Psicóloga musical en el pop

Para este nuevo disco pidió la colaboración de sus seguidores. ¿Le dieron ideas o le mandaban frases?

Ambas. En ocasiones me dan frases que me toca reintepretarlas y ajustarlas a la melodía de la canción. También hay personas que me cuentan historias o en canciones, como Brindo por tu amor, me ayudan con ideas de cómo despedirse de una pareja con la que se ha terminado en buenos términos.

¿Cuál es el origen de su última canción, “Te quiero la mitad”?

Se mezclaron dos temas, uno era del amor propio y de cómo uno es capaz de decir no más, y el otro es el tema de las infidelidades, de cómo eso no queda simplemente así (risas). Lo característico es que de alguna manera tiene guitarras con un toque muy country, entonces es muy sencilla instrumentalmente, pero al escuchar la canción lleva por un viaje sonoro.

¿Qué buscó mostrar en el video?

Es el momento en que te quiebran el corazón, porque la relación ya no está en su mejor momento. En el video quisimos mostrar tres historias en paralelo, donde estoy presenciando como testigo lo que pasa. Lo bonito es que lo dirigió mi hermano, Carlos Gaviria, y muchos amigos llegaron a apoyar el proyecto, entonces quedó una combinación muy chévere que demuestra el compañerismo musical.

¿Cómo ha sido el trabajo en familia?

No sé si sea novedoso, pero siempre he tenido la oportunidad de contar en la producción con José, y en lo visual con Carlos, entonces me siento a gusto, porque mis hermanos siempre tienen el mejor interés en que llegue más lejos.

¿Qué busca al pedirles apoyo a sus seguidores?

Yo lo que me he vuelto de alguna manera es como una psicóloga musical, porque estoy escuchando lo que me dicen y al mismo tiempo estoy intentando con lo que sé hacer, que es escribir canciones, llevar esas historias y esos sentimientos a través de la música.

Habla en la canción de un amor cobarde. ¿Cómo se da eso?

Puede darse de diferentes maneras, por ejemplo, lo es un amor que no respeta y por eso la primera historia del video es sobre el maltrato, que en este caso es psicológico. Eso es una cobardía, no aceptar a las personas como son. También lo es el amor infiel, porque se está escondiendo y no da la cara, y a eso nos referimos con la cobardía.

¿En la vida real le cuesta perdonar?

Depende. Hay momentos en que es difícil, pero en los últimos años he intentado tener un proceso de crecimiento cada vez más personal y entender que las cosas son lo que son y no lo que uno interpreta, entonces sí trato de perdonar.

¿Para escribir se necesita el dolor?

Sirve, es una herramienta la que uno puede asistir de una manera muy bien, es más fácil hacerlo desde ahí que desde la alegría. Para mí, como compositora, ha sido un reto, como ser positivo sin ser cursi.

¿En qué punto va su nuevo disco?

Estamos componiendo las canciones. Ya van seis, pero quiero hacer un paquete de diez, y mientras presento esta canción hago la producción de las otras. La gente puede seguir escribiéndome a www.inesgaviria.com y decirme de qué quiere que escriba.

Se cruzó con la música a los 13 años viviendo en Chile...

Me pasaron dos cosas importantes viviendo en Chile. Me dio durísimo irme de Bogotá, entonces me refugié en la música. Una tía viajó y me regaló una guitarra, y empecé a escribir canciones con los primeros acordes que aprendí, y lo segundo es que escuché por primera vez a Presuntos implicados, que es el grupo con el que quise dedicarme a la música.

¿Las canciones que se vuelven exitosas se convierten en un modelo para lo que se escribe luego?

Es un reto, porque cuando uno encuentra algo que funciona, uno tiende a irse por ahí. En el segundo disco pensé: ¿cómo salgo del éxito de De repente? Es difícil, pero cuando uno lo logra es una dicha.

Tiene otra iniciativa que es “Cantando contigo”, ¿en qué consiste?

Es un proyecto al que me he dedicado los últimos años para enseñar valores a los niños. Reunimos diez artistas y les escribimos canciones a cada uno. A Peter Manjarrés le hicimos una sobre los cambios, a Santiago Cruz otra sobre aprender a tomar el turno. Es uno de los proyectos del que tengo mucho orgullo, porque creció y ahora lo tengo en el cajón mientras realizamos el disco.

Para este nuevo disco pidió la colaboración de sus seguidores. ¿Le dieron ideas o le mandaban frases?

Ambas. En ocasiones me dan frases que me toca reintepretarlas y ajustarlas a la melodía de la canción. También hay personas que me cuentan historias o en canciones, como Brindo por tu amor, me ayudan con ideas de cómo despedirse de una pareja con la que se ha terminado en buenos términos.

¿Cuál es el origen de su última canción, “Te quiero la mitad”?

Se mezclaron dos temas, uno era del amor propio y de cómo uno es capaz de decir no más, y el otro es el tema de las infidelidades, de cómo eso no queda simplemente así (risas). Lo característico es que de alguna manera tiene guitarras con un toque muy country, entonces es muy sencilla instrumentalmente, pero al escuchar la canción lleva por un viaje sonoro.

¿Qué buscó mostrar en el video?

Es el momento en que te quiebran el corazón, porque la relación ya no está en su mejor momento. En el video quisimos mostrar tres historias en paralelo, donde estoy presenciando como testigo lo que pasa. Lo bonito es que lo dirigió mi hermano, Carlos Gaviria, y muchos amigos llegaron a apoyar el proyecto, entonces quedó una combinación muy chévere que demuestra el compañerismo musical.

¿Cómo ha sido el trabajo en familia?

No sé si sea novedoso, pero siempre he tenido la oportunidad de contar en la producción con José, y en lo visual con Carlos, entonces me siento a gusto, porque mis hermanos siempre tienen el mejor interés en que llegue más lejos.

¿Qué busca al pedirles apoyo a sus seguidores?

Yo lo que me he vuelto de alguna manera es como una psicóloga musical, porque estoy escuchando lo que me dicen y al mismo tiempo estoy intentando con lo que sé hacer, que es escribir canciones, llevar esas historias y esos sentimientos a través de la música.

Habla en la canción de un amor cobarde. ¿Cómo se da eso?

Puede darse de diferentes maneras, por ejemplo, lo es un amor que no respeta y por eso la primera historia del video es sobre el maltrato, que en este caso es psicológico. Eso es una cobardía, no aceptar a las personas como son. También lo es el amor infiel, porque se está escondiendo y no da la cara, y a eso nos referimos con la cobardía.

¿En la vida real le cuesta perdonar?

Depende. Hay momentos en que es difícil, pero en los últimos años he intentado tener un proceso de crecimiento cada vez más personal y entender que las cosas son lo que son y no lo que uno interpreta, entonces sí trato de perdonar.

¿Para escribir se necesita el dolor?

Sirve, es una herramienta la que uno puede asistir de una manera muy bien, es más fácil hacerlo desde ahí que desde la alegría. Para mí, como compositora, ha sido un reto, como ser positivo sin ser cursi.

¿En qué punto va su nuevo disco?

Estamos componiendo las canciones. Ya van seis, pero quiero hacer un paquete de diez, y mientras presento esta canción hago la producción de las otras. La gente puede seguir escribiéndome a www.inesgaviria.com y decirme de qué quiere que escriba.

Se cruzó con la música a los 13 años viviendo en Chile...

Me pasaron dos cosas importantes viviendo en Chile. Me dio durísimo irme de Bogotá, entonces me refugié en la música. Una tía viajó y me regaló una guitarra, y empecé a escribir canciones con los primeros acordes que aprendí, y lo segundo es que escuché por primera vez a Presuntos implicados, que es el grupo con el que quise dedicarme a la música.

¿Las canciones que se vuelven exitosas se convierten en un modelo para lo que se escribe luego?

Es un reto, porque cuando uno encuentra algo que funciona, uno tiende a irse por ahí. En el segundo disco pensé: ¿cómo salgo del éxito de De repente? Es difícil, pero cuando uno lo logra es una dicha.

Tiene otra iniciativa que es “Cantando contigo”, ¿en qué consiste?

Es un proyecto al que me he dedicado los últimos años para enseñar valores a los niños. Reunimos diez artistas y les escribimos canciones a cada uno. A Peter Manjarrés le hicimos una sobre los cambios, a Santiago Cruz otra sobre aprender a tomar el turno. Es uno de los proyectos del que tengo mucho orgullo, porque creció y ahora lo tengo en el cajón mientras realizamos el disco.