La Orquesta Filarmónica de Medellín, ganadora de Grammy al mejor álbum de música latina para niños y que recibió este año un reconocimiento mundial por su modelo innovador, después de fusiones con grandes artistas, y exploraciones de géneros como “Filartrónica” -electrónica en formato orquestal-, esta vez llega aún más lejos, y en “Filarmaniaca” presenta música clásica y popular que todos conocemos en medio de una disparatada comedia teatral.
“Filarmaniaca” es una comedia llena de buena música para todas las edades. Está dirigida a toda la familia, y es un espectáculo para vibrar con canciones que todos tenemos en la memoria, éxitos del presente, y reír mientras confirmamos que la música sin importar el género debe ser buena, y que la risa es la mejor terapia.
En “Filarmaniaca” se combinan con humor tres estilos musicales que parecen antagónicos: rock, reggaetón y música clásica. En este proyecto producido por Filarmed y La Dama y los vagabundos, los músicos de la orquesta más innovadora del mundo; los actores bajo la dirección de Ricardo España, y el director Leonardo Marulanda presentan en el Teatro Pablo Tobón Uribe una experiencia inolvidable para todas las familias.
“Filarmaniaca, es una divertida apuesta nunca antes vista en Colombia. Es una mezcla entre comedia, clown y música que nos permite acercar a todos los públicos a los diferentes géneros musicales. Habrá rock, reggaetón, pop, música clásica y hasta música de plancha. Filarmaniaca cuenta la historia de tres hermanos con gustos musicales diferentes, que, aunque son muy unidos, tienen un montón de travesuras y disputas alrededor de quién va a dirigir la orquesta y qué música va a interpretar”, explica María Catalina Prieto, directora ejecutiva de Filarmed.
El disparate
Todo tiene origen en la disputa de tres hermanos por cuenta de sus gustos musicales: Haendel Diomedes, defiende la música clásica y es un gran director; Wagner Arturo es rockero consumado, y Wolfang Javier ama el reggaetón. Estos últimos harán lo que sea por sacar al director de la orquesta, dando lugar a situaciones disparatadas y llenas de gracia. Para defender su posición como director contará con el apoyo de su leal admiradora, la trompetista Elisa María que lucha durante todo el tiempo por mantener las cosas bajo control.