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Se llama Feizar Orjuela Aponte y en el mundo artístico es Heredero. En realidad, su nombre artístico va más allá: es la manera como en Santander muchas personas se refieren a los hijos. Desde niño, al intérprete de ‘Coqueta’, la canción que hace un año se convirtió en éxito de temporada, le han dicho de esta manera, así que cuando llegó el momento de buscar un apelativo artístico, Feizar no tuvo que pensarlo mucho. “De hecho, muy pocas personas me conocen con este nombre. Siempre me han dicho Heredero”, mencionó el cantante a El Espectador.
Aunque a Heredero la fama le llegó a los 45 años, la música ha estado con él desde que era muy niño. No podía ser de otra manera, pues al ser hijo de un músico y de una profesora aprendió del primero la facilidad de la interpretación de instrumento y vocal y de ella, el gusto por escribir. Antes del estrellato, el artista, actualmente de gira por el país, combinó por casi tres décadas la música con distintos oficios porque tenía que llevar el sustento a su casa.
En diversas entrevistas, incluyendo una con Vea, el santandereano nacido en el campo y orgulloso de sus raíces, contó que fue taxista, vendedor y conductor de bus en Bucaramanga. Alba, su esposa, la misma que inspiró el tema que lo sacó del anonimato y que puso a bailar a celebridades como J Balvin, lo apoyó siempre. Era quien lo esperaba al final de su turno, le llevaba la comida y lo animaba a no desfallecer. Tras un año de éxitos, conciertos, entrevistas y una vida distinta a la que llevaba cuando aún no facturaba con la música, el artista, que cristalizó uno de sus sueños: cantar en el emblemático Movistar Arena de Bogotá, donde estuvo este 21 de noviembre, habló con este diario de su música, sus comienzos y,prioridades.
¿Cómo es su relación con Macaravita, Santander, el lugar donde nació?
Amo profundamente mi tierra, mi rancho de tapia, orgullosamente campesino. No pude haber nacido en un mejor lugar que en mi vereda Pajarito, mi municipio Macaravita. Estoy orgulloso de mis raíces, de mi gente.
¿Cómo logró popularizar la música campesina?
No ha sido fácil, pero siempre fue mi sueño poderle dar un estatus más alto a nuestro género carranguero, que pueda ser reconocido y valorado como uno de los géneros culturales más representativos del país. Las personas deben entender que un carranguero también merece que paguen una entrada por ir a verlo. No ha sido fácil trabajar solo, pero definitivamente los demás artistas del género son un poco apáticos a trabajar en hermandad, no todos, pero sí, por lo menos aquellos que venían figurando.
Cuando pensó en abandonar la carrera musical, ¿qué lo impulso a seguir?
Perdí la cuenta cuántas veces intenté botar la toalla y no seguir, pero siempre mi familia, mi esposa y mis hijos -Sara y Simón- estuvieron ahí para darme su apoyo. Por ellos, para ellos y gracias a la bondad de Dios, me levantaba con más fuerzas y con la convicción de qué lograría sacar adelante mi proyecto. Esto cuando entendí que el dinero no era la prioridad, y cuando Dios me colocó ángeles en el camino que sumaron positivamente, aportaron e hicieron realidad mi sueño. Sueño que hoy está materializado, pero que aún me falta mucho camino para llegar a donde quiero estar no a título personal, sino para sacar adelante nuestra cultura carranguera.
Heredero se posicionó con la canción más sonada hace un año ¿qué siente que ha cambiado desde ‘Coqueta’?
‘Coqueta’ fue un antes y un después en mi carrera musical, sin embargo, ya venían sonando otros de mis éxitos, como lo son ‘Los encargos de mi mamá’, que fue la canción punta de lanza de mi proyecto. Ya estaba ‘Pero te quiero’; luego, vino, ‘Le pregunté ‘Sabor a derrota’ y todas las demás canciones. No tengo ninguna de mis 26 temas con menos de un millón de likes o de reproducciones en las plataformas. ‘Coqueta’ fue el ícono mundial sin duda alguna, a la cual le agradezco y le debo mi reconocimiento, porque fue más fácil habiendo tenido esta trascendencia y este éxito. No me siento famoso. Sigo siendo el mismo campesino carranguero que quiere que su género trascienda por el mundo
.¿Cómo es su vida cotidiana, en qué ciudad vive…?
Vivo en Bucaramanga con mi familia. Un día normal es en casa, no salgo, trato de descansar, componer, trabajar o dos los días me instruyo, me gusta aprender. Estar en mi hogar es mi felicidad.
Si tiene que hablar de tips o aspectos que permitieron que lograr su meta ¿cuáles serían?
Los mayores tips son la resiliencia, la fe en Dios, la insistencia y la persistencia. Siempre he dicho que los sueños hay que buscarlos, hay que procurarlos. Soñaba con miles de personas en mis shows y he tenido en un solo show 120 mil personas. Esto fue en Venezuela . Soñaba con hacer un Movistar y lo logré, aunque la gente aún no está habituada para pagar una boleta e ir a ver un artista carranguero. Creo que le dí otro aire al género y que lo saqué del conformismo.
Heredero, ¿en qué cree y en qué no?
Creo que las oportunidades existen y hay que materializarlas, creo en Dios. No creo en el ‘no puedo’ o ‘No soy capaz’.
Antes de convertirse en cantante reconocido se desempeñó en diversos oficios, en ese entonces ¿recuerda su gran sueño?
Toda mi vida he soñado en grande, y siempre procuré hacerlos realidad convenciéndome a mí mismo que sí podía, los veía imposibles, pero a pesar de desistir siempre había algo en mí que me decía que lo lograría. Me encantaba en el colegio leer el álgebra de Baldor y sus físicos ya hoy lo recuerdo muy bien. Los tomaba como ejemplo. Realicé varios trabajos, pero siempre enfocado en lo que quería y lo que me diera bienestar económico. Le pedía a Dios que me ayudara para darle a mi familia lo que ellos merecían. Mi esposa, quien es mi motor y mis dos hijos siempre me motivaron y me impulsaron a seguir luchando, confiaron siempre en mi don y mi talento aún cuando por momentos en mi desesperación decía que era un bueno para nada.