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Un sueño musical que llegó hasta Berklee

Cuatro jóvenes músicos, entre ellos dos colombianos, se convirtieron en los primeros estudiantes de la Escuela de Música, Medios, Arte y Tecnología, EMMAT, en ganarse una beca del 100% para estudiar en Berklee College of Music en Boston, en Estados Unidos. El Espectador habló con ellos sobre sus orígenes en la música y de los retos que se les avecinan.

Heylen Valentina González Argüello
02 de mayo de 2023 - 02:00 a. m.
Juan Diego Panadero, Anny Andrade, Abraham Granado y Paolo Valdivia.  / Mauricio Alvarado.
Juan Diego Panadero, Anny Andrade, Abraham Granado y Paolo Valdivia. / Mauricio Alvarado.
Foto: Cortesía

La sorpresa era tanta que Alejandro Cajiao, director de la Escuela de Música, Medios, Arte y Tecnología, EMMAT, tuvo que pedirle a Juan Diego Panadero (clarinete, Colombia), Anny Andrade (violín, Colombia), Abraham Granado (batería, Venezuela) y Paolo Valdivia (guitarra, Perú), la carta de aceptación de Berklee College of Music para enmarcarla.

“Esto jamás había pasado. La mayor beca que había recibido un alumno de EMMAT, en 10 años que llevamos de convenio con Berklee, había sido del 50%, pero nunca nadie había ganado una del 100% y menos cuatro de un totazo, eso fue increíble, no lo puedo creer todavía”, dice Cajiao en entrevista para El Espectador.

Su talento los tiene a las puertas de Boston, la ciudad en la que estudiarán por algo más de dos años en una de las universidades más prestigiosas de música del mundo. “Los alumnos son los que han puesto el nombre de la academia en alto. En 2021, Colombia obtuvo 21 nominaciones para los Latin Grammy y de esas nominaciones 15 eran de egresados. Para mí es el máximo mérito que han logrado los alumnos. Ver estos resultados de una locura que me inventé en 2018, me emociona mucho” agrega.

El camino musical de Panadero, Andrade, Granado y Valdivia de 16, 20, 22 y 27 años respectivamente, empezó con ollas, flautas dulces, cantos improvisados y acordes mal puestos en los trastes. “Doy fe de cada uno de estos chicos, sé lo increíblemente talentosos que son y sé que serán tremendos músicos. Si hay algo que los caracteriza, antes de ser músicos, es que son excelentes personas”, afirma Diego Amorocho, profesor de EMMAT.

Según dicen, sus sueños, antes de llegar a Berklee, tienen algo en común: poder representar su gremio desde el esfuerzo natural de un músico que lucha y hace todo con el corazón, sin reproches y sin arrogancia.

El camino y los propósitos del futuro

Desde muy pequeños han experimentado con los sonidos. Juan Diego, por ejemplo, es hijo de Julio Panadero, uno de los clarinetistas más reconocidos en el país y su mamá, Angélica Achury, es percusionista. Lleva el ritmo en la sangre y dice que su representación en otros países debe ir de la mano de la divulgación de las músicas colombianas.

“Cada vez que toco música colombiana en otros países la gente se vuelve loca y es un poquito triste porque aquí en Colombia siento que no se valora tanto la música colombiana como sí lo hacen afuera. Me gustaría mostrarles esos géneros tan lindos que tenemos, todos esos géneros que no muchos conocen”, dice el joven de 16 años que ya hizo parte de un disco ganador de un Grammy con “Cinerama”, canción del álbum “Cumbiana II” de Carlos Vives que ganó el galardón de mejor álbum tropical contemporáneo en los Grammy de 2022. Panadero, además, actuó en la serie de Disney “El Club de los Graves” junto al músico samario.

Paolo Valdivia, quien llegó a Bogotá en 2020, procedente de Arequipa, Perú, dice que la curiosidad lo llevó a tocar una guitarra por primera vez. Su padre fue quien lo impuso a explorar el instrumento de las cuerdas y el diapasón y las clavijas. Con el tiempo él mismo se dio cuenta de que esa “hambre por el conocimiento” lo llevaría lejos.

“Eso es lo que quiero para en el futuro ser un referente y dar un aporte a la sociedad”, agrega el joven que encontró en Colombia las oportunidades que su país no pudo ofrecerle. Aunque no sabe si volverá al país después de su paso por Berklee, sabe que EMMAT y Bogotá marcarán su profesión y su vida.

Abraham Granado está influenciado por los sonidos de su país natal. Y se proyecta. Dice que con la música que escribe quiere ser para Venezuela, lo que Juan Luis Guerra es para República Dominicana: “Un ícono y guía para posicionar la música afrovenezolana en el mundo”.

Finalmente, Anny Andrade, la única mujer de lo becados y quien tiene como lema “soñar en grande” dice que sin apoyo de su mamá no hubiera dado los pasos que hoy la tienen en este punto del camino. “Quiero hacer parte de una orquesta de violín porque actualmente hay muy pocas orquestas conformadas por mujeres violinistas y también sueño con hacer música para cine”.

La familia EMMAT y los retos de la llegada a Berklee

El baterista Abraham Granado considera que “hay muy pocos lugares donde uno se siente dentro de una familia y el EMMAT lo es. Un lugar donde los hijos pueden crecer”.

Juan Diego y Anny, que nunca han vivido solos, dicen que asuntos de la cotidianidad como aprendedor a cocinar, por ejemplo, lo aprenderán con el tiempo.

Su objetivo cercano es viajar a Boston en septiembre de 2023 para seguir construyendo su presente y pensando en el futuro. “Sigan estudiando juiciosos, que nada es imposible. Era imposible ganarse una beca, pero el ejemplo somos nosotros”, le dice a sus compañeros el clarinetista Juan Diego Panadero.

Pese a la proyección académica, que se respalda con el talento, los cuatro músicos afrontan retos económicos. La beca que se ganaron cubre el 100% de los estudios, sin embargo, aún está por verse cómo cubrirán su estadía en Boston.

Por Heylen Valentina González Argüello

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Carlosé Mejía(19865)02 de mayo de 2023 - 03:31 a. m.
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Carlosé Mejía(19865)02 de mayo de 2023 - 03:27 a. m.
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