“Black Cat”, el universo del arte

Martin Haselböck está al frente de la dirección musical de este montaje inspirado en la obra literaria de Edgar Allan Poe y en las creaciones de Johann Sebastian Bach.

Redacción música
22 de enero de 2019 - 02:00 a. m.
Martin Haselböck está a cargo de la dirección musical de “Black Cat”, montaje que se presentará en el Teatro Mayor, en Bogotá. / Cortesía Teatro Mayor
Martin Haselböck está a cargo de la dirección musical de “Black Cat”, montaje que se presentará en el Teatro Mayor, en Bogotá. / Cortesía Teatro Mayor

Inspirados en un relato del escritor estadounidense Edgar Allan Poe, el director de cine y teatro Frank Hoffmann, el director de orquesta Martin Haselböck y el creador multimedia Virgil Widrich se unieron para darle vida a Black Cat, un proyecto que involucra contenidos teatrales, elementos de la danza contemporánea y desarrollos audiovisuales.

Las escenas de Black Cat evolucionan al ritmo de la banda sonora creada por Haselböck, en la que utiliza cantatas de Johann Sebastian Bach (1685-1750), obras del compositor contemporáneo David Sylvian, así como algunas piezas originales

Martin Haselböck cuenta aspectos de este montaje seleccionado por el Teatro Mayor para iniciar su programación de 2019.

¿De dónde surge la idea de hacer “Black Cat”? ¿Cuál es la importancia de Edgar Allan Poe?

Para ser honesto, el relato de Poe llegó en un segundo momento de la obra. La idea principal era encontrar una manera de combinar la mayor cantidad de formas artísticas como fuera posible: combinar a la vez actuaciones en vivo y formas de arte que se pudieran reproducir, como en el formato cinematográfico. Esta fue la idea que lanzó el proyecto. Necesitábamos un relato que tuviera un crimen, un drama, con impacto. ¡Y de repente llegamos a Edgar Allan Poe! Descubrimos que El gato negro era exactamente la historia que queríamos.

¿Cómo logró traducir esta historia literaria a una producción que articula y despliega tantas disciplinas?

Es muy diferente a otras piezas, es un verdadero trabajo en equipo. Empezamos tres personas, con Hoffmann (el director), Virgil Widrich y yo. Y terminamos la pieza incorporando a los músicos, como si fuera una película muda con música en vivo. Trabajamos a partir de un boceto y medimos cuidadosamente cada detalle del proceso. Para los músicos es bien difícil, porque tienen que tocar en momentos muy precisos, acordes con el video y con la grabación musical.

¿Qué debe tener en cuenta un espectador al adentrarse en este universo, para conectarse mejor con “Black Cat”?

Esperamos que las personas lleguen con la mente muy abierta a esta obra, que esto les permita explorar las arias de Bach, que son algunas de las más maravillosas composiciones jamás escritas. Esta experiencia es similar a ver una muy buena película, porque es un formato que te absorbe, con una narrativa que se va revelando poco a poco, con aspectos dramáticos muy interesantes, y donde al final descubres algo nuevo en cada rincón. Creo que nosotros logramos crear ese universo y que el espectador se sentirá sobrecogido por la historia llena de suspenso.

¿Qué espera despertar en el público con esta obra?

Hay una expresión de Mozart que me inspira mucho, que dice algo así como: “Yo escribo para el conocedor y para el amante de la música”. Creo que alcanzamos una obra que ofrece algo distinto en todos los niveles de apreciación musical. Les ofrecemos algo a los apasionados de la música barroca, quienes van a disfrutar de las piezas de Bach, pero también a personas amantes del cine. Esta obra es para una audiencia proveniente de muchos contextos y bagajes distintos.

¿Cómo y cuándo empezó su formación musical?

Me inicié muy joven, como una especie de niño prodigio en el órgano. Empecé con el piano desde que tenía cinco años, luego pasé al órgano y más adelante aprendí dirección de orquesta. Desde que era niño, la música ha sido el centro de mi vida. Mi familia es una dinastía de músicos, mi padre ha sido profesor de música y un reconocido organista, y mi tío fue músico también.

Usted empezó como un organista tradicional y luego desarrolló proyectos como “The Giacomo Variations” y “Just Call Me God”, así como incursiones en el cine. ¿Cómo fue su experiencia entonces?

Desde los inicios de mi carrera musical he estado muy interesado por la posibilidad de combinar la música con otros medios artísticos, como la literatura y el cine, porque quedarse solo en la música clásica y barroca puede volverse repetitivo como experiencia. La música es ante todo comunicación, y para comunicar debes buscar conexiones profundas con otras formas artísticas. Así que desde el comienzo pensaba mis composiciones de una manera más amplia, y empecé a conectarme con otros artistas y actores para poder crear juntos grandes producciones más integrales. Así que esta visión siempre ha marcado mi vida musical.

¿Cuál es el enfoque de su trabajo en la actualidad?

Mi enfoque hoy en día es trabajar con mis dos orquestas: la Wiener Akademie, de Austria, y la Orquesta Barroca Música Angélica, de Los Ángeles. Tenemos un estilo propio, y valoro mucho el trabajo que hacemos juntos. Y por otro lado está el deseo de hacer nuevas cosas, tengo dos nuevos proyectos, uno de ellos con John Malkovich. Y, como Black Cat, es algo en lo que llevamos trabajando en los últimos siete años; obras vibrantes que nos permiten explorar la música en un punto más profundo y nos confrontan con situaciones nuevas e inexploradas cada vez que las presentamos. Estamos trabajando mucho en Beethoven en este momento, en sus conciertos, sinfonías y piezas operáticas, y sacamos a relucir aspectos hasta ahora inexplorados de este compositor.

“Black Cat”. Viernes 25 y sábado 26 de enero, a las 8:00 p.m. en el Teatro Mayor Julio Mario Santo Domingo, en Bogotá. Información y boletería en www.primerafila.com.co

Por Redacción música

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