
Escucha este artículo
Audio generado con IA de Google
0:00
/
0:00
Para Rosario un disco es el preámbulo de un concierto. Si estuviera en sus manos, la artista española únicamente se dedicaría a pararse sobre el escenario y compartir con el público toda la adrenalina que implica comandar un espectáculo multitudinario. Por eso, siempre que cierra la puerta del estudio de grabación de inmediato empieza a pensar cómo serían las versiones en vivo y en directo.
Mientras su voz va quedando registrada, ella diseña estrategias para llegar mejor a los espectadores. Piensa también en la posibilidad de incluir instrumentos en vivo, en alargar los fragmentos dedicados a la rumba flamenca y así exhibir sus virtudes con las palmas y el zapateo. Las versiones del disco son simplemente las bases sobre las que se fundamenta Rosario para concebir su propuesta escénica. Algo de actuación, muchos elementos espontáneos, y la complicidad como aliada, le van enseñando el camino de lo que puede ser su siguiente concierto.
La situación no cambió en nada durante la realización de su nuevo álbum titulado Rosario, con el que la artista española quiere celebrar dos décadas de trabajo exitoso en la música. Es su registro número doce y hasta ahora se inclina por bautizarlo de manera homónima, y eso coincide con su incursión decidida en los sonidos con raíces africanas. Ya había tenido coqueteos con el funk en sus producciones anteriores, pero jamás había encontrado géneros que le hicieran competencia a su flamenco.
“Antes de empezar cualquier disco la vida me regala canciones, algunas que vienen de mis entrañas, de mis sentimientos y de mis emociones, así que al comenzar cualquier clase de proyecto ya tengo ideas claras en mi cabeza y sé bien lo que quiero hacer. Para este caso, yo quería quitarme la espinita que tenía de no haber podido mezclar el soul con mis raíces flamencas. Para mí, un quejío blusero es igual a un quejío flamenco y creo que lo he logrado en Rosario”, comenta la española.
Cuando arrancó el proceso de realización de este material, tenía muchos temas en la cabeza. Esa es una costumbre aprendida que le ha otorgado la posibilidad de la elección, un trabajo complejo y doloroso porque siempre quedan en espera canciones que le hubiera gustado compartir con el público. Sin embargo, algunas de esas composiciones que han sido marginadas en su momento, han aparecido con los años y se han convertido en fenómenos radiales en América y Europa. En un futuro próximo Rosario tiene la firme intención de rescatar los temas del olvido y hacer un trabajo discográfico completo con ese material.
“A pesar de tener muchas ideas en mente para los próximos años, yo no pienso mucho en qué es lo que quiero hacer en cada disco. Me gusta, más bien, dejarme llevar por los sentimientos y por fortuna di con el productor Andrés Saavedra, quien interpretó a la perfección lo que yo quería hacer. Él me ha dado un sonido nuevo y eso era lo que yo estaba buscando hace mucho tiempo. Gracias a él pude acercar el estilo Rosario al soul y al R&B”, dice Rosario, quien aparece en el arte final con un abrigo que el viento levantó de manera casual.
La cantante española se considera una mujer muy optimista y alegre, y eso es lo que se propone transmitir con su música. También se siente complacida cuando el público encuentra en ella conexiones vitales y se convierte en un pretexto para contar una historia de vida desde el amor o desde la tragedia. Ya depende de cómo le caiga su composición a cada quien.
“El público puede escuchar de Rosario lo que más le guste. Yo no tengo problema con eso. A mí por ejemplo, me encanta poner mucho funky en mis discos y siempre he dicho que me reconozco como una gipsy funky porque siento una pasión especial por las manifestaciones de la música negra. Me tocó crecer con este tipo de género, al igual que con el flamenco y soy una consecuencia de todo ello. Por eso es que me siento tan feliz y tan orgullosa de este álbum que acabo de publicar”, asegura Rosario quien escogió el tema Yo me niego como primer sencillo del registro.
Fernando Osorio y Claudia Brant son coautores de algunos de los diez temas de este álbum en el que se destacan piezas como Pa’ querer, Comenzamos a flotar, Vivir y soñar y Tu boca, una creación conjunta entre la española y su compadre Antonio Carmona, invitado indiscutible en buena parte de su discografía.
“Pero no nos podemos olvidar de Rumba americana porque es un gran homenaje a Miami. Pero así como digo Miami cuánto te ami, también ha sido capaz de expresar frases como: Colombia me domina, Argentina la quiero, Venezuela qué bien suena y Puerto Rico, rico rico. Así que he hablado de todos los países latinoamericanos. Creo que Miami es el foco en el que se concentran todos los músicos latinos y todos están allí para el encuentro. Eso es maravilloso”, concluye la artista quien ya tiene el pretexto para realizar una nueva gira. El material nuevo tiene registro y ahora solo falta su versión en vivo, el mejor estímulo para una artista como Rosario.
jpiedrahita@elespectador.com