duchamp (1887-1968) con la colaboración de Man Ray (1890-1976).

Fruto de una colaboración entre dos artistas que pretendieron provocar haciendo arte de un simple frasco de perfume cuyo contenido ya se evaporó, la venta del objeto en París casi se convirtió en un símbolo del paso por la moda y el coleccionismo de un príncipe del diseño que pareció querer perpetuar la provocación después de muerto con un objeto vacío por el que alguien pagó 7,9 millones de euros -10 millones de dólares-.

Los 28 millones de euros -35,6 millones de dólares- alcanzados en el Grand Palais parisino por dos figuras del siglo XVIII que representan una cabeza de rata y otra de conejo confirmaron a esta venta como la que más recaudó en los últimos doce años.

Con un total de casi 374 millones de euros -457 millones de dólares- recaudados, la espectacular colección que reunieron Saint Laurent y Bergé durante medio siglo quedó dispersa en sólo tres días ante una sala abarrotada por más de 1.200 compradores que, ellos en directo y otros por teléfono, pulverizaron varios récord mundiales.

Y aunque el Gobierno chino intentó recuperar los dos bronces, ambos cayeron adjudicados por la maza del subastador después de que su hasta entonces copropietario, Bergé, dijera que sólo los entregaría a Pekín si las autoridades de ese país respetan los Derechos Humanos.

La "subasta del siglo" dio una idea de hasta qué punto el arte clásico, el antiguo y el moderno ni cede en los gustos de los coleccionistas ni en su consideración como un valor mucho más seguro, consistente y duradero que la inversión en sofisticados instrumentos financieros.

La venta durante tres días de la colección que fuera privada del modisto Saint Laurent -fallecido en junio pasado- y su compañero, el empresario Pierre Bergé, superó las expectativas, marcó nuevos máximos para algunos artistas y hasta asombró cuando un Picasso se quedó sin vender.

Fue una evidente decepción que por la obra del español Pablo Picasso (1881-1973) ‘Instruments de musique sur un guéridon', ‘sólo' se ofrecieran 21 millones de euros -26,6 millones de dólares- cuando la casa de subastas, que la retiró finalmente de la venta, estimaba que podría haber rondado los 30 millones de euros -38 millones de dólares-.

Pero la venta confirmó la seguridad con la que se mueven en el mundo de las subastas de arte pintores como el francés Henri Matisse (1869-1954), cuyo ‘Les coucous, tapis bleu et rose' recaudó el lunes 35 millones de euros (44,5 millones de dólares), o el rumano Constantin Brancusi (1876-1957) que alcanzó los 26 millones -33 millones de dólares- con una escultura en madera: ‘Portrait de madame LR'.

Piet Mondrian y Giorgio de Chirico, entre los modernos; o Théodore Géricault y Jean-Auguste Ingres entre los maestros antiguos arrojaron al mercado nuevos récords mundiales, así como otros artistas menos conocidos para el gran público pero muy valorados por los coleccionistas.

Algunos de los artistas esenciales de la colección inspiraron incluso colecciones de Saint Laurent, que puso en telas sobre modelos humanos los óleos sobre tela de los Mondrian, Picasso o Léger que formaron parte de una selección de piezas cuya homogeneidad y elegancia fue alabada por los expertos.

El martes la subasta de la colección de mobiliario asombró a los asistentes cuando una butaca de la diseñadora de origen irlandés Eileen Gray (1878-1976) llegó a los 21,9 millones de euros -27,8 millones de dólares-, muy por encima de los entre 2 y 3 millones de euros -entre 2,5 y 3,8 millones de dólares- que Christie's estimaba que podría alcanzar.

Aunque para asombro y casi religioso silencio, el que se pudo vivir durante una intensa pugna de pujas entre dos coleccionistas por quedarse con ‘Belle Haleine-Eau de voilette', un frasco de perfume de 16 centímetros de altura creado en 1921 por Marcel Duchamp (1887-1968) con la colaboración de Man Ray (1890-1976).

Fruto de una colaboración entre dos artistas que pretendieron provocar haciendo arte de un simple frasco de perfume cuyo contenido ya se evaporó, la venta del objeto en París casi se convirtió en un símbolo del paso por la moda y el coleccionismo de un príncipe del diseño que pareció querer perpetuar la provocación después de muerto con un objeto vacío por el que alguien pagó 7,9 millones de euros -10 millones de dólares-.