“Tamarindo” es una canción con un significado importante para usted, ¿de qué trata?
Es una canción electrónica que habla sobre lo dulce y lo amargo de la vida. La escribimos con Yera, que es el productor de los Trápical Minds, nos reunimos y lo conversamos, queríamos hacer algo diferente porque yo venía de tres años dedicados a mis hijas y de un mood muy romántico con la canción “Despedida” que sacamos con Cabas, y también con “Seré la fe”, que se las dediqué a mis hijas. Quise volver a conectarme con la música, la pasión y la etapa que se viene después de ser madre. Con Yera decidimos que fuera un house que hablara de esas dos caras, de la sensación cuando, por ejemplo, cumplimos un sueño y no era lo que esperábamos, o cuando nos rompen el corazón. Aprender a amar lo amargo de la vida nos hace conectar y disfrutar mucho más de lo dulce.
¿Qué quería comunicar con el video?
El video lo hicimos en el Carnaval de Barranquilla, hicimos un performance colectivo con la comparsa La puntica no má, y creamos un personaje que resurgiera y renaciera. Lo que se está desarrollando con esta canción es el chacra azul, el de la comunicación y la expresión que lleva a la sanación, volver a ser ave fénix, crecer, de eso se trata “Tamarindo”. Estamos muy contentos con el video y el recibimiento que ha tenido.
¿Por qué quiso trabajar con la comparsa La puntica no má para este sencillo?
Esta es la comparsa más icónica, diferente y polémica de Barranquilla, hacen parte de la comunidad LGTBIQ+ y en sus videos salen hombres besándose con hombres, mujeres con mujeres, siendo libres, y eso causa furor, pero también causa escándalo, es una comparsa escandalosa empezando por el nombre. Es muy sexual y habla sobre soltar esos miedos y prejuicios para volver a conectarse con el ser. Se me hizo perfecto el lugar con todos esos personajes espectaculares que hacen parte de esta comparsa, cada uno duró aproximadamente tres meses creando su personaje.
¿Hace catarsis con la música y desahoga lo dulce y lo amargo que le ha pasado en la vida?
Totalmente, “catarsis” es la palabra que suelo utilizar para la música. Es una sanación, una religión, un lugar en el que uno siempre encuentra conexión. En “Tamarindo” fue así porque gracias a esta canción siento que volví a conectarme con ese lado alegre y carismático que me ha caracterizado siempre, me encontré a mí misma y decidí no crear miedos innecesarios, saqué la fuerza para volver a ser una mujer creativa y escuchar mi intuición. Todas las canciones que hago se han vuelto himnos para mí, y al mismo tiempo tocan a otra gente. porque son melodías que apelan a la expresión.
¿Qué hay en su próximo álbum?
Este es un álbum electrónico lleno de energía, necesitaba volver al baile, y estoy en el proceso de creación de estas 10 canciones. Cada canción representa un chacra, y quise mostrar la forma en el que cada uno fue creciendo hasta llegar al último, que es la espiritualidad, y para mí es el más importante porque habla del amor propio y hacia los demás. Quise mostrar cómo la Sierra Nevada de Santa Marta, que es donde vivo, me ha ayudado a hacer estas canciones, y cómo ellas forman una nueva etapa de búsqueda.
Este proyecto musical va ligado al documental “El corazón del mundo”. ¿Por qué quiso plasmar este proceso en video?
La Sierra es un lugar muy visual, es un oasis en la mitad de un desierto y las cuatro etnias que aún la habitan me han enseñado muchas cosas sobre la fuerza espiritual y la conexión con la naturaleza. También veo cómo ellos tienen miedo de lo que está pasando con la naturaleza y el medio ambiente; así que quise hablar en este documental sobre el afán que tenemos de vivir en el mundo moderno y la falta de atención hacia el medio ambiente, tenemos que escuchar los mensajes que nos da la naturaleza.
¿Por qué decidió irse para la Sierra Nevada y cambiar su estilo de vida?
En ese momento de mi vida estaba muy perdida espiritualmente, quería encontrar algo que me diera fuerza y creo que en la naturaleza encontré muchas respuestas, más que todo las de tranquilizarme y escuchar más mi ser. Mirar las flores, el mar, los árboles y escuchar las enseñanzas que los indígenas comparten me dio otra visión de lo que es realmente la belleza de la naturaleza. Por eso tomé la decisión de cambiar mi vida, y cuando lo hice encontré muchas respuestas, quiero seguir encontrándolas.