¿No está usted muy chiquito para tanto trofeo?
No es la edad la que aporta experiencia.
¿No le da estrés eso de vivir a las carreras?
No, eso es lo que le pone un poquito de picante a la vida, siempre hay algo que mejorar.
¿La Indy o la Fórmula 3 alemana?
La Indy, por poder y velocidad; y la Fórmula 3 por carros, por pista y por conocimiento histórico.
¿Qué tan regañón es su jefe Michael Andretti?
Bastante. Es una persona que sabe lo que quiere, que siempre quiere ganar y me encanta saber que confió en mí.
Aparte del automovilismo ¿para qué más ha sido el mejor novato?
Creo que para las novias.
¿A qué edad obtuvo la licencia de conducción?
A los 16 años; tengo 18.
¿Cuándo decidió pasarse del tenis al automovilismo?
Desde que me monté la primera vez en un carro.
¿Ya olvidó la guitarra eléctrica?
Aún no, es un plan muy rico y no quisiera dejarlo.
¿De dónde salió su primer kart?
De mi tío Miguel Ángel Saavedra. Me lo regaló de cumpleaños. Él fue quien me ayudó a entrar.
¿Sigue pensando que superará a Juan Pablo Montoya?
Sí, es un referente para tener en cuenta.
¿Cuál fue su choque más duro?
En karts tuve uno bastante grave que me hizo perder la sensibilidad en las piernas por un buen tiempo.
Los expertos se sorprenden por su habilidad para aprenderse las pistas. ¿Cómo lo hace?
Un secreto (risas). Yo creo que es conocer el carro a tal magnitud, que uno le confía todo.
Una mujer que lo haga girar en trompo.
Mi novia.
¿Cuándo le mete el acelerador a su vida?
Cuando veo que las posibilidades se van acercando más.
¿Y cuándo frena?
Cuando hay que poner los pies en la tierra.
Una imprudencia en carretera.
Me llevé un ciclista como a los tres días de sacar la licencia, nada grave.
¿A qué edad le gustaría ser campeón mundial?
Si puedo a los 19, pero lo más posible es que sea a los 21 ó 22 años.
¿Cuál fue su primera carrera?
A los 8 años en Fusagasugá.
La carrera que más recuerda.
En Sao Paulo, Brasil, una de 500 millas donde competí con Juan Pablo Montoya y Rubens Barichello.
Su mentor.
Mi papá, porque me ha mostrado muchas cosas de la vida muy interesantes.
¿Cuántos idiomas habla?
Español, inglés, portugués, italiano y alemán.
Un defecto.
Querer ganar siempre.
Una virtud.
La calma. No me dejo estresar en ninguna circunstancia.
¿Qué colecciona?
Trofeos.
¿Cuántos tiene?
Puedo contar más de cien, entre medallas y reconocimientos.