Suso y los diez años de ‘Tirando caja’
Sin invitados, ni sofá, ni cámaras, el humorista presenta su rutina “Tirando caja 1 recargado”, un espectáculo lleno de humor fresco, espontáneo, tranquilo y familiar.
Lilian Contreras Fajardo
“El arma es la sonrisa” es el eslogan que Suso el Paspi usa desde hace casi veinte años para hacer humor. Por eso, sus diálogos no están destinados a generar la risa a costa de burlas, sino por medio de reflexiones sobre la sociedad, la casa, la esquina, el barrio o la calle.
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“El arma es la sonrisa” es el eslogan que Suso el Paspi usa desde hace casi veinte años para hacer humor. Por eso, sus diálogos no están destinados a generar la risa a costa de burlas, sino por medio de reflexiones sobre la sociedad, la casa, la esquina, el barrio o la calle.
“Eso es lo que más me interesa, porque la gente está un poquito mamada de… ¿cómo hace la gente de este país para tener buen genio después de ver las noticias? Eso me pregunto, porque a veces las noticias son muy duras, entonces (propongo) un espacio en el que la gente se pueda relajar”, dice el personaje creado por Dany Alejandro Hoyos y que en un principio fue comparado con Heriberto de la Calle, el legendario embolador de zapatos que interpretó Jaime Garzón.
Sin embargo, con el paso de los años Suso logró brillar con luz propia, salió de Tutucán, Rionegro, (Antioquia) y probó suerte en Medellín, donde logró tener un espacio televisivo que gustó tanto que inspiró el espectáculo teatral Tirando caja, que ahora, en una versión recargada, lo tiene viajando nuevamente por el país.
“Tirando caja” es una expresión coloquial que hace referencia a la risa, a lo gracioso, y por eso Suso se apropió de ella para nombrar su espectáculo, que se nutre de lo cotidiano para presentar su visión de la vida. Trata de no hacer humor político y por eso apuesta a los diálogos que hagan tomar conciencia al espectador, pues el cambio que necesita la sociedad empieza por ellos mismos.
“Vamos a hablar desde la educación, de dónde lo educan a uno, que uno viene con una herencia arcaica, uno viene con un montón de historia atrás, vamos a hablar de eso, de cómo ser infiel y no caer en el intento. Frases que producen mucho pánico. Vamos a hablar de mi paso por la televisión, de cómo le doy estatus a la televisión nacional”, dice en referencia al programa The Suso’s Show, que presenta desde 2009 y es emitido por Caracol Televisión.
Los televidentes ya están acostumbrados a verlo cada fin de semana en la pantalla chica, pero Tirando caja 1 recargado retoma los elementos humorísticos con los que se dio a conocer en 2000: sin invitados, ni sofá, ni cámaras, Suso recurre al humor fresco, espontáneo, tranquilo y familiar que se nutre de la improvisación cada vez que interactúa con el público.
En el escenario, él solo (“porque no hay presupuesto para pagarle a otra gente”) propone una conversación para que los espectadores se olviden de todo lo malo que sucede en el país. Los temas de actualidad, como lo difícil que es tener acceso a la salud o la educación, solo los trata al principio de la obra y el resto del tiempo lo invierte en temas del día a día, pero no necesariamente más relajados, porque en el monólogo se filtran situaciones complejas, como la infidelidad o frases que producen pánico.
“Por ejemplo, no me ha llegado… eso produce mucho pánico cualquier día que se lo digan. Otra es ‘arriba las manos’, a no ser que sea un ladrón decente que diga ‘cómo está señorita, bienvenida a este sector delincuencial, procederé a insertar esta arma blanca en su costilla si no me entrega todo su dinero’”, dice el humorista, que incluye cada vez menos la letra ‘s’ en las palabras, pero aún la conserva en su apodo, ‘el Paspi’, que según él encaja perfectamente con su apariencia.
La apariencia física de Suso, que viene de Altos de Chupamestepenco, sigue marcada por las cejas anchas, la sonrisa mueca, el gorro, la caja de embolar zapatos y el traje que mezcla cuadros, flores y rayas, aunque ahora es más sofisticado porque la experta en moda Pilar Castaño lo catalogó como un “príncipe de Gales magnificado”, que combina perfectamente con las medias bicolor y los zapatos Oxford.
Tampoco cambia su amor por Jessica Yuyeimi, aunque todavía no está listo para presentarla públicamente. “No mi amor, es que ella se pixela en HD, no es recomendable porque… ¿yo qué te digo? es brusquita de cara”. Su trabajo, afirma, es apoyarlo en las redes sociales, plataformas virtuales que le posibilitan tener contacto diario con sus fans.
Pero lo que sí ha mejorado en esta última década en la vida de Suso son sus ingresos económicos y la cantidad de humoristas que ejercen en el país, “porque payasos siempre hay, uno va al Congreso y ahí están y en la Casa de Nariño también mantienen”. La comedia que le gusta va más por el estilo de Jaime Garzón, Roberto Gómez Bolaños y Les Luthiers, y de sus colegas actuales destaca a Camilo Cifuentes, quien hace cosas interesantes, porque “hay unos más regulares que otros y unos que creen que eso sale sin estudiar”.
Por eso él se esfuerza por hacer “un análisis sociológico de Colombia” para nutrir su presentación teatral, la cual sí se guía por un libreto, pero que se complementa con los comentarios de los asistentes porque, desde que empezó su carrera laboral, su objetivo no es reírse de la gente sino lograr que pasen un buen rato como si estuvieran sentados en la sala de la casa.