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Una noche con Esteman: voz, baile y amor libre

El concierto de Esteman en el Royal Center me sacó por completo de mi zona de confort. No era cercana a su música, pero verlo bailar, moverse y cantar al mismo tiempo me cambió la perspectiva. Confirmé que, a veces, gusta más un artista después de verlo en vivo.

Daniela Suárez Zuluaga
18 de noviembre de 2023 - 05:45 p. m.
Esteman en su presentación en el Royal Center.
Esteman en su presentación en el Royal Center.
Foto: Daniela Suárez Zuluaga

Conocí la música de Esteman hace más de una década, como muchos, por la canción que se hizo viral en su momento “No te metas a mi Facebook”… me parecía graciosa, pero para ser sincera, la propuesta no despertó mayor interés en mí. No porque fuera mala, sino porque mi alma rockera no me dejaba conectar tanto con ese tipo de música.

Pasaron los años y era poco lo que escuchaba de él, un par de amigos cercanos me contaron que su show en vivo era toda una experiencia, pero no le presté importancia. Cuando se anunció su concierto en el Royal Center en el marco de su gira “Reina Leona Tour” me resonó la idea de ir, verlo y entender por qué mis amigos hablaban tan bien de su performance, pero no estaba tan convencida.

Tomé la decisión de ir con una amiga cercana, ninguna de las dos conocía mucho a Esteman, fuimos sin ninguna expectativa, sin tener la menor idea de lo que nos esperaba. Pasó un rato largo entre el momento en el que llegamos y el inicio de su show, el lugar estaba repleto y sus fans estaban emocionados por verlo. Me llamó mucho la atención el estilo de la gente… colores, prendas poco comunes, maquillaje… todos estábamos en un espacio que nos permitía ser libres, y eso se respiraba en el aire.

Esteman abre el show con un traje dorado precioso, en sus mangas unos boleros de tela que se movían a la sombra de su silueta y un baile seductor, digno de “Baila”, la canción con la que abrió el repertorio. La euforia se apoderó del lugar, y Esteman comenzó su espectáculo. Luego de “Noche sensorial”, “Hasta que tú me quieras” y “Amor libre” me percaté de las visuales, no había caído en cuenta porque su forma de bailar había captado toda mi atención, pero los colores, las formas y los movimientos que lo acompañaban en la pantalla de atrás eran, sin duda, un complemento perfecto.

El autor de la magia visual fue su amigo Andrés Martínez, que logró plasmar en todo ese arte los movimientos de Esteman durante todo el show. Él bailaba, y las animaciones hacían lo mismo… se movía de derecha a izquierda, de adelante hacia atrás, y todo se conectaba: la voz, el baile, la parte visual.

Por un momento me sentí en otra época, como si estuviera viendo a un artista de los años 60. Muy retro, muy disco. Aunque no me sabía una sola canción, conecté de una forma que no me esperaba con él, con sus letras que me dieron en el corazón. Mueve tantas fibras su música, que pasó lo que no pensé que pasaría: una pedida de mano.

Cuando Esteman dijo que iba a cantar “Un día en París”, la canción que le escribió a su novio en ese entonces para que se casaran, dijo: “si hay alguien que va a pedir matrimonio esta noche, alce la mano para que la luz lo alumbre” y justo al lado mío, un chico se agachó y sacó el cofre con la argolla para pedirle matrimonio a su novia.

“Tu energía, un imán

conexión espiritual

en este sueño, donde sea, voy contigo”

Todos gritamos de la emoción aunque no los conocíamos. La novia, por supuesto, le dijo que sí mientras Esteman cantaba de fondo una de las canciones más importantes para él. Ese momento quedó grabado en la mente de la gente que cree en el amor.

Hablando de amor, este ingrediente es fundamental en su propuesta. Amor libre, amor sin estereotipos, sin cadenas, sin prohibiciones. Su canción “Amor libre” habla de inclusión, de respeto por la diferencia, de libertad. Esa fue una de mis partes favoritas de la noche, que además tuvo dos invitados especiales: Briela Ojeda, con quien cantó “Aquí estoy yo” (que sí la conocía porque la canta junto a Aterciopelados), y Daniel Acosta, cantante de Telebit con quien cantó “Si volviera a nacer”, una de las más preciosas de la noche.

En fin, hubo espacio para todo en una sola noche y puedo decir que este ha sido uno de los shows más completos y entretenidos a los que he asistido este año. “Todo es mejor cuando uno no tiene expectativas” me dijo mi amiga que también quedó boquiabierta con este gran artista cuya propuesta la definiría como un “sancocho de sonidos”, es única e irrepetible. ¿Lo volvería a ver? sin duda. ¿Estoy escuchando todas sus canciones después de verlo en vivo? por supuesto.

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