Recorriendo el caso Interbolsa

Muchos no entienden el caso de Interbolsa, ¿podría explicarlo brevemente?

Interbolsa era una firma comisionista que creció mucho, y en ese crecimiento se desbordó su capacidad de auto controlarse y auto gerenciarse. Al final, todas las operaciones se salieron de control.

¿Cuál fue su motivación para hacer un libro sobre este tema?

La idea no fue mía. Desde que cayó Interbolsa he cubierto el tema para Semana y en una entrevista, una fuente me dijo ‘usted sabe más que yo, porque no escribe un libro’. Después, salieron dos libros sobre el tema y pensé por qué no escribir la historia desde el comienzo como si fuera una telenovela.

¿Qué diferencia hay de su libro con el que hizo Alberto Donadio?

Cada libro tiene su valor y su importancia en su momento, en este, lo que traté de hacer fue un recorrido, una fotografía completa de lo que pasó desde que nació la firma, su ascenso, su cúspide y su descenso.

¿Cómo fue el proceso de documentación?

Es un libro hecho con testimonios, más de 45 entrevistas a personas que trabajaron en Interbolsa que conocieron el mercado, amigos de los protagonistas y gente que tuvo que ver con la historia.

¿Cuánto tardó esta labor?

Está nutrido con los últimos dos años cuando Interbolsa fue intervenida y liquidada, hasta ese momento eran artículos que trabajé para la revista. Luego fue la investigación desde que nació Interbolsa, con testimonios de las personas.

¿Cree que habrá dinero para reparar a las víctimas de esta estafa?

La recuperación va a ser con base en lo que la agente liquidadora de la Superintendencia de Sociedades está manejando con los bienes embargados a los que tienen que ver en el caso. A medida que se puedan liquidar esos bienes y que las personas involucradas aporten también sus recursos, se podrá recuperar más cantidad o menos.

Entre las víctimas, ¿encontró algún caso que la sorprendiera?

Me llamó la atención que las comunidades religiosas hubieran invertido en productos altamente sofisticados. Demuestra que Interbolsa despertaba una confianza grande entre sus clientes.

Lo más difícil de la reconstrucción de la historia.

La complejidad de todo lo que rodea a Interbolsa los productos bursátiles son muy complicados de entender, sobre todo el entramado que se armó con Premium.

Es su primer libro, ¿sobre qué otra cosa le gustaría escribir?

Me parece bonito escribir historias sobre casos de empresas exitosas, como la del Grupo Empresarial Antioqueño.

Ha hecho periodismo económico toda su carrera, ¿por qué el gustó?

Por casualidad, terminé la universidad y empecé a trabajar en esa área, me gustaba el tema, me puse después a profundizar, a aprender, a estudiar y me fui encarretando.

La mayor enseñanza de esa área.

En la medida en que los temas son más complejos, hay más exigencia por parte del periodista para entender los temas y saber transmitirlos.

Medios que los economistas no deben dejar de consultar.

The Economist, Financial Time y The Wall Street Journal.

¿Es buena para los negocios?

Dicen que los paisas somos buenos negociantes, pero yo no.

El reto más grande de la economía colombiana.

La formalización del empleo.

¿Cómo maneja la economía en su casa?

Soy muy organizada, planeo todo, soy metódica, no gasto más de lo que tengo, me sé endeudar, pero reconozco que soy consumista.

Su pecado consumista.

La ropa.

Si no hubiera sido periodista ¿qué le hubiera gustado ser?

Periodista deportiva, me gusta el fútbol.

Equipo favorito.

El Nacional y el Real Madrid.

¿Es de ir a estadios?

En Bogotá no, le cogí miedo a las peloteras, pero no hay nada mejor que ir a un estadio a ver un partido de fútbol, es delicioso.

Muchos no entienden el caso de Interbolsa, ¿podría explicarlo brevemente?

Interbolsa era una firma comisionista que creció mucho, y en ese crecimiento se desbordó su capacidad de auto controlarse y auto gerenciarse. Al final, todas las operaciones se salieron de control.

¿Cuál fue su motivación para hacer un libro sobre este tema?

La idea no fue mía. Desde que cayó Interbolsa he cubierto el tema para Semana y en una entrevista, una fuente me dijo ‘usted sabe más que yo, porque no escribe un libro’. Después, salieron dos libros sobre el tema y pensé por qué no escribir la historia desde el comienzo como si fuera una telenovela.

¿Qué diferencia hay de su libro con el que hizo Alberto Donadio?

Cada libro tiene su valor y su importancia en su momento, en este, lo que traté de hacer fue un recorrido, una fotografía completa de lo que pasó desde que nació la firma, su ascenso, su cúspide y su descenso.

¿Cómo fue el proceso de documentación?

Es un libro hecho con testimonios, más de 45 entrevistas a personas que trabajaron en Interbolsa que conocieron el mercado, amigos de los protagonistas y gente que tuvo que ver con la historia.

¿Cuánto tardó esta labor?

Está nutrido con los últimos dos años cuando Interbolsa fue intervenida y liquidada, hasta ese momento eran artículos que trabajé para la revista. Luego fue la investigación desde que nació Interbolsa, con testimonios de las personas.

¿Cree que habrá dinero para reparar a las víctimas de esta estafa?

La recuperación va a ser con base en lo que la agente liquidadora de la Superintendencia de Sociedades está manejando con los bienes embargados a los que tienen que ver en el caso. A medida que se puedan liquidar esos bienes y que las personas involucradas aporten también sus recursos, se podrá recuperar más cantidad o menos.

Entre las víctimas, ¿encontró algún caso que la sorprendiera?

Me llamó la atención que las comunidades religiosas hubieran invertido en productos altamente sofisticados. Demuestra que Interbolsa despertaba una confianza grande entre sus clientes.

Lo más difícil de la reconstrucción de la historia.

La complejidad de todo lo que rodea a Interbolsa los productos bursátiles son muy complicados de entender, sobre todo el entramado que se armó con Premium.

Es su primer libro, ¿sobre qué otra cosa le gustaría escribir?

Me parece bonito escribir historias sobre casos de empresas exitosas, como la del Grupo Empresarial Antioqueño.

Ha hecho periodismo económico toda su carrera, ¿por qué el gustó?

Por casualidad, terminé la universidad y empecé a trabajar en esa área, me gustaba el tema, me puse después a profundizar, a aprender, a estudiar y me fui encarretando.

La mayor enseñanza de esa área.

En la medida en que los temas son más complejos, hay más exigencia por parte del periodista para entender los temas y saber transmitirlos.

Medios que los economistas no deben dejar de consultar.

The Economist, Financial Time y The Wall Street Journal.

¿Es buena para los negocios?

Dicen que los paisas somos buenos negociantes, pero yo no.

El reto más grande de la economía colombiana.

La formalización del empleo.

¿Cómo maneja la economía en su casa?

Soy muy organizada, planeo todo, soy metódica, no gasto más de lo que tengo, me sé endeudar, pero reconozco que soy consumista.

Su pecado consumista.

La ropa.

Si no hubiera sido periodista ¿qué le hubiera gustado ser?

Periodista deportiva, me gusta el fútbol.

Equipo favorito.

El Nacional y el Real Madrid.

¿Es de ir a estadios?

En Bogotá no, le cogí miedo a las peloteras, pero no hay nada mejor que ir a un estadio a ver un partido de fútbol, es delicioso.