Escucha este artículo
Audio generado con IA de Google
0:00
/
0:00
¿Qué tan ‘sexy’ se considera?
Mucho, aunque me sonroja confesarlo.
¿La parte de su cuerpo que más le gusta?
Mis ojos.
¿La que más le admiran?
La sonrisa
Su hombre favorito...
Emprendedor, seguro de sí mismo, detallista y más alto que yo.
Un amor platónico...
Para no ir lejos, Sergio Fajardo.
La receta de su vida...
Alegría, seguridad, positivismo, buen gusto y calidad.
Lo que más le cuesta trabajo...
Muchas cosas, una de ellas es madrugar, no me acostumbro.
El programa que no se pierde...
Las reuniones con mis amigas.
Su medicina favorita...
El acetaminofén y el afecto.
¿Cada cuánto se le sube la bilirrubina?
Aún no, no tengo problemas del hígado, o como la canción: ¡cuando lo miro y no me mira!
Un dolor insoportable...
La pérdida de un ser querido y el de un cálculo renal.
Uno que no tenga cura...
Aunque suene romántico, algunas veces el del desamor.
Un deporte...
El atletismo
¿Se le mediría a una cita a ciegas?
Aunque es muy arriesgado, ¿por qué no?
¿Y al romance por internet?
No, el romance prefiero que sea real y no virtual.
El mensaje más coqueto que le han enviado...
Me dijeron que era mala médica porque a todos los mantenía “enfermos”.
¿Quién va más a su consultorio, los hombres o las mujeres?
Las mujeres.
El peor mal que tiene el país...
Indiferencia y desigualdad.
Dicen que la enfermedad más común es la envidia...
Común, crónica, autodestructiva y altamente contagiosa.
¿Qué la estresa?
Las filas y la negligencia.
El amor de su vida...
Mi familia.
Su comida ideal...
En la cotidianidad: fácil de preparar. Por gusto: mariscos y vino blanco… Sin embargo, eso queda atrás cuando se goza de buena compañía.
En promedio, ¿cuántos correos recibe en su consultorio?
Sesenta al día.
¿Cuáles son las enfermedades que más le consultan?
Las personas buscan muchos consejos sobre planificación familiar, sexualidad, cuidado de los niños y enfermedades crónicas.
¿Y el mito más curioso que ha escuchado?
Recuerdo en este momento el de sacar un pie por la ventana del carro para aliviar el mareo.
Su ‘look’ favorito...
Clásico y muy femenino.
Un paisaje...
Cualquiera, desde que tenga mucho verde y sólo el ruido de la naturaleza, ojalá en clima frío.
¿Qué música le gusta escuchar?
Depende del estado de ánimo, pero se ajusta bien a casi todos. Joaquín Sabina, él mismo acepta que no tiene género.
¿Qué no le gusta hacer?
Hacer filas y lavar la loza.
Cuando le duele algo, ¿quién le alivia el dolor?
Un buen analgésico y el afecto de los que me rodean.
Un proyecto...
Una maestría en salud pública.
¿A quién admira?
A todo el que no teme defender sus ideas.
Su prenda de vestir favorita.
Las correas y los bolsos.
¿Y cuál no se pondría nunca?
Zapatos con plataforma o cualquier cosa con estampado felino.
¿Cocina, canta o baila?
Canto para mí sola, bailo hasta que me duelen las piernas y cocino lo suficiente para sobrevivir.
Lo que más cuida de su cuerpo...
Todo.
¿Se haría una cirugía estética?
Por ahora no, pero sé que los años son implacables. En una década les contesto.
Lo qué jamás haría por dinero...
Sacrificar mi tranquilidad y mi dignidad.