Todos los meses llevan el día “5” en el calendario. En especial noviembre. El nombre del grupo nació por aquella extraña costumbre colombiana de bautizar los barrios con el mismo día de su fundación. Fue un 5 de noviembre. Ese barrio del sureste de Valledupar tomó su nombre. Luego la agrupación tomó ese día para bautizarse.
(Le recomendamos: Yaneth Waldman, cuatro décadas siendo imparable)
Un 5 de noviembre también Jorge Oñate lanzó el disco llamado El poder de mis canciones. Fue en 1999. Justo la época en la que comenzaron a surgir los artistas de la “nueva ola” del vallenato. Peter Manjarrés, Silvestre Dangond, luego Kaleth Morales, fueron algunos de los que estuvieron en la génesis de esa era que revolucionó las letras y los sonidos vallenatos.
Hubo una segunda generación con Martín Elías, el grupo Kvrass y otros. Ahí también nació La Banda del 5 con otros integrantes, de los que quedan su bajista Marlon Rangel y el cajero Marco Peñaranda. Hace pocos años se renovaron. Primero llegó el vocalista Júnior Saavedra. Luego el acordeón de Roberto Carlos Kammerer. Llegaron ellos y también los éxitos.
(No se pierda: Gustavo Cerati: el rock, la leyenda y la eternidad)
Primera temporada
La agrupación se fundó en 2012. Sacaron algunas producciones y se dieron a conocer tímidamente en la ciudad. El proyecto no funcionó como lo habían pensado, pero siguieron intentando. El nombre de la banda comenzaba a calar en ciertos espacios. Pero luego se refundaron y trajeron a los integrante que la harían funcionar.
“Cada momento fue bueno y especial. Tal vez antes queríamos que las cosas pasaran rápido, pero no era en ese momento, era hoy. Todo ha ido creciendo y ahora estamos contentos con lo que nos está pasando”, asegura Marlon Rangel, fundador y bajista de la agrupación.
(Lea también: “Nito” Mestre: un “chico” de 70 años que cumple 50 en el rock)
Antes de la refundación ganaron el Festival Francisco El Hombre. Fue en Riohacha en 2015. El único festival de música vallenata que premia a los artistas contemporáneos. Sirvió de impulso para seguir trabajando. En 2018 se endeudaron para lanzar el álbum Mágico. Ahí nació el primer éxito local, Llámame.
Segunda temporada
Su segundo éxito llegó con su última renovación. Roberto Carlos Kammerer venía de trabajar con otro cantante de esta nueva generación, Simón Figueroa. Llevó sus notas del acordeón y la composición novedosa junto con su hermano, Alberto Kammerer, que hicieron Una locura, una canción que los puso en boca de jóvenes de Valledupar.
También renovaron la producción. Trajeron al actual guitarrista del “Mono” Zabaleta, que ya había trabajado con ellos, y le dieron la confianza para producir esta canción. Fue Juan Pablo Aconcha quien estuvo a cargo. Tanto la letra como la producción tenían una propuesta diferente. Mezclas únicas, sonidos y letras frescas.
(Le puede interesar: Octavio Panesso y el alcance de la “neuromúsica”)
Una mañana después de una parranda se enteraron de que Silvestre Dangond reposteó en su Instagram parte de la canción. Los emocionó y lloraron. Luego se reunieron con él personalmente. Les mostró su respaldo. Eso disparó la canción más de lo que estaba. A los pocos meses sacaron Segunda temporada. Era el preámbulo de su primer disco, que así mismo se titularía.
Su nuevo acordeonero los hizo cambiar de decisión. Tenía una frase de cabecera que los terminó convenciendo. “RK nos tenía aburridos con la frase de ‘Se va formando, pue’. Todos los días era lo mismo. Unos amigos nos dijeron que le llamáramos así porque tenía nombre de álbum”, relata el vocalista Júnior Saveedra. Y le hicieron caso.
Primer capítulo
Desde el lanzamiento de su primer disco, que consta de 14 canciones, no se puede hablar de un éxito, sino de varios. Pero hay una canción que resalta. Un tema que rompió con los paradigmas del vallenato porque no se había hecho algo parecido. Tanto en la letra como en la producción de Juan Pablo Aconcha.
(Lea también: Gusi estrena “Rompecabezas”, el primer sencillo de su próximo álbum)
Ese tema es de la autoría de Alberto Kanmerer, quien no hace parte de la agrupación pero es cercano a ella por su hermano, el acordeonero Roberto Carlos. La canción se llama La rompecorazones. Ya la había grabado Alberto solo con un estilo más cercano al urbano. Júnior Saveedra, el vocalista de La Banda, la había escuchado y quería grabarla porque sabía que sería un éxito.
“Un día Pepe (Alberto) se monta al carro y me muestra la canción. Le dije que estaba bacanísima y que la grabara conmigo, pero mamándole gallo. Me dijo que no, que esa la iba a grabar él solo. Después, entre todos los de la banda, le dijimos seriamente que si quería hacer el feat con nosotros”. Al final cedió.
(Le puede interesar: La Loma celebra centenario del juglar Samuelito Martínez)
Es la canción más sonada del disco. Ellos aseguran que puede llegar más lejos. Silvestre Dangond volvió a respaldarlos. Salió en un video cantando el coro de La rompecorazones. A ellos les gustaría grabar la versión remix con este artista consagrado.
Segundo capítulo
Con ese entusiasmo tenían pensado el lanzamiento en vivo, como es costumbre en el vallenato. “Un empresario nos propone hacer un evento en la discoteca La Placita. De un momento a otro nos sacaron el cuerpo, dijeron que ya las cosas no iban”. Rafael y Osman, los mánager de la agrupación, les dijeron a sus integrantes que tocaba aplazar el evento.
Tras ese percance, algunos pequeños empresarios, músicos y periodistas de la ciudad comenzaron a gestionar otro lanzamiento en vivo en un lugar diferente. Se les ocurrió la histórica plaza Alfonso López, pero era complejo llenarla por su capacidad para 10 mil personas. En ese receso el cd comenzó a sonar con más fuerza y se lanzaron al agua. Llenaron la plaza.
(También: Ha-Ash, las talentosas Hanna y Ashley, lanzan el álbum “#HaAshTag”)
La Banda del 5 no solo lidera el nuevo estilo que se está fraguando en la música vallenata contemporánea, sino que también, de manera espontánea y natural, está contagiando a la juventud de Valledupar. O, como lo diría la gente en la capital del Cesar en palabras castizas: “La Banda del 5 la está haciendo boja”.
*De la Fundación Color de Colombia.