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Suspendió su formación actoral en Nueva York por la serie. ¿Qué pasará con ese proceso?
Lo retomaré, pues pienso que el actor siempre debe continuar su preparación, tenga experiencia o no. Sin embargo, pienso que no hay mejor formación que la escena real, entonces ya estoy haciendo la tarea.
¿Ha sido difícil asumir el rol de un personaje tan recordado en la historia de Colombia?
Al principio fue un poco difícil, porque El Pibe tiene un temperamento muy sólido, y trabajar ese lado de las emociones resulta complejo. Sin embargo, es un gran orgullo que hayan confiado en mi trabajo, y lo hago con el mayor gusto, pues es un personaje que admiro bastante.
¿Cómo fue el proceso de caracterización física del personaje?
Es muy complicado encontrar en la calle a alguien que se parezca a Carlos y que además pueda interpretar bien su vida. Es cuestión de magia: un acuerdo de ficción entre el público y el actor, haciendo énfasis en otros coloridos que da el personaje.
¿Cuál es la lectura que hace de los gestos y personalidad de ‘El Pibe’?
Hice un proceso de investigación intenso, analicé mucho su forma de hablar, caminar, comer, todo. Descubrí, al conocerlo, que por ejemplo él mueve el bigote y la boca particularmente, cuando se siente un poco tensionado o cuando está pensando algo. Entonces, fui creando toda esa gama de emociones.
¿Qué cualidades comparte Édgar con Carlos?
La disciplina y la pasión. Como es él en el fútbol, soy en la actuación.
Y de la infancia, por ser los dos de la costa...
¡Claro! Asumo que los dos jugamos descalzos en la calle, él mejor que yo por supuesto (risas).
¿Qué significa para la identidad nacional esta serie?
Llega en un momento muy oportuno: cuando la selección está emocionando nuevamente a la gente, cuando se está hablando de paz. El fútbol es unión y es patriotismo.
¿Qué encontró de la historia de ‘El Pibe’ que le causara curiosidad?
Me sorprendió que hay un imaginario sobre él: ser un hombre de pocas palabras, por su famoso “todo bien” y su aparente timidez. Pero es todo lo contrario, charlatán, buen amigo, buen líder y muy apasionado. Vi a un ser humano lleno de gamas de emociones, distinto del que me imaginaba.